Adrian Moss, el hombre que mató a Liberty Valance

Baloncesto l LEB Oro

La espectacular actuación del pívot eclipsó el regreso de Ricardo Guillén al Samuel Aguilar. El americano ya está entre los diez mejores de la Liga y la ACB sigue sus pasos

Adrian Moss ejecuta un tiro libre.
Adrian Moss ejecuta un tiro libre.
Rubén Almagro / Los Barrios

15 de enero 2008 - 05:02

El pívot norteamericano Adrian Moss asumió el pasado viernes el papel del hombre que mató a Liberty Valance en el Villa de Los Barrios. Sus 23 puntos y seis rebotes en treinta minutos sobre el parquet oscurecieron el regreso al Soldado Samuel Aguilar de Ricardo Guillén, que pese a que ahora milita en el Alerta Cantabria sigue siendo un ídolo para la afición local,. Un hecho que quedó demostrado con los gritos de apoyo que recibió el tinerfeño cuando abandonó la pista tras cometer su quinta personal.

La destacada labor de Moss no es, ni mucho menos, un hecho aislado. Pese a que se incorporó al plantel con la temporada comenzada y tuvo que superar el imprescindible proceso de adaptación -con sus actuaciones titubeantes de por medio- después de doce partidos promedia con 28,1 minutos por noche nada menos que 15,6 puntos y 6,5 rebotes. La valoración es de 16,5 por duelo.

Con esos números, Moss es, por ejemplo, el noveno mejor jugador de la competición, el octavo máximo anotador y el octavo en cuanto a rebotes ofensivos (2,58).

Todo eso, unido a la indiscutible mejoría que ha experimentado el Villa desde su llegada (0-4 sin él; 7-5 desde que cuenta con sus servicios) propicia que algunos clubes de la ACB hayan comenzado a seguirle la pista de manera más o menos disimulada. No sería ni el primero ni el último que llega a la LEB por la puerta de atrás y con una cierta edad (26 años en este caso) acaba en la máxima categoría nacional.

Adrian Moss, al que caracterizan su espontaneidad y su buen humor en cualquier circunstancia, se quita importancia. "No creo que sea importante lo que hagamos cada uno de nosotros, sino que el equipo gane. El viernes lo hicimos. Yo anoté más puntos, pero los compañeros trabajaron tanto o más que yo. No es una cuestión de individualidades", explica sin dejar de gesticular.

"Por supuesto que había oído hablar de Ricardo Guillén", replica. "Tanto los entrenadores como algunos compañeros me habían explicado quién era y lo que suponía para este club, pero traté de no obsesionarme y de pensar sólo en lo que necesitaba mi equipo".

Una vez finalizado el encuentro, Moss llegó a una conclusión: "Después de verle en acción queda claro que Guillén es un magnífico jugador".

Con toda la segunda vuelta por delante, el pívot está convencido de que aún tiene que ofrecer mejores prestaciones. "Pero insisto, lo importante no es lo que yo haga, sino que eso sirva para que el equipo gane partidos", advierte.

En cuanto al conjunto, Moss asegura que los dos partidos que separan al Villa de la novena plaza no suponen una distancia insalvable: "Hay muchos ejemplos de que en el baloncesto puede pasar de todo y nosotros estamos en línea ascendente, aunque hayamos cometido algunos errores".

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