Adrián Máiquez, míster liguilla

Lleva más de una década de rojo y blanco. Ha vivido todo lo que un futbolista puede vivir en el seno de un club deportivo, algo que en el Algeciras se suele llevar a los extremos. Del cielo al infierno y viceversa. Siempre de forma vertiginosa. Adrián Máiquez Pérez se dispone a experimentar su séptima liguilla de ascenso a Segunda división B, la cuarta como albirrojo con un pleno de acierto del 100%. Subió con Manolín Núñez, con Manolo Sanlúcar y con Mere. Ahora quiere hacerlo con David Guti y una plantilla que, lo dice como portavoz, está más que mentalizada para afrontar tres eliminatorias. La primera, desde el domingo en el Nuevo Mirador contra el Atlético Astorga.

"Cada liguilla se vive de forma distinta", reconoce el lateral algecireño, que palpa en el vestuario y en el ambiente "las máximas ganas e ilusiones" por emprender un camino que, en el mejor de los casos, será "complicado y largo".

"Estamos deseando que sea ya el domingo para saltar al campo", asegura Máiquez. El algecireño entiende que el equipo de Guti llega "en un buen momento". "Son seis partidos seguidos sin perder, hemos salido adelante en una situación de máxima presión", sostiene. "A la hora de la verdad la plantilla logró quitarse esa ansiedad de encima, ayudó mucho la ratificación del entrenador, y el objetivo de estar en la fase de ascenso se ha cumplido, pero ahora queremos más".

Máiquez, que el 27 de junio cumplirá 32 años, sabe que lo bueno empieza ahora. De las seis liguillas que guarda en su currículum, curiosamente probó el lado amargo en los dos intentos que realizó con el Jerez de los Caballeros extremeño y otro con La Nucía de Alicante. Pero el fútbol le compensó las veces que peleó por subir con su Algeciras en 2007, 2013 y 2015.

"El ascenso con Manolín fue con el sistema anterior de dos eliminatorias, muy disputado y bonito, todos recordamos ese gol de Curro ante el Toledo en el Nuevo Mirador", rememora. "Con Manolo Sanlúcar se creó un ambiente especial. Era como si el algecirismo renovase sus ilusiones tras el paso por Andaluza, se hizo buena plantilla y el equipo creció y creció hasta poner la guinda con el Tropezón", subrayó. "Con Mere creo que fue la temporada más exigente, con muchos partidos, un año muy largo, pero también se formó un conjunto ambicioso para pelear por eso, por el primer puesto y por el ascenso. No pudo ser a la primera, subimos por la segunda vía y sufrimos mucho".

El defensa admite que todas estas tablas ayudan a enfocar una semana tan importante. "Es verdad que la experiencia juega un papel importante en este momento, tenemos un equipo que mezcla bien veteranía y juventud, ojalá todo eso juegue a nuestro favor cuando el balón eche a rodar".

"Sabemos que será difícil, mucho, porque son tres eliminatorias para subir. Estamos mentalizados y hay que ir poco a poco, partido a partido, rival a rival, teniendo muy presente que el Astorga va a ser un adversario complicadísimo. Acabaron segundos y son los favoritos", advierte Máiquez, consciente de que "la estadísitica no nos lo pone fácil tampoco a los cuartos, pero si un club sabe luchar contra los números, ése es el Algeciras".

El capitán algecireño rompe una lanza a favor de un Algeciras que el pasado verano se recicló por completo. "Este equipo se hizo prácticamente nuevo y tantos cambios no son fáciles de asimilar. La Liga ha sido dura, con altibajos, pero desde la ratificación de Guti creo que el vestuario ha encontrado otra vez sus sensaciones y hemos merecido llegar hasta esta liguilla para luchar por el premio gordo", asegura.

"Esa ilusión con la que empezamos nos llevó a estar arriba y luego la presión nos pudo pasar factura, pero este grupo ha demostrado estar unido y ser fuerte, sabemos que el Algeciras en Tercera división es un rival que impone", valora el lateral.

El hecho de comenzar la eliminatoria en casa "es algo novedoso para nosotros", asume Adrián, "pero estamos viendo en otras competiciones que empezar bien es súper importante y que puede decantar una eliminatoria. Ya sabemos lo importante que sería no encajar aquí y marcar fuera", reflexiona.

De aquel niño que debutó con el primer equipo el 15 de mayor de 2005 en Segunda B queda "la ilusión" por volver a hacer algo grande con el club de su tierra. "La gente está muy motivada, los compañeros están viendo vídeos e imágenes de las liguillas contra el Toledo, el Tropezón... y están deseando vivir un ambiente así en el estadio. Ojalá tengamos el campo como mucha afición porque tenemos que convertir el Nuevo Mirador en un fortín". En la grada estarán como siempre su mujer Soraya, su pequeña María y una hermanita en camino. "Ojalá la niña venga con un ascenso bajo el brazo".