La Rociera se prepara para jugar una final ante el Algeciras

La Rociera se dispone a vivir el próximo domingo ante el Algeciras lo que considera una final. El equipo de Dos Hermanas, tras una primera vuelta irregular, se ha convertido en el tercero peor de la segunda curiosamente justo por encima del algecirista, que ha sumado un punto menos. Esta mala trayectoria, que a los albirrojos les impide estar afincados en la zona de privilegio, al conjunto nazareno lo tiene con sólo tres puntos de ventaja sobre el descenso. Tiene 32 y el Marinaleda, que marca la frontera, 29. La pasada jornada perdió justo con el equipo marinaleño, lo que sigue reduciendo sus posibilidades de tener un final de campeonato apacible. Visto que fuera de casa baja muchísimo el rendimiento (es el tercer peor visitante, con sólo un punto más que Córdoba B y Murallas), la Rociera considera que la permanencia la tiene que conseguir en su campo. "Aquí tenemos que ganar ya, no se nos pueden escapar más puntos porque es donde tenemos que salvarnos", afirma Emilio López, algo más que el presidente de este humilde conjunto sevillano, quien intenta estos días "movilizar" a la afición para que apoye a su equipo con más fuerza que nunca el domingo en el Miguel Román. El campo supone el que considera uno de los grandes obstáculos de esta campaña, ya que los jugadores sólo lo pisan para disputar los partido de Liga. Cada día, la Rociera se entrena en su campo de la barriada de El Rocío, el Manuel Adame, que es de albero, pero no tiene permiso de la Federación para poder jugar allí, así que lo hace en el principal de la localidad, que ni siquiera está en su zona.

Como local, la Rociera es un adversario muy difícil de batir. Lo evidencian los números: lleva seis victorias, los mismos empates y sólo dos derrotas, ante el Sanluqueño y el Ayamonte. Allí han hincado la rodilla el Pozoblanco, el Cádiz B, el Recre B, el Sevilla C, el Murallas y el Córdoba B y el San Roque, el Mairena, el Antoniano, el Marinaleda, el Arcos y el Portuense no pasaron del empate.

En las últimas cinco jornadas, el equipo de Dos Hermanas sólo ha logrado una victoria, en Lebrija ante el Antoniano, lo que alimenta su idea de que tiene que agarrarse a los encuentros de casa para celebrar la permanencia.

La Peña Rociera lleva 32 goles a favor (el sexto que menos, en la línea de los últimos clasificados) y es el tercer conjunto más goleado del grupo con un solo tanto menos que el Ayamonte. Emilio López cree que está pagando la humildad de conjunto modesto que vive su primera experiencia en categoría nacional. "Es clamoroso el poco respeto que le tienen a un equipo que es barrio pero que está ahí por méritos propios. Yo llevo treinta años en el fútbol y veo cosas que por estadística no son normales. No es lógico que en 28 jornadas no hayamos tirado un solo penalti y hayamos recibido once, que nuestro máximo goleador, que es Gordi, tenga dieciséis tarjetas amarillas, cuando es un futbolista que normalmente está marcado por dos jugadores, que no podamos repetir una alineación porque cualquier titular si es sancionado es de dos partidos para adelante… Sin todo esto estaríamos mucho mejor. Por mi forma de expresarme me perjudican a mí, pero también perjudican a los chavales", dice el dirigente, que tiene mucho respeto a los algeciristas: "Es un equipo de una entidad superior, que está metido arriba, pero vamos a intentar ponerle las cosas muy difíciles porque tenemos que ganar ya para salvarnos en estas nueve jornadas que quedan. Para nosotros sería un premio mucho más grande que un ascenso. Sabemos que lo vamos a tener muy complicado, pero jugaremos nuestras bazas".

La Rociera tiene de cara al domingo las bajas del sancionado Villalón y el lesionado Vázquez.