La Real Federación Española de Balonmano dio a conocer ayer que en la reunión celebrada el pasado día 21 de mayo concedió las medalla e insignia de bronce al Mérito Deportivo al presidente del Ciudad de Algeciras, Pedro Soria Fernández. El acto de entrega de los premios nacionales de este deporte tendrá lugar el próximo sábado día 18, en el museo López Villaselñor de Ciudad Real. El presidente de la Española, Francisco Blázquez, transmitió personalmente la noticia a Pedro Soria, al que le hizo saber del reconocimiento de todo el deporte nacional por su "inestimable labor" para el crecimiento del balonmano.

Pedro Soria es lo que se conoce como un hombre de balonmano de toda la vida. En 1975 dio sus primeros pasos en este deporte en el Piñero Atlético, equipo de la Parroquia del Espíritu Santo de La Piñera. Aquel jugador se ha convertido en el presidente de la entidad representativa de Algeciras, con diecisiete equipor federados y catorce escuelas de iniciación, lo que supone que reúne a medio millar de niños.

Pedro Sorioa no sólo ha dejado constancia de su amor por el balonmano en Algeciras, sino también en su paso, por motivos laborales, por la isla de La Gomera, donde aprovechó su estancia no sólo para dirigir al equipo local, sino para organizar su estructura de cantera.

Entre sus innumerables logros en Algeciras tiene el de haber sido el presidente del entonces denominado BM Corchrisa cuyo equipo senior masculino alcanzó el ascenso a la Liga Asobal, lo que supuso todo un hito.

Además de organizar numerosos eventos de primer nivel en la ciudad, en 2005 fundó el Club Balonmano Playa Algeciras, que llegó a ser campeón de España y a representar a la ciudad en un Europeo.

"Todo esto sirve para hacer un pequeña parada y pensar en lo vivido en el mundo del balonmano", afirma Pedro Soria, casi ruborizándose.

"No es un reconocimiento a mí, es a todas las personas que han compartido ilusiones y esfuerzos en todos estos años", recalca. "Si he hecho algo bien creo que ha sido rodearme de buena gente que han creído como yo que el trabajo merecía la pena".

El mandatario no olvida a su familia, a la que le agradece públicamente que le haya "permitido dedicarle tanto tiempo a estos menesteres".