Campo de Gibraltar

Jaque mate a un narco histórico

  • Las autoridades requisan a la red de Sito Miñanco bienes e inmuebles valorados en 15 millones de euros y cinco toneladas de droga

  • El despliegue concluye con 43 arrestos en varias provincias

El pasado lunes está marcado ya como una de las fechas clave en la historia de la acción policial contra el tráfico de drogas en España. Esa jornada cayó como un castillo de naipes la considerada por la Policía Nacional como una de las estructuras más potentes del mundo dedicadas al narcotráfico que tenía al frente al histórico capo gallego José Ramón Prado Bugallo, conocido como Sito Miñanco, y su centro de operaciones en un chalé de la Colonia San Miguel de Algeciras.

Desde esa casa y en apenas dos años, Miñanco fue capaz de poner en pie una estructura delictiva con ramificaciones por todo el territorio nacional y parte del extranjero dedicada no solo a la introducción de estupefacientes, también al blanqueo de los beneficios, aprovechándose del tercer grado penitenciario.

Miñanco dirigía desde Algeciras un grupo con estructura en Bulgaria, Turquía y Holanda

La Policía Nacional considera que la recién desmantelada organización era una de las más poderosas del mundo. Prueba de ello, además de las 43 personas que han sido detenidas en varias provincias, son los 15 millones de euros incautados en bienes e inmuebles.

La Dirección General de la Policía detalló ayer los entresijos de la Operación Mito, que tras veinte meses de investigaciones concluyó el pasado día 5 con el arresto de Sito Miñanco y sus más estrechos colaboradores. En total, la acción de las autoridades se ha saldado con los ya citados 43 arrestos en Galicia, Madrid y Andalucía. Más de la mitad están ya en la cárcel desde el miércoles por decisión de la juez de la Audiencia Nacional Carmen Lamela, instructora de la causa.

Además de las detenciones, el golpe policial a este importante estructura narcocriminal deja, además de 5.000 kilos de estupefacientes aprehendidos, 171 bienes inmuebles y 139 cuentas y productos financieros bloqueados y cinco embarcaciones intervenidas.

La Operación Mito se inició tras detectar la presencia en Marbella (Málaga) del conocido narcotraficante gallego junto a otros miembros de su organización. Él estaba asentado en Algeciras, desde donde urdió la mayor parte de la actividad delictiva, aunque mantenía su principal infraestructura en Pontevedra (Galicia).

En la cúspide, Sito Miñanco dirigía toda la red. Inició su carrera delictiva como contrabandista en los inicios de los años 80 y posteriormente como traficante de drogas, siendo detenido anteriormente en dos grandes operaciones contra el tráfico de drogas en los años 1991 y 2001. Fue uno de los implicados en la Operación Nécora, si bien logró escapar hasta que fue arrestado en otra operación en 1991 por lo que cumplió siete años de prisión.

En 1998 salió de la cárcel en libertad provisional hasta que fue detenido nuevamente por la Brigada Central de Estupefacientes en agosto de 2001 por intentar introducir 3.700 kilos de cocaína en un barco.

Hace siete años salió de nuevo de la cárcel y actualmente cumplía una condena de 16 años y 10 meses en el Centro de Inserción Social de la prisión algecireña de Botafuegos. Estaba en régimen de semilibertad, pues sólo acudía a pernoctar al centro.

La Policía ha constatado que en esta última etapa de su carrera criminal se había asociado a organizaciones criminales búlgaras, turcas y holandesas y que contaba con una extensa red de colaboradores españoles de su máxima confianza que conformaban la organización dedicada al tráfico de drogas más poderosa de Europa.

Los agentes tuvieron que enfrentarse a continuas medidas de seguridad adoptadas por los integrantes de la organización. De hecho, usaban terminales encriptados para comunicarse e incluso se desplazaban por toda la geografía española para entrevistarse personalmente con el principal detenido y seguir sus órdenes de manera directa.

La organización asentada en Madrid estaba compuesta por ciudadanos españoles y colombianos. Se encargaban del transporte de dinero en metálico o de sustancias estupefacientes mediante el uso de vehículos con compartimento oculto "caleta" y de la recepción del dinero de la organización procedente del tráfico de drogas para su envío a Colombia por otras personas.

La mayoría de la actividad delictiva de la red era ejercida en Galicia, si bien la provincia de Cádiz fue uno de los escenarios destacados del cerco policial en octubre del pasado año. Las autoridades interceptaron en un barco a la altura de las islas Azores un cargamento de 3.800 kilogramos de cocaína de gran pureza que fueron desembarcados en el puerto de la capital provincial. Consciente entonces de que los hilos de la investigación podrían llevar hasta él, Miñanco ordenó el hundimiento de las planeadoras que se encontraban esperando en Galicia (destino final del barco) para realizar el trasvase de la mercancía en alta mar pese a que su valor era de varios millones de euros.

Una de las partes fundamentales en la infraestructura de la organización eran unos astilleros gallegos dedicados a la construcción y venta a terceros de embarcaciones totalmente lícitas. La mercantil utilizaba esa actividad legal para tener acceso al puerto y permitir la entrada de las sustancias estupefacientes.

El capo gallego controlaba varios negocios que le permitían introducir en el circuito legal el dinero procedente del tráfico de drogas y utilizaba sociedades para la elaboración de contratos y facturas ad hoc. Así justificaban documentalmente la entrada de dinero de procedencia dudosa.

Junto a estos negocios, la organización disponía de una estructura societaria instrumental para titular inmuebles que habrían sido adquiridos con el dinero procedente del tráfico de estupefacientes u otros sistemas de blanqueo como el movimiento de dinero en efectivo mediante correos humanos o mulas, uso de locutorios para envío de dinero procedente del narcotráfico y la compraventa de inmuebles con dinero ilícito.

Además de Sito Miñanco en Algeciras, el operativo de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (UDYCO) de la Policía Nacional también permitió el arresto de sus lugartenientes Luis Enrique García Arango en Madrid y Ramiro Somoza en Pontevedra. En esta segunda provincia se detuvo a David Pérez Lago, hijastro de otro conocido narco gallego, Laureano Oubiña, en una partida de ajedrez perfectamente jugada por las autoridades.

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