La tertulia deportiva de 'Europa Sur'

Juan Quirós, el pionero entre los golfistas de Guadiaro

  • El veterano profesional, que reclama mejoras para el circuito senior, repasa su dilatada trayectoria, salpicada de simpáticas anécdotas por todo el planeta

Rubén Almagro, Manu Gil, Juan Quirós, Adolfo Ramos, Alessio González y Rafa Máiquez, a las puertas de El Cortijo.

Rubén Almagro, Manu Gil, Juan Quirós, Adolfo Ramos, Alessio González y Rafa Máiquez, a las puertas de El Cortijo. / reportaje gráfico: jorge del águila

El golf -uno de los deportes que cuenta con más licencias en el Campo de Gibraltar- se apoderó ayer de la vigésimo segunda entrega de La Tertulia Deportiva de Europa Sur, que como ha sucedido desde su arranque allá por el mes de septiembre, tuvo como escenario el coqueto salón del restaurante El Cortijo de Guadacorte, en Los Barrios. El guadiareño Juan Quirós -el primer profesional de la comarca que reunió méritos para disputar el entonces casi inaccesible Circuito Europeo- y el algecireño Adolfo Ramos, el galardonado greenkeeper jefe del club de Valderrama de San Roque, compartieron mesa, mantel y un exquisito menú junto a tres representantes de esta casa y a Manu Gil, colaborador de este diario y redactor de El Periódico de Sotogrande.

Como excusa para tan agradable charla, la reapertura del emblemático club, sede de la Ryder Cup de 1997, después de tres meses en los que ha llevado a cabo una cuidada metamorfosis de sus nueve primeros hoyos, pensando ya en el Andalucía Masters que se celebrará el próximo mes de octubre.

Juan Quirós hace años que se constituyó en todo un icono por su condición de pionero entre los golfistas profesionales de la comarca. Un título que defiende con mucho orgullo. No es de extrañar. El segundo de once hermanos llegó a recoger bolas para sufragarse los gastos después de haber conseguido un título nacional con apenas 19 años. El veterano jugador es una fuente de anécdotas, tan inagotable como la sonrisa que le hizo famoso en el Tour continental. A sus 61 años ejerce ya de veterano ilustre, al que le chirrían muchos de los cambios que se han dado en un deporte que le sigue apasionando y en el que tiene la sensación de que aún no ha dicho su última palabra.

"La diferencia principal entre los jugadores que comienzan ahora y yo es que en mi casa había que buscar ingresos y yo con quince años ya pensaba igual que ahora, sabía que había que trabajar para poder comer y me iba a clase después de mi jornada porque no quería ser una persona inculta y todo eso representaba un gran sacrificio", explica Juan Quirós.

"Sin embargo ahora todos son teléfonos, tablets... los chavales necesitan que los guíen, que los enseñen y muchas veces los principales enemigos de los que empiezan son los padres, porque todos creen que sus hijos van a ser Jon Rahm", en referencia al jugador vasco que ha irrumpido con fuerza en el panorama golfístico internacional. "Eso es muy difícil, necesita de mucho esfuerzo, no todos pueden llegar".

"Cuando yo empecé jamás tuve todos los palos de la misma marca, hasta que Sáez de Vicuña -por entonces presidente de la Federación Española- me regaló una bolsa. Ahora no, ahora los padres le compran una cada año, sin darse cuenta de que le arrebatan el derecho a aprender que es necesario sacrificarse para tener cosas".

Juan Quirós sigue a vueltas con los cambios que ha experimentado su deporte en las más de tres décadas que el guadiareño lo lleva practicando. "Ahora los jugadores son más físicos, trabajan mucho más ese aspecto, pero menos la habilidad. A muchos los querría yo ver con los palos que había en mis tiempos. Entonces el golf estaba más en la cabeza y en la habilidad de las manos".

A lo largo de la agradable charla sobre golf salen a la palestra nombres como los de Álvaro Quirós, María Parra... a los que Juan Quirós considera que no tiene "nada que enseñar" pero por los que demuestra un afecto infinito.

El veterano profesional, que se arrepiente de no haber insistido en su aventura como senior en Estados Unidos después de su primera intentona fallida, reclama no sólo en el mundo del deporte, sino en otros muchos ámbitos de la vida civil, ayudas institucionales al mecenazgo. "El gobierno debería establecer desgravaciones a las ayudas a los deportistas, porque así sería más fácil que las grandes empresas y también los sponsors privados dieran un paso adelante", sostiene.

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