Memorial domingo bárcenas de balonmano · las crónicas

Preparados para la batalla

  • Demostración España arrolla a Alemania en Algeciras en su último test previo al Mundial en un encuentro marcado por el respeto y la dureza Clave La defensa da el título a los de Valero Rivera, que desquician al vigente campeón del planeta

España está lista para la batalla. Ayer lo atestiguó en Algeciras, donde superó de manera incontestable a la poderosa Alemania -vigente campeona del mundo- en el último test de preparación para el Mundial que arranca la próxima semana en Croacia. La Roja se zurró de lo lindo con los teutones en un ensayo repleto de dureza y respeto, sobre todo de lo primero. Una última prueba saldada con nota que sirvió para que la selección nacional se proclamase vencedora del XXIV Torneo Internacional de España Memorial Domingo Bárcenas.

El renovado grupo que capitanea Valero Rivera se tomó el duelo como lo que era. Un amistoso fuera de lo común, con el aliciente que supone medirse a la máxima potencia mundial, a la siempre competitiva Alemania. A nadie le gusta perder, pero a los alemanes menos.

España y Alemania chocaron como dos trenes de mercancia tras unos primeros compases de mutuo respeto, de pleitesía. La Roja -ayer de camiseta azul- basó su triunfo en la defensa, la madre de todos los éxitos. Y en dos hombres que están destinados sí o sí a ser leyendas del balonmano: David Barrufet y Joseja Hombrados. Valero tiene a su servicio a los dos mejores porteros del planeta -se admiten discusiones- y los rivales lo saben. Blindada de acero en la portería España entró en combate directo con Alemania en un primer tiempo para degustar. Puro balonmano, contacto, estopa y exclusiones, muchas exclusiones.

Los teutones sólo gozaron de ventaja en los diez primeros minutos (4-5), a partir del cuarto de partido España se adueñó del ritmo con el tridente Ruesga, Entrerríos y Cañellas circulando la bola. El contacto se hizo mayor en los seis metros y los alemanes Roggisch y Jansen empezaron a calentarse. Un par de exclusiones casi seguidas facilitó la doble superioridad nacional y los de Valero abrieron brecha (10-6 en el 20' y tiempo muerto del siempre serio Heiner Brand).

El combinado español arrolló en los últimos diez minutos de la primera parte con un Hombrados colosal. La defensa liderada por Cañellas acabó con la paciencia bávara y Torsten Jansen vio la tarjeta roja directa en el minuto 28 por ponerse más farruco de la cuenta. El término amistoso se diluyó por completo y la afición algecireña, que esta vez sí respondió a las expectativas llenando las gradas, se deleitó con la apisonadora nacional (15-8 al descanso).

El segundo periodo ya fue otra historia. Ambos conjuntos rotaron y refrescaron el banquillo, sobre todo los alemanes. España mantuvo a raya a su enemigo con Iker Romero (MVP) al frente de la carga. Gustó el hambre de Viran Morros, la pelea del debutante Andreu, la eficacia de Juanín y la categoría de David Barrufet. El eterno Barrufet. Los campeones del mundo sólo tuvieron una amago de reacción (19-13 en el 40'), pero nada, puro espejismo. Romero castigó una y otra vez a un desolado Bitter. Sólo se salvaron de la quema el mariscal Kraus a ratos y el largo brazo de Chris Sprenger, lo mejorcito de la segunda unidad.

El 28-17 del resultado final da rienda libre a la ilusión de un equipo que pretende precisamente convertirse en eso, en un bloque sólido capaz de entrar en batalla y de ganar. Dejar a Alemania en menos de 20 goles tiene mérito aunque se trate de un torneo amitoso, pero la verdadera competición arranca para España el día 17 en los Balcanes.

Algeciras fue testigo ayer de que el combinado de Valero, aún por pulir en aspectos del juego, va de menos a más y al menos está listo para entablar una pelea por igual y quien sabe si tener éxito. Mimbres tiene.

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