Hugo Díaz: ¿adiós o hasta luego?

real balompédica linense

El delantero se incorpora al Puertollano pero no descarta regresar a la Balompédica la próxima temporada "Éste ha sido el año en el que más he disfrutado como futbolista" "Me quedo con la espinita de que llegué pensando que jugaría la liguilla con la Balona"

Hugo Díaz, durante un entrenamiento en el Municipal.
Hugo Díaz, durante un entrenamiento en el Municipal.
Rubén Almagro La Línea

13 de mayo 2014 - 05:02

Hugo Díaz empezó ayer a ejercer de exjugador de la Real Balompédica Linense. En la mañana del pasado domingo quedó desvinculado del equipo albinegro para sumarse al Puertollano, que se disputará una plaza en la Segunda división B en la eliminatoria de campeones de Tercera que le enfrentará desde el próximo fin de semana al Lealtad asturiano. El delantero, tras la conversación que mantuvo en su despedida con el gerente Mario Galán, no cierra la puerta a un hipotético regreso al vestuario del Municipal ("hemos quedado emplazados para cuando finalice la temporada") y asegura que la que termina ha sido la andadura en la que más ha "disfrutado como futbolista".

"Al jugar en el Puertollano no trato de reivindicar nada, sino que se produce la oferta, yo hablé con el presidente y con Mario Galán, lo vieron bien y llegamos a un acuerdo, hasta el punto de que fueron ellos los que no quisieron que jugase contra el Albacete, porque yo estaba dispuesto a intentar ayudar al equipo hasta el último momento para que nos metiésemos en Copa del Rey", recalca el delantero cordobés. "Siempre es bonito jugar una liguilla, porque además yo he participado en dos y en ambas me quedé en el camino, así que estoy ilusionado con la posibilidad de celebrar un ascenso".

Hugo Díaz hace un balance personal "bueno" de su participación en la campaña que finalizó el pasado domingo para la Balona. "Nueve goles en Segunda B supone un número bastante positivo y es cierto que no he tenido continuidad en la segunda vuelta, porque Copi estaba más acertado que el resto, pero yo he intentado sumar cuando tenía el rol de titular y cuando me tocaba ser suplente hacía lo imposible por remar para que llegásemos al objetivo", dice.

"Me quedo con la espinita de que llegué hace un año convencido de que podría jugar una liguilla con la Balona y ver poco a poco cómo se apagaba esa llama ha sido duro", reflexiona el delantero. "Durante treinta jornadas estuvo encendida, yo pensaba que no se iba a apagar y por desgracia se fue apagando... y yo creo que el batacazo fue el día del Cádiz y luego la derrota en El Mirador con el Algeciras".

Hugo Díaz recalca una y otra vez que no tiene "nada que recriminar" a ni uno solo de los que le han rodeado en su paso por La Línea. "Yo he estado súper a gusto, no tengo nada de qué quejarme y la prueba es que la temporada se me ha hecho cortísima, parece que hayan pasado tres días desde que empecé a entrenarme a mediados del mes de julio".

"Yo nunca he dado ruido, siempre he tenido las cosas claras y he sabido acatar las decisiones del míster, que es el que decide cómo hacer las alineaciones y además en este caso si el pone a Copi y no salen los resultados yo hubiese podido levantar la voz, que tampoco lo hubiese hecho, pero él estaba haciendo goles en la segunda vuelta y era comprensible que siguiese jugando en mi posición", reflexiona en voz alta.

Preguntado por las causas del espectacular descenso de rendimiento que ha protagonizado el equipo de La Línea en los dos últimos meses, que le ha llevado incluso a perder la sexta plaza en la última jornada, comenta: "La verdad es que no lo sé, imagino que los resultados han ido marcando un poco nuestra marcha y que tras la lesión de Manu Palancar la defensa sufrió un poco [argumento éste defendido por este periódico recientemente] y creo que el día del Cádiz nos pegamos el batacazo y a partir de ahí es verdad que la posibilidad de jugar la Copa nos parecía algo irrisorio y por eso fuimos cada vez a menos".

Hugo Díaz se apresura a romper una lanza en favor del entrenador, Rafa Escobar, en lo que se refiere al desenlace liguero: "Lo que sí es verdad es que el míster intentó desde primera hora que esto no sucediese, intentaba inculcarnos que había que ganar un partido para jugar la Copa del Rey, que era algo muy importante para el club y muy bonito para nosotros, pero el vestuario no reaccionó después de la derrota con el Cádiz".

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