Lo ha vuelto hacer. Lo que comenzó como un acto para recuperar credibilidad se ha acabado convirtiendo en una costumbre, que no por habitual merece ser menos destacada, dada la dificultad que implica. La Real Balompédica Linense, gracias al trabajo de su junta directiva, volvió a pagar por adelantado a los integrantes de su plantilla, que en teoría no tendrían que volver a pasar por las oficinas del club hasta octubre, aunque a buen seguro que lo harán mucho antes.

Desde la llegada al cargo de su actual presidente, Alfredo Gallardo, esta tónica se ha convertido en costumbre a lo largo de la temporada y ha sido objeto de reconocimiento a nivel nacional. De hecho, una vez más los albinegros son referentes en el pago a sus futbolistas.

El propio Gallardo confirmaba ayer que la intención del club es la de volver a pagar en cuanto sea posible, convencido de que volverán a hacerlo con bastante anticipación a la fecha pactada con la plantilla, establecida en el día 15 de cada mes.

Uno a uno los integrantes del vestuario albinegro fueron pasando por las oficinas del club para recibir el sobre con el pago a su intenso trabajo. Los que ya son veteranos sonreían con complicidad al ver la cara de asombro de algunos de los nuevos fichajes, que no esperaban una reacción tan rápida de los dirigentes de la entidad.

Muchas miradas se posaban en el rostro del último fichaje de la entidad, el meta cántabro Óscar Santiago, que recibía la noticia tras haber completado un solo entrenamiento. Lo que se llama llegar y besar el santo.

Precisamente el meta ha sido el último de otros muchos jugadores foráneos en reconocer públicamente que la seriedad económica de la Balompédica es un aliciente más para cualquier profesional para anteponer la oferta albinegra a otras que pueden ser superiores, pero también mucho más inciertas.