Francis Fajardo, el balono vinotinto
real balompédica linense
El zaguero venezolano confía en obtener esta semana el visado para entrar en España y sumarse a su equipo, al que ya denomina "la Balona" y del que le han contado que tiene "una fanaticada impresionante"
Francisco Javier Fajardo no podrá desemabarcar en La Línea como muy pronto hasta el próximo fin de semana. El defensa diestro venezolano está a la espera de que hoy mismo culminen con éxito los trámites burocráticos que está llevando a cabo la directiva de la Real Baompédica, que le permitirán en un plazo de entre tres días y una semana conseguir el visado que le abre las puertas del suelo español. Sin embargo, el defensa ya habla como si fuese un integrante más de la plantilla del centenario conjunto linense. De hecho, se refiere a él como "la Balona" y el pasado sábado, a primera hora, ya tenía conocimiento de los datos más significativos del amistoso que el equipo de Rafa Escobar había disputado un día antes en el Muñoz Pérez de Estepona frente al titular de dicha localidad malagueña. "Acabaron uno a uno y por lo visto no fue un gran partido. En el momento en el que calculé que había terminado, lo miré en internet, porque quiero estar al tanto de todo", explica el internacional vinotinto.
Fajardo (al que sus amigos conocen como Fran) resalta en una entrevista concedida desde su país a Europa Sur que ha disputado cuatro amistosos con "la selección de mayores" de Venezuela y que fue convocado en un partido de competición oficial, aunque no llegó a ser alineado.
Con la sub-20 logró la clasificación para el Mundial de Egipto y con su club, el Aragua, en el que se forjó desde muy pequeñito, además de ser campeón de Copa de su país tomó parte en una Copa Sudamericana (similar a la Europa League). "No me ha dado tiempo a hacer mucho más", dice con una sorprendente modestia para un tipo que, todavía en edad sub-23, presenta semejante currículum.
A comienzos de este verano le llegó a través de su representante, Juan Luis Dávila, la posibilidad de venir a España y se desvinculo de lo que él ya denomina su "exequipo", con el que mantiene tan buena relación que sigue entrenándose con la plantilla para poder llegar a la Balompédica en las mejores condiciones para competir por una plaza.
"Desde que me hablaron de la posibilidad de fichar en la Balona me encantó, la directiva del Aragua lo entendió y no me ha puesto más que facilidades", explica el futbolista. "No podía rechazar la posibilidad de ir a España y menos a un equipo del que me han contado que es muy bueno, que pelea por ascender, que tiene una gran historia y que me dicen que tiene una fanaticada extraordinaria, impresionante".
"Estoy muy agradecido a la directiva por la oportunidad que me está dando de poder jugar en Europa con la Baona y de dar mis primeros pasos allá, de verdad que estoy muy contento", recalca.
"¿Qué por qué sé que se le dice Balona? Desde que mi representante me habló de la posibilidad de firmar he mirado en las páginas webs, he investigado como serán mis futuros compañeros... Sé que viste de negro y blanco, quién es el entrenador... todo".
Fajardo, que aprovecha para aclarar que aunque se siente "más a gusto" en el costado derecho de la retaguardia, en el Sudamericano sub-20 actuó en la izquierda, matiza que aunque por su condición de internacional tiene fijados objetivos ambiciosos "lo que ahora me siento es muy agradecido al equipo de la Balona".
"Voy a España con todas las ganas y la ilusión de ayudar a mi equipo a conseguir sus objetivos y con las expectativas de aportar mi granito de arena", asegura.
"Sé la espera que están teniendo, la confianza que están demostrando y tengo que agradecérselo con mi fútbol en el futuro", se compromete el defensa, que no quiere venderse a esa aficiónde la que tan bien le han hablado. "Todo se verá cuando esté jugando", se limita a responder.
"Creo que un futbolista rápido, al que le gusta ir de cabeza y anticiparme y analizar al contrario para poder ganarle la partida", se define Fajardo, al que la afición de La Línea espera con los brazos abiertos y con muchas dosis de curiosidad.
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