Djokovic-Murray, una final sin favorito

Murray, entrenándose.
Murray, entrenándose.
S. Fest (Dpa) / Melbourne

30 de enero 2011 - 05:02

Novak Djokovic y Andy Murray se cruzan en una final del Abierto de Australia que combina el rabioso presente con la historia en sepia. El serbio busca su segundo título de Grand Slam y convertirse en una amenaza concreta para el duopolio que forman Rafael Nadal y Roger Federer. El escocés busca lo mismo, poner nerviosa a la dupla dominante, pero ganar no sólo implicaría la conquista de su primer torneo de Grand Slam: significaría el final de 75 años de frustraciones británicas, porque desde Fred Perry en el US Open de 1936 uno de los suyos no gana un grande.

Murray, el tercer británico en la era abierta en llegar a una final de Grand Slam tras John Lloyd y Greg Rusedski, niega que la historia vaya a jugar un papel para él. "Es más un sueño personal o un objetivo mío. No he pensado mucho en el asunto histórico. Y tampoco quiero obsesionarme con eso y jugar un partido horrible", aseguró el finalista del US Open 2008 y Australia 2010.

Será un duelo de jugadores similares: 23 años ambos, poderoso juego de fondo, muy buenos servicios y reveses a dos manos. Apenas la tercera final sin Nadal ni Federer en los últimos 24 torneos de Grand Slam.

Campeón de Australia en 2008, Djokovic viene jugando a gran nivel, una continuidad del tenis que lo llevó a la final del US Open 2010 y a arrebatarle, por pocas semanas, el número dos a Federer. Pero Murray es una seria amenaza para el balcánico en varios sentidos: su tenis está en ascenso, la historia lo empuja y, por si le faltara algo, los últimos tres campeones en Australia fueron aquellos que jugaron su semifinal en viernes. Djokovic, beneficiado con un día de descanso extra, la disputó el jueves.

"El partido ante Federer fue una semifinal que desgastó mucho en lo mental y en lo físico. Pero ahora estoy perfecto", aseguraba un Djokovic que tiene bien grabado en la memoria su primer duelo con Murray: un 6-1 y 6-0 a favor del británico en un torneo juvenil en Tarbes, Francia. Ahora, sin embargo, la ventaja es suya en los enfrentamientos como profesionales por 4-3, aunque perdió los últimos dos.

Curiosamente, en 2010 no hubo choques entre ambos. El hecho de ocupar casi siempre la tercera y cuarta posiciones del ranking mundial los situaba en sectores opuestos del cuadro. Hubo, en cambio, otro tipo de duelos, con una pelota bastante más grande y diez jugadores acompañando a cada uno. "Desafortunadamente viene ganando esos partidos", dijo con una sonrisa Djokovic en referencia al fútbol, un deporte del que ambos son fanáticos.

En una noche en la que el termómetro superará los 30 grados, Djokovic y Murray tienen en sus manos comenzar el año dando un puñetazo en la mesa. Algo así como "Rafa, Roger, esto ya no es sólo de ustedes".

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