Contador pide la absolución

Con traje oscuro y ojos enrojecidos el ciclista Alberto Contador puso ayer fin a cuatro duros días de audiencia ante el TAS y ya sólo espera la sentencia que le absuelva del positivo por dopaje en el Tour de Francia de 2010.

Contador tuvo ayer la última palabra en la audiencia en el TAS, que durante cuatro días estudió su caso. En un alegato final de 15 minutos y visiblemente conmovido pidió su absolución en el Chateau Bethusy, sede en la ciudad suiza de Lausana del Tribunal Arbitral del Deporte (TAS).

La AMA (Agencia Mundial Antidopaje) y la UCI (Unión Ciclista Internacional) piden dos años de sanción. Tres jueces, encabezados por el israelí Efraim Barak, deben decidir si el triple campeón del Tour es culpable de dopaje por clembuterol. La decisión llegará en enero de 2012. Entre el hecho y la sentencia podrían pasar 18 meses.

Contador dio positivo por una mínima cantidad de clembuterol el 21 de julio de 2010, en un día de descanso en el Tour. El español, que alega que fue producto de una ingesta de carne contaminada, se enfrenta a una sanción y a quedar desposeído de los triunfos desde la fecha del positivo, entre ellos el Tour de 2010 y el Giro de 2011.

Contador, presente en la audiencia y que el miércoles declaró ante los jueces, siempre ha negado haberse dopado. Los detalles de los alegatos finales de la defensa y la acusación no fueron difundidos. El TAS renunció a dar una rueda de prensa tras el proceso. "Estamos satisfechos, pero no se puede decir más", dijo uno de los abogados de Contador. Todas las partes están obligadas a guardar silencio. Poco antes de las 13:00, Contador dejó la sede del TAS sin hablar y se metió en un taxi junto a su hermano y manager, Fran Contador. "Hay muchos documentos por analizar", dijo Reeb, que descarta por ello una "sentencia rápida".

Contador intentó el miércoles en un discurso de una hora defender su inocencia basada en la ingesta de carne contaminada. Como testigos fueron citados, entre otros, sus ex compañeros en el equipo Astana Paolo Tiralongo y Benjamín Noval.

La audiencia tuvo momentos estrambóticos, como cuando la defensa recurrió a un experto estadounidense en detectores de mentiras y a un detective privado, o cuando la acusación pidió el testimonio de ganaderos españoles y del carnicero vasco que vendió la carne que comió Contador.

También el experto alemán en dopaje Wilhelm Schänzer expresó su opinión. En su laboratorio de Colonia se descubrieron en la sangre del ciclista la mínima cantidad de clembuterol y restos plásticos.

La AMA y la UCI, que recurrieron al TAS tras la absolución decretada por la Federación Española de Ciclismo en febrero de 2011, no reconocen límites al clembuterol y consideran dopaje cualquier cantidad por mínima que sea.