real balompédica linense

Lo que la Balona ha unido...

  • Perico y Negri, dos de los artífices del ascenso albinegro a Segunda B en 1999, se reencuentran en el cuadragésimo cumpleaños del exdelantero El extremeño suspiraba por una fotografía que diese fe de su paso por la Balompédica y ése fue el regalo que le entregó el tarifeño

Verano de 1998. El entonces presidente de la Real Balompédica Linense, Ángel Serrano, pone por primera vez el equipo albinegro en manos del técnico cordobés Rafa Escobar, que se encarga de formar una plantilla ambiciosa, que acabaría por lograr el ascenso de la mano de Argimiro Márquez y Gabriel Navarro Baby. Fue un año inolvidable para los aficionados de la Balona, que se desplazaban en masa a todos los estadios donde jugaba su equipo y que alcanzó el culmen la noche del miércoles 30 de junio de 1999, cuando un empate a dos goles con el Hellín ponía fin a una larga travesía por la Tercera división de la escuadra albinegra, que regresaba por fin a Segunda B. Lógicamente el año fue aún más inolvidable para los artífices de aquella andadura preñada de satisfacciones. Dos de ellos, Pedro Martínez Perico y Ángel Baños Negri convivieron en el mismo domicilio (por el que tuvieron un paso fugaz primero Melo y más tarde Alfaro) durante aquellos meses y forjaron una amistad que no sólo perdura, sino que fue celebrada el pasado fin de semana. Negri cumplía 40 años y Perico y su familia se desplazaron desde la comarca hasta Badajoz para entregarle un regalo por el que el exdelantero suspiraba: una foto en la que se recogiese su paso por la Real Balompédica, que fue cedida por Europa Sur.

Negri, que vivió su único ascenso con la guayabera albinegra, continuó su carrera en Extremadura (Monesterio, Díter de Zafra, Cerro de Reyes, Imperio, Sporting Villanueva y colgó las botas en la UD Badajoz) pero no puede evitar emocionarse cuando echa la vista atrás. "Con menos de 23 años era la primera vez que salía de casa y me fui a un sitio donde se vive el fútbol como se hace en La Línea… todos son buenos recuerdos".

Negri, que apenas mantiene contacto con otros excompañeros, explica que incluso cuando militaba en otros clubes siempre estuvo "atento a todo lo que hacía la Balona".

"Es curioso el fútbol, Rafael Escobar hizo aquella plantilla, pero salió casi de mala manera, volvió y ha estado un montón de temporadas y en todas con excelentes resultados", señala el extremeño, que no escatima un solo elogio para el que fue su técnico.

El exdelantero, padre de dos hijos, asegura que sus obligaciones laborales y familiares no le permiten ya ni jugar con los verteranos del Badajoz. "Por eso verme otra vez con la camiseta de la Balona supuso tanto para mí", agradece.

Por su parte el tarifeño Perico, que reside en Castellar, vistió una vez finalizó el periodo de cuatro años en la Balompédica las camisetas de UD Los Barrios y AD Los Cortijillos, aunque como Negri, ahora sólo vive el fútbol como espectador y lamenta "no tener tiempo para ver a la Balona con más frecuencia, aunque estoy al tanto de todo lo que sucede".

El excentrocampista sí que mantiene relación con algunos otros excompañeros de aquel vestuario a través de las redes sociales "y también con los que son de la zona" porque coinciden con ellos de vez en cuando.

"De mi paso por la Balona sólo puedo decir cosas buenas", rememora. "Eché raíces e hice muy buenas amistades... yo no nací en La Línea, pero considero que es parte de mi vida".

A Perico se le entrecorta la voz cuando habla de la noche del ascenso, en el Municipal, tras el duelo con el Hellín. "Salí del campo en calzoncillos… recuerdo la cara de la gente, que era la cara que habíamos visto durante todo el año, porque habían sido muy felices".

"Es muy difícil de explicar el sentimiento que tiene la gente de La Línea por el futbolista de la Balona, como lo respeta… consiguen que uno se sienta muy querido", acaba. "Siempre me trataron muy bien allí, como también en Los Barrios".

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