iv trofeo mancomunidad

El Algeciras se lleva un Clásico caótico

  • Los albirrojos ganan a la Balona y dejan la copa en el Nuevo Mirador Un arbitraje esperpéntico deja a los albinegros con nueve en el 18' y a los locales con diez en el 45' Camps decide de penalti una final muy polémica

Algeciras CF: Romero; Oñate (Máiquez, 44'), Dani Gallardo, Berlanga (Juanma, 46'), Hedrera, Josemi (Charly, 80'), Jesús Ayala (Juanca, 62'), Ganet (Anaya, 62'), David Camps, Dani Hoyos (Tano, 46') y Pato (Christian Núñez, 75'). Real Balompédica: Óscar; Olmo (Bauti, 70'), Rulo (Javi Gallardo, 63'), Santelices (Alfonso, 78'), Joe, Ismael Chico (Maurí, 50'), Juampe, Selfa, Francis Ferrón, Zamorano (Canario, 73') y Stoichkov (Gato, 47'). Árbitro: José Caucelo Sase, asistido por Roldán Gómez y Jiménez Fernández, de Jerez. Esperpéntico. Expulsó a los visintantes Francis Ferrón (18') y Juampe (18'); y al local Dani Gallardo (45'). Amonestó a los algeciristas Hedrera, Pato, Hoyos, Josemi, Ayala, Tano y Christian Núñez; y a los albinegros Ismael Chico, Rulo y Joe. Goles: 1-0 (67') David Camps, de penalti. 2-0 (94') David Camps. Incidencias: Encuentro correspondiente a la final de la cuarta edición del Trofeo Mancomunidad Campo de Gibraltar, disputado en el estadio Nuevo Mirador de Algeciras ante un millar de espectadores.

Un Clásico caótico, con un arbitraje esperpéntico y cargado de polémica decidió anoche el IV Trofeo Mancomunidad Campo de Gibraltar. El Algeciras Club de Fútbol (Tercera) venció a la Real Balompédica Linense (Segunda división B) en el Nuevo Mirador y levantó su segunda copa, las mismas con las que cuenta el club de La Línea. Los albirrojos ganaron con dos goles de Camps, el primero de penalti, a una Balona que jugó con nueve setenta minutos. Los de casa disputaron con diez la segunda parte.

La esperada final se resolvió en un partido dinamitado a los 20 minutos. Caucelo Sase, el árbitro principal, dejó a la Balona con nueve jugadores al expulsar a Francis Ferrón y. en las protestas, a Juampe. Al filo del descanso dejó al Algeciras con diez por una roja directa a Dani Gallardo. El trencilla acribilló a amarillas a diestro y siniestro y contribuyó a caldear un ambiente ya de por sí encendido. Un penalti de Joe a Camps en el minuto 67, protestado por los albinegros, rompió las tablas para los albirrojos, que sentenciaron en el 94' en una contra en la que Camps aprovechó un error de Óscar Santiago. Hubo en el momento de la pena máxima claros gestos desde el banquillo de la Balona de retirar al equipo del campo, decisión que abortó el entrenador, Manolo Ruiz. Al término de la contienda, la Balona se negó a recoger la copa de subcampeón.

La final del IV Trofeo Mancomunidad quedará para muchos en el Clásico que pudo ser y no fue. Había muchas ganas de ver a los eternos rivales once para once pero la ocasión -la única que se vivirá esta temporada- apenas duró un suspiro.

Algeciristas y albinegros arrancaron con tensión el choque. A los cinco minutos Oñate tuvo la primera ocasión para los locales con un cabezazo en una falta botada por Ayala. El lateral algecireño acabó sustituido con un collarín antes del descanso. Un minuto después Francis Ferrón acarició el gol para la Balona en una contra que estrelló en un palo. Las espadas estaban en todo lo alto, de tú a tú entre los de David Guti y los de Manolo Ruiz.

Entonces llegó el minuto 18 y Caucelo Sase amonestó con una amarilla una entrada de Francis Ferrón a Pablo Ganet. El ariete balono ya tenía una amonestación y dio la sensación de que el árbitro le sacó la segunda sin percatarse. Una falta de las que no se suelen sancionar con la admonición dejó a la Balona con diez. Los visitantes protestaron en grupo y de la melé salió Juampe expulsado. El Clásico quedó dinamitado ante la indignación de los linenses.

Manolo Ruiz recompuso el dibujo retrasando a Selfa de central, desplazando a Santelices de lateral y adelantando a Rulo por la izquierda. El Algeciras, por su parte, se relajó. Parece que los de Guti se bloquearon al verse con tanta superioridad numérica de un plumazo. La primera mitad se fue consumiendo sin ocasiones algeciristas y con los albinegros muy bien plantados, disciplinados en defensa -con Joe especialmente rápido- y asomando la cabeza en el más mínimo resquicio. En el 42' Máiquez relevó al lesionado Oñate y con el 45' cumplido Dani Gallardo se fue a la caseta en otra disparatada decisión del colegiado jerezano, que dejaba a los de casa con diez.

Tras el intermedio Guti dio un paso al frente con un planteamiento más ofensivo. La entrada de Juanma dio otro aire a los algeciristas. La Balompédica, lejos de descomponerse, minimizó la inferioridad durante muchos minutos. Gato insufló oxígeno a los blanquinegros por el costado derecho y Rulo, mientras tuvo gasolina, se convirtió en una amenaza.

Los locales, que también movieron y mucho su once, espabilaron con diez y comenzaron a acercarse al área de un inédito Óscar. Corría el reloj hasta que en el minuto 66 se produjo la acción del penalti de Joe a David Camps, un lance que el árbitro vio clarísimo y que los balonos protestaron con rabia. Desde la grada dio la sensación de que pudo existir contacto. Sólo el vídeo lo aclarará. En ese momento, desde el vestuario visitante saltó al césped Miguel Ángel Ordóñez Chichi con claros gestos de que el equipo se retirase, decisión que el técnico abortó. O esa fue la sensación. El delantero balear David Camps ejecutó con precisión la pena máxima para adelantar al Algeciras y desatar la euforia en la grada, donde un sector situado detrás del banquillo de la Balona se enfrentó verbalmente con algunos de sus inquilinos. La Policía Nacional apareció minutos después cuando los ánimos ya se habían templado.

Con este panorama el duelo prosiguió ya desequilibrado del todo. La Balompédica se lanzó en el tramo final a la ofensiva en busca de un empate que diese paso a los penaltis. Los algeciristas aprovecharon los espacios a la contra. Camps tuvo el segundo tanto en una acción enmarañada y llena de despropósitos en el área, cuyo remate salvó abajo Óscar. Ya en el descuento, Juanma puso un servicio a Camps, que lo mandó a un palo. Y en el 94' llegó otra cabalgada albirroja en la que Camps se benefició del tropezón del meta Óscar Santiago, que cayó y dejó la portería libre para el delirio de la parroquia local.El pitido final puso fin a un Clásico disparatado.

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