La Real Balompédica Linense ya tiene cicerones para su visita del próximo domingo al Alfonso Murube de Ceuta para enfrentarse al titular. El preparado físico, José Carlos Jiménez Varela Mane no sólo es ceutí y reside parte de la semana en la Ciudad Autónoma, sino que perteneció al conjunto blanco en dos etapas diferentes. El linense Alberto Merino, uno de los hallazgos del técnico Rafa Escobar en las últimas jornadas, fue más lejos, se enfundó la elástica del conjunto norteafricano dos temporadas, en las que el que entonces era su equipo no logró la clasificación para la fase de ascenso, pese a que la acarició. Uno y otro confiesan que esperan con impaciencia que llegue el duelo. Un clásico en toda regla en este grupo IV de la categoría de bronce.

Mane es profesor de Educación Física en el colegio concertado La Inmaculada de Ceuta. A lo largo de la semana cruza un par de veces el Estrecho para compatibilizar sus dos ocupaciones ("el que algo quiere…", dice), algo que lleva con normalidad. "Los miércoles se hacen un poco más largos, pero no queda otra", aclara.

El técnico albinegro, además de pertenecer en su día al filial de la Asociación (1999-2000), trabajó para la primera plantilla a las órdenes de Carlos Orúe, aunque, matiza: "Era el segundo preparador físico, más que nada hacía de recuperador, me quedaba con los que no iban convocados… pero viví el día a día del equipo".

Mane ya viajó a Ceuta como visitante. Lo hizo cuando formaba parte del Puerto Real, para medirse al Murallas en Tercera división, pero se apresura a aclarar: "No es lo mismo. Esto de enfrentarse al primer equipo de la ciudad es algo especial. Desde que acabó el partido con el Jaén tengo un gusanillo por dentro".

"No podemos perder la humildad, pero ir como segundo clasificado, equipo revelación, haciendo buen fútbol es un aliciente más, porque todo el mundo te habla de tu equipo con mucho reconocimiento", reconoce. "Si ganamos ya es la bomba".

Mane, aunque bajo la supervisión del primer entrenador, es el máximo responsable de la preparación física de los albinegros. Una cuestión especialmente analizada en las últimas semanas, en la que el equipo de La Línea arrasa en la primera mitad, en las que deja los encuentros vistos para sentencia, pero bajan su nivel tras el descanso. "El remedio más lógico es no correr tanto en las primeras partes", bromea cuando se le habla de este asunto.

"Yo firmaba seguir haciendo unos primeros tiempos espectaculares, dejar los partidos casi sentenciados y sufrir un poquito después", asegura. "Hasta ahora nos está saliendo de fábula".

"Hay que entender que los primeros cuarenta y cinco minutos los estamos jugando a un ritmo impresionante y es lógico que después nos pase un poco factura el esfuerzo que hacen los futbolistas, además de que los rivales, que se ven perdidos, arriesgan un poquito y hay que tomar algunas medidas", acaba.

Alberto Merino, por su parte, desembarcó en Ceuta después de descender con la Balona en Mallorca. Jugó dos años al otro lado del Estrecho, bajo las órdenes de Nene Montero, la primera temporada, José Enrique Díaz y Álvaro Pérez, después.

"Tengo un magnífico recuerdo de aquello, pero el mal sabor de boca de que después de haber estado todo la temporada arriba, cuando ya parecía que teníamos la liguilla asegurada, la dejamos escapar en las últimas jornadas", recuerda.

"Hice amigos allí, la afición estaba muy contenta con mi trabajo y la verdad es que sí, que tengo ese gusanillo de volver a jugar en ese campo, aunque yo ya lo hice, con el Cartagena", explica.

"Lógicamente ahora que las cosas van bien, que estoy jugando, gusta más ir, pero tenemos que hacerlo con mucha humildad, porque será un encuentro muy complicado", finaliza el veterano jugador balono.