El Balonmano Ciudad de Algeciras ha perdido este domingo, en el pabellón Juan Carlos Mateo y a manos del Melilla Ciudad del Deporte (Virgen de la Victoria) su condición de invicto (26-29) en la tercera jornada del grupo F de la Primera Nacional. Los que entrena Iñaki Pérez han pagado la derrota un mal primer tiempo y que cuando consiguieron equilibrar la balanza en la segunda mitad se quedaron sin fuelle para completar la remontada. Literalmente se puede emplear el tópico de nadar para morir en la orilla.
El Ciudad de Algeciras dobló la rodilla por primera vez en un partido que se le torció desde el comienzo. Tres pérdidas consecutivas en unos muy desafortunados primerios compases permitieron a su rival anotar tres golpes al contraataque (0-3).
Después de eso la feroz defensa del BM Melilla encontró como aliado a un equipo algecireño que no era capaz de proponer el balonmano dinámico de las dos primeras jornadas (cometió antes del descanso más pérdidas que goles anotó) y que concedía en defensa con excesiva facilidad. A eso se sumaba que su pareja de porteros, Álex Benítez y Álex González, no tuvieron precisamente su mañana. Es obligado tener paciencia con ambos, dada su extrema juventud.
Al término de la primera mitad el marcador era áspero (12-16) sobre todo por el escaso botín en ataque, pero dejaba la sensación de ser hasta generoso con un conjunto, el de casa, que había jugado su peor media hora de lo que va de temporada. Y al menos había escapado con vida.
Tras el descanso el Ciudad de Algeciras supo jugar de espaldas al marcador. Elevó por fin el nivel defensivo y garbancito a garbancito fue marcando el camino hasta forzar en el minuto once el 18-18.
Esa igualada se transformó en el momento determinante. Por dos veces desaprovechó la escuadra de casa la posibilidad de ponerse por delante. La frustración de no conseguirlo, unido al cansancio (físico y de concentración) que le había llevado a limar las diferencias pasó factura al BM Ciudad de Algeciras, cuyo nivel descendió en el tramo final de la contienda.
El BM Melilla, que encontró en su portero a un gran aliado, administró sus rentas, se fue 26-28 a falta de dos minutos y un gol en los últimos compases puso la puntilla a la condición de invicto del conjunto algecireño, que, sin embargo, recibió los aplausos de reconocimiento de su hinchada, que se dio cita en buen número en las gradas.
El acta del encuentro se puede consultar en este enlace
Los resultados de la tercera jornada en el grupo F de la Primera Nacional y al término de los encuentros la clasificación se pueden consultar en este enlace.
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