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Ezequiel pide paso

  • El centrocampista de la Balompédica se reivindica con su partido en Lucena y llama a las puertas de la titularidad · "Ahora tengo que asumir que soy suplente, pero trabajo todos los días para cambiar esa situación", asegura

Ezequiel Rojas Piñer (La Línea, 22 de junio de 1990) reivindicó el pasado domingo, en el Ciudad de Lucena, su derecho a serle útil a la Real Balompédica para alcanzar los objetivos más ambiciosos.

El centrocampista parecía señalado porque en su única aparición como titular en la presente andadura, en Lepe, la Balompédica encajó, a manos del San Roque, el más severo correctivo en muchos meses (4-0). La pasada campaña acabó por convertirse en uno de los pilares sobre el que se sostuvo el equipo de La Línea en los últimos meses de competición, los decisivos para alcanzar el ascenso a Segunda B. En ésta apenas ha jugado a ratos en diez partidos de Liga (en los que promedia menos de 25 minutos) y uno de Copa. En suelo aracelitano los albinegros carecían de equilibrio hasta que el exzabalista saltó al césped sintético. En la media hora que restaba de encuentro frente a uno de los gallitos del grupo, la Balona no sólo pasó menos apuros, sino que incluso pudo ganar. Ahora Ezequiel quiere más.

"Yo siempre que juego trato de ayudar al grupo y puede que cuando salí en Lucena ganásemos algo en frescura, pero creo que desde que comenzó la segunda parte habíamos comenzado a hacer las cosas muy bien y que merecíamos un mejor resultado", afirma el jugador, para el que significaron muchos los elogios en rueda de prensa posterior al duelo le dedicó su preparador, Rafa Escobar. "Hombre no viene mal que el entrenador te haga un guiño, pero yo lo que tengo que hacer es seguir entrenándome fuerte para trata de aprovechar al máximo los momentos que tenga".

Ezequiel no se resigna al papel de suplente que le otorgado el entrenador en lo que va de temporada. "No es que lo asuma o lo deje de asumir, es que ahora mismo la situación mía es que estoy de suplente y que en un equipo que está quinto clasificado es más difícil entrar, así que no queda otra que esperar mi momento", reflexiona. "Lo que puede tener claro todo el mundo es que voy a trabajar todos los días para cambiar esta situación, porque yo confío en mis posibilidades".

"No es que esta semana vea las cosas de otra manera, es que, quitando en Lepe, cuando salía tenía muy pocos minutos y así es muy difícil demostrar el trabajo que vengo haciendo durante todo el año", recalca. "Es verdad que en Lucena tuve más tiempo en el campo, pero que tengo claro que para poder aprovechar eso me tengo que sacrificar día a día", recalca.

El canterano balono admite que en los últimos meses, al verse repetidamente fuera de la alineación e incluso de alguna convocatoria, se desmoralizó. "Claro que he llegado a venirme abajo. A veces me preguntaba si estaba haciendo algo mal y sufría porque no encontraba la respuesta pero después reflexionaba y he llegado al convencimiento de que me he seguido entrenando como siempre, porque a mí me gusta machacarme, y que, simplemente, mi momento en esta Liga aún no ha llegado".

"No creo que sea un problema del salto de categoría, sino que el mister confió en unos jugadores al comienzo, la cosa ha ido bien y así es muy difícil meter la cabeza", puntualiza.

"Tampoco creo que me vaya a beneficiar de la salida de Chico Díaz de la plantilla, entre otras cosas porque un club como éste seguro que se va a reforzar con un jugador para ese puesto en cuanto se pueda", puntualiza. "Yo esté o no él tengo que seguir trabajando, aunque es verdad que durante unas semanas habrá un hombre menos en mi puesto, pero yo tengo que ser ambicioso y trabajar para jugar cada domingo, esté quien esté".

Una variante que hasta ahora nadie parece haber barajado es que la Balompédica reestructure un poco su filosofía de juego y Ezequiel forme parte de un trivote en la zona ancha. E incluso que, sin cambiar el sistema ni un ápice, se desenvuelva como mediapunta, una función que ya desempeñó en su etapa en el Atlético Zabal y en el que sus actuales inquilinos, Ocaña y Copi, no parecen terminar de cuajar. "Yo lo que quiero es jugar… por mí como si me quiere poner de portero". Más claro, agua.

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