Deportes

Esplendor en la hierba

  • La empresa Azahar comenzó esta semana a hacer desaparecer el césped natural del Estadio Municipal, lo que supone ponerle el punto y final a cuarenta años de historia de La Línea y de la Balompédica

La empresa Azahar Jardines y Riegos puso esta semana en marcha la operación de sustitución del césped natural del Municipal por el sintético del que será dotado gracias a la aportación de los fondos del gobierno central para reducir el paro, aunque desde la llegada del actual equipo de gobierno se habló en infinidad de ocasiones del cambio de emplazamiento. Es el punto de partida para el futuro y el punto y final a cuarenta años de historia ligada profundamente al cierre de la frontera. La desaparición del escenario en el que se han producido algunos de los momentos más importantes de la historia de La Línea en el último medio siglo.

El ahora estadio Municipal, una macro-obra de cemento muy al gusto de la época, fue levantado junto al entonces denominado Parque Princesa Sofía para ejercer de escaparate al que se asomasen los gibraltareños después del cierre de la Verja y, de alguna manera, como compensación al pueblo linense, cuya economía había saltado hecha añicos con aquella decisión del general Francisco Franco.

El recinto fue estrenado con el nombre de estadio José Antonio (por José Antonio Elola Olaso) el 15 de octubre de 1969, tomando el relevo del viejo San Bernardo, al que no hace tanto la demoledora piqueta convirtió en sólo un recuerdo.

El primer encuentro que se jugó en el desde entonces templo del balonismo fue el que enfrentó a la selección española de Gento, Gárate, Gaztelu, Pirri, Amancio... contra Filandia. Las gradas se habían llenado con excursiones llegadas desde todas partes y organizadas por las autoridades, que regalaban entradas y bocadillos. El equipo nacional goleó por 6-0, pero el partido carecía de interés real, porque España ya había perdido las opciones de estar en el Mundial de México.

Cuatro días después, la Balona saltó al césped en encuentro oficial por primera vez para enfrentarse al Cádiz. Al final, 1-1 con un gol de Cáceres que pasó a la historia como el primero que anotaba la Balona en su nuevo campo.

En los últimos cuarenta años la Balompédica ha podido celebrar en ese recinto el inolvidable ascenso a Segunda B contra el Hellín en junio de 1999 con más de diez mil almas en las gradas y con dos goles de Juan Antonio García León; salvaciones in extremis como las conseguidas ante el Toledo (en un encuentro en el que los futbolistas se fueron del terreno de juego descendidos y volvieron al césped para celebrar la permanencia con la afición) en 1991 y el Alicante en 1975 (que precisó de un partido extra en Puertollano) o las victorias coperas ante Cádiz y Sevilla.

Además, el césped que ya ha dejado de existir y sobre cuya implantanción existieron todo tipo de leyendas urbanas, soportó el paso, con motivo del ya extinto trofeo Ciudad de La Línea de los mejores equipos del planeta: Real Madrid, FC Barcelona, Athletic de Bilbao, Palmeiras, Lazio, Bayern Munich, Liverpool, Real Betis Balompié, PSV, Valencia, Zaragoza, San Lorenzo de Almagro, Deportivo de La Coruña, Nottingham Forest, Anderlecht, Ujpest Dosza, Hadjuk Split… y por ende, de los jugadores más importantes de diferentes etapas del balompié mundial.

La posibilidad, muy remota, de que algún día pudiese volver a disputarse el torneo que puso a La Línea en el mapa futbolístico universal desaparece al convertir su terreno de juego en uno de césped sintético.

Otro de los grandes acontecimientos que albergó el césped se produjo el 7 de junio de 1984, cuando la España de Miguel Muñoz jugó un encuentro de preparación ante Yugoslavia con vistas a aquella Eurocopa del fallo de Arconada en la final ante Francia.

Con el paso del tiempo, aquella mole sufrió las consecuencias de la aluminosis. En la temporada 90-91 la Balona se vio obligada a jugar un partido en el campo anexo A y también fue necesario un trabajo importante para resolver el problema, al tiempo que se abrió la puerta para que los bajos de sus gradas de preferencia y tribuna, hasta entonces inutilizados, se convirtiesen en sede de asociaciones de toda índole.

Con independencia de los espectáculos eminentemente deportivos, el Estadio Municipal ha dado cabida a atracciones como las carreras de motos sobre ceniza o las actuaciones musicales de Julio Iglesias, Alejandro Sanz, Ricky Martin, Chayanne o Isabel Pantoja.

La decisión del Ayuntamiento -que a fin de cuentas es el propietario de la instalación- de permutar el césped natural por uno sintético de última generación cuenta con el apoyo casi unánime de la asamblea de la Real Balompédica, que de ello dejó constancia en su última convocatoria.

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