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Pirulo, el periquito barreño

  • El delantero disputa el próximo domingo, en Ceuta, la final de Copa que su equipo, el Espanyol, jugará contra el FC Barcelona · "Me hacía mucha ilusión llegar a la final, me he quitado una espinita", afirma

Los Barrios juega el próximo domingo (11:30, Alfonso Murube de Ceuta) la final de la Copa del Rey de fútbol en categoría juvenil. No estará sobre el césped la Unión ni tampoco la Escuela Municipal, pero sí uno de los alumnos más aventajados que ha gestado esta última: José Antonio Ruiz López, conocido deportivamente como Pirulo, futbolista del Real Club Deportivo Espanyol, que se medirá al Barça en el partido valedero para obtener el título.

Es la primera vez que los dos conjuntos de la capital catalana se ven las caras en la final de esta competición, cuyo palmares está encabezado por los blaugranas con diecisiete títulos, mientras que los pericos acumulan tres, todos ellos en la última década.

Con su presencia en una final, Pirulo toma el testigo, en categoría juvenil eso sí, de campogibraltareños como el linense Juan Vázquez o el sanroqueño Adolfo Aldana, que disputaron finales de Copa con el Granada y el Dépor. "Ojalá pudiese llegar donde lo hicieron ellos", reconoce el futbolista en referencia a los dos ex del Real Madrid.

"La verdad es que desde hace tiempo tenía la ilusión de poder jugar una final de Copa", comenta Pirulo. "La temporada pasada llegamos a semifinales, pero nos eliminó el Madrid y se me quedó la espinita clavada".

"Esta vez hemos tenido más suerte y además jugamos contra el Barcelona, lo que supone que va a tener mucha más repercusión", vaticina el de la Villa, que anotó un gol en cada uno de los partidos de la eliminatoria previa, en la que su equipo apeó al Rayo Vallecano, su última víctima después de haber ajusticiado a Córdoba y Tenerife. "Un Barça-Espanyol con un título en juego, y más ahora que no hay apenas fútbol en otras categorías, es un grande, por mucho que sea en categoría juvenil".

El mediapunta barreño, nacido en 1992, dio sus primeros pasos en la escuela, donde tuvo como entrenadores a Antonio Martínez, Paulete, Mateo y José Mari Moreno Castro, antes de poner rumbo al Cádiz, al que defendió en su último año como cadete.

"En esa temporada jugué el Campeonato de Andalucía de selecciones provinciales con Cádiz y se ve que hice bien las cosas, porque se interesaron por mí el Atlético de Madrid, el Espanyol, el Sevilla… y al final decidí venirme a Barcelona", explica.

Desde que tomó aquella decisión han pasado tres años y en la temporada que está finalizando la presencia de Pirulo en las sesiones preparatorias tanto del primer equipo como del filial españolista no son precisamente excepcionales. Tampoco resulta extraño, especialmente si se tiene en cuenta que sus quince dianas en Liga le convierten en el mejor artillero de la escuadra blanquizal de la División Honor Juvenil. La cifra se eleva hasta los 25 si se contabilizan los partidos de Copa y los de la pretemporada del conjunto que entrena un referente del españolismo, Martín Posse.

"De la experiencia en el Español sólo puedo decir que es muy positiva en todos los sentidos", reflexiona el atacante. "Al principio me costó adaptarme, pero muy pronto le cogí el pulso a la ciudad y al equipo y jugué muchos partidos. La segunda temporada me subieron al División de Honor y empecé jugándolo todo, pero al final hubo cambio de entrenador y la cosa se torció, aunque este año ha sido el mejor en todos los aspectos".

Sin embargo, su futuro a corto plazo no está del todo definido: "cuando finalice la temporada acabo contrato y aunque ya me han ofrecido la renovación, tampoco tengo muy claro lo que voy a hacer. Lo he puesto en manos de mi representante".

Pirulo no sólo ha dedicado los últimos años a formarse como futbolista, sino que también ha cuidado su formación académica. "No me quita demasiado tiempo, voy unas horitas por la mañana y por las noches estudio en casa", cuenta. Acaba de finalizar sus estudios de Comercio, pero ya piensa en el próximo curso. "Mi idea es hacer un grado medio de algo relacionado con el deporte, porque algún día me gustaría ser entrenador".

Pirulo admite que echa de menos a su entorno de Los Barrios, con el que mantiene contacto a través del móvil y de internet.

"¿Qué por qué me llaman Pirulo? Por mi hermano mayor. Se ve que desde pequeño estaba liado con los helados, así que el mote se le quedó a él y por extensión, al resto de la familia". Duda aclarada.

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