El Nuevo Mirador cumple 15 años llenos de contrastes
El tercer hogar del Algeciras fue inaugurado el 9 de junio de 1999 y ha sido testigo de cinco ascensos, cuatro descensos y hasta dos encierros
El Nuevo Mirador cumplió ayer quince años. Un periodo de tiempo en el que su inquilino, el Algeciras Club de Fútbol, ha vivido un auténtico viaje en montaña rusa y ha hecho de un edificio relativamente joven un lugar en el que se han escrito ya infinitas páginas para la historia algecirista. Por el momento, el Nuevo Mirador ha visto partidos del Algeciras en cuatro categorías -Primera Andaluza, Tercera, Segunda B y Segunda división- y ha sido testigo de cinco ascensos y cuatro descensos. Hasta ha albergado la Copa del Mundo que ganó España en 2010.
Fue un miércoles 9 de junio de 1999 cuando se inauguró en el polígono de La Menacha el estadio Nuevo Mirador. Nació con el reto de sustituir en el corazón del algecirismo al viejo campo, el añorado Mirador, que en casi medio siglo de existencia se había convertido en el gran símbolo del Algeciras. Todavía no había sido reemplazado por El Corte Inglés el abuelo cuando vino al mundo el nieto, también, en medio de la polémica. El Ayuntamiento, entonces con Patricio González como alcalde, se apresuró a estrenarlo ante la cercanía de las elecciones municipales, con esa intención tan política de traducir la nueva infraestructura en votos. No se tuvo en cuenta (y si se tuvo, se desechó) que el primer equipo algecirista andaba inmerso en un asunto tan delicado como una fase de permanencia en Segunda B.
Con dudas sobre la oportunidad y el oportunismo de su inauguración llegó el día. Vino el Real Betis, entonces el único equipo andaluz en Primera. Y venció con un gol de Benjamín. Antes se había llevado a cabo un desfile de jóvenes jugadores de la escuela algecireña y de ex jugadores del Algeciras de distintas épocas. Había más de seis mil personas en el campo que tributaron una pitada al alcalde cuando éste pronunció su discurso. El caso es que la precipitación con que se inauguró el estadio hizo que los accesos no estuvieran en condiciones y se produjeran largas colas de coches a la entrada y, sobre todo, a la salida. Lo que nadie sabía entonces es que esos atascos, en mayor o menor medida, han seguido acompañando a todos los partidos del Algeciras desde entonces, especialmente los de mayor trascendencia.
Cuatro días más tarde del estreno llegaron las elecciones y revalidó la alcaldía Patricio González con el PA. Una semana después el campo estaba cerrado cuando el algecirismo, en el viejo estadio, lloraba su descenso a Tercera pese a derrotar al Caudal de Mieres por un insuficiente1- 0. Esto es lo que sucedía en aquellos días. Cuando empezaba la etapa más convulsa de la historia del Algeciras. Ese verano llegó al Nuevo Mirador un jiennense llamado Quico Álvarez que logró devolver al equipo albirrojo a Segunda B además de ganarse para siempre el respeto y el cariño de todos los que le trataron.
Mientras, la piqueta convertía en historia el campo antiguo. El Nuevo Mirador siguió viendo tres temporadas más fútbol de SegundaB hasta que en 2003 albergó una de las mayores fiestas celebradas por el algecirismo. El equipo albirrojo, de la mano de José Luis Montes y un grupo de jugadores memorable, había dado el salto a Segunda división A veinte años después. La gloria duró poco. Las paredes del Nuevo Mirador asistieron en la 2003-04 a una de las temporadas más tristes de la historia algecirista. Bajó el Algeciras a Segunda B y acabó sexto a las órdenes del catalán Jordi Vinyals. A la siguiente se produjo el descenso a Tercera, cuando el club ya llevaba meses sufriendo los efectos de una galopante crisis económica. Fue la primera vez que los jugadores se encerraron en protesta por el impago de sus salarios. Tres años después volvería a repetirse el encierro. En la 2006-07, no obstante, con Manolín Núñez de entrenador, el Nuevo Mirador volvió a vivir un nuevo ascenso a Segunda B. Aunque la alegría que produjo el nuevo salto también fue efímera. Al final de la 2007-08 el palo fue doble. El equipo bajó Tercera en el campo y a Primera Andaluza en los despachos. La noche del 1 de agosto de 2008 fue terrible. Tras multitud de cambios en la directiva tras la marcha, años atrás del eterno presidente Bernardo Martín, se había hecho cargo del club el empresario cordobés Miguel Ángel Verdejo. Venía como salvador, pero fue verdugo, porque no pagó la deuda con la AFE y el Algeciras re-descendió. A raíz de aquello el Nuevo Mirador pudo quedarse sin el Algeciras. Pero un grupo de socios asumió las riendas del maltratado club y al final de la temporada 2008/09 que acaba de terminar en La Menacha se celebró un nuevo ascenso, el cuarto, el que devolvía al Algeciras a categoría nacional justo antes de que su casa cumpliera diez años.
Cuatro temporadas tardó el Algeciras en celebrar un nuevo ascenso. Fue en junio de 2013, con el campo abarrotado como en las grandes citas, con un 4-0 sobre el Tropezón y con Manolo Sanlúcar al mando. Esa misma temporada, la 2012/13 el Nuevo Mirador albergó grandes citas, como las visitas del Betis, Sevilla y Málaga para celebrar el centenario de la entidad albirroja. La campaña que acaba de finalizar también se las prometía felices para los fieles del coliseo albirrojo: la Copa del Rey trajo a otro grande, la Real Sociedad, y eternos rivales como Cádiz y Balona cayeron ante la fiel parroquia algecirista, pero al final se consumó un nuevo descenso, el cuarto que ve la tercera casa albirroja.
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