Ciclismo l Tour de Francia

Riccó se lleva la primera cumbre

  • El jefe de filas del Saunier Duval se impone 'in extremis' al español Alejandro Valverde, totalmente recuperado de su caída del miércoles, y el luxemburgués Kim Kirchen se coloca al frente de la general

El italiano Ricardo Riccó (Saunier Duval) hizo cumbre en la primera llegada en alto del Tour de Francia con una exhibición que le permitió estrenar su palmarés por delante del español Alejandro Valverde, mientras que el luxemburgués Kim Kirchen (Columbia) se convirtió en el cuarto líder de la presente edición. Riccó, conocido como La Cobra, mordió su primer éxito en la sexta etapa, en un alarde de talento, delante de la plana mayor de la carrera, que no pudo impedir la victoria de la perla del ciclismo italiano, del hombre que fue segundo por detrás del español Alberto Contador en el pasado Giro de Italia.

El italiano firmó su hazaña por velocidad, e invirtió un tiempo de 4h57:52 en los 195 kilómetros entre Aigurande y Super Besse, con un segundo por delante de Valverde, que mostró su mejor cara con sus heridas aún sangrantes y del australiano Cadel Evans, ambos atentos en el momento decisivo. Kim Kirchen, de 30 años y ganador de la Flecha Valona, puso la cuarta cara al maillot amarillo, el primer luxemburgués desde el mítico Charly Gaul, que lo lució en la primera etapa del Tour de 1959 en calidad de ganador del año anterior. Cadel Evans pasó a la segunda plaza a 6 segundos de Kirchem y Stefan Schumacher retrocedió al tercer lugar, a 16 segundos.

Una etapa que se adentró en el macizo central con el interés marcado en los 50 últimos kilómetros con el ascenso a la Croix Morand (2a) y el aliciente final en Super Besse. En las cuestas de la primera dificultad se deshizo el trío de franceses que formó la escapada de turno desde los albores de la carrera. Sylvain Chavanel (Cofidis) y Freddy Bichot (Agritubel) soltaron a Benoit Vaugrenard (Francaise) en busca de la cima, donde coronaron con un minuto de ventaja. También se descompuso el pelotón, que fue repartiendo esprinters y rodadores por cada metro de la pendiente. El Caisse D'Epargne en pleno ejerció el mando para marcar el ritmo de las operaciones hasta la cima, el posterior descenso y la batalla final. Valverde, con sus vendajes en el brazo y la pierna, marchaba a buen recaudo en espera del momento, sin signos de debilidad tras una noche de insomnio y dolor por su caída.

Los hombres de Eusebio Unzue, que descartó optar a la victoria de etapa en vistas de la avería de su líder, acabaron la faena de caza. Cedió Chavanel, eso sí, como nuevo dueño del maillot de lunares, poco después Bichot, que aún se puso flamenco con una admirable resistencia, después de una aventura estéril de 177 kilómetros.

Paso al momento de la verdad. Una subida a Super Besse que ofrecía un primer tramo de 7,4 kilómetros con un 5,7 por ciento de pendiente y una rampa final de 1.500 metros al 10. Se produjeron varios ataques, el más significativo el de Piepoli y Vandevelde, pero el dúo italo-americano sucumbió al paso del Caisse D'Epargne, enorme en el trabajo para su líder. Olía a etapa para Valverde, ligero en el ascenso y hábil en la colocación. Pereiro le condujo hasta el mano a mano con los hombres fuertes de la carrera. Con todos en un palmo de asfalto, arrancó Riccó, se llevó a Valverde, pero el corredor de Sassuolo explotó toda la fuerza que lleva dentro, que es inmensa, y pudo alcanzar uno de sus grandes sueños desde que corría en aficionados.

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