Ñoño, suspendido de empleo y sueldo en el San Fernando

El delantero del San Fernando Club Deportivo, Antonio Asensio, Ñoño, ha sido suspendido de empleo y sueldo por el club, ya que la entidad azulina aplicó el régimen disciplinario, argumentando que el castigo se producía principalmente por arrojar la camiseta del equipo isleño al suelo tras la expulsión en el choque disputado el domingo contra el UCAM de Murcia y que concluyó con un empate sin goles.

Ñoño argumentó ayer lo ocurrido y mostraba gran pesar por los hechos acaecidos, señalando: "Tirar la camiseta fue un acto del que ni siquiera me di cuenta" ya que "estaba ciego por la injusta expulsión que estaba sufriendo" y además "es la primera vez en mi vida que me pasa".

El delantero tiene claro que está totalmente "arrepentido de lo que ocurrió" ya que "yo también entreno a pequeños" y esa imagen "daña mucho el fútbol".Por ello, solamente le queda "pedir públicamente perdón" además de "intentar que nunca más vuelva a ocurrir", sentenciaba.

De todas maneras y para ser justos, cabe señalar que las imágenes demuestran que la mano que le significa la segunda cartulina amarilla es totalmente involuntaria y que es el balón el que va al cuerpo del jugador. "Yde ahí mi enfado". Ñoño asegura que "para mi la camiseta del San Fernando es muy grande, porque yo soy de La Isla y he jugado en sus escalas inferiores. Por ello, la reacción de tirarla no es más que un acto reflejo, para nada contra el equipo, ni el club, ni mucho menos", afirmaba.

El jugador manifestaba que "en el acta el árbitro, al que también le pedí perdón, no ha reflejado nada y espero que la sanción sea mínima", puntualizaba. El Comité de Competición de la Federación Española ha impuesto sólo un partido de sanción a Ñoño.

El delantero estuvo a un paso de firmar por la Balompédica en el verano de 2011, pero el mismo día que acudía a las oficinas del estadio Municipal para firmar su contrato comunicó a la directiva de Alfredo Gallardo que se marchaba de vuelta a San Fernando para enrolarse en la entidad azulina, que aquella campaña todavía militaba en Tercera antes de su ascenso el pasado curso.