El Ayuntamiento de Castellar está realizando una campaña de control de plagas centrada en el tratamiento de la Thaumetopoea pityocampa, conocida popularmente como oruga procesionaria, que se reproduce y cohabita en coníferas.
La masa forestal de pinos urbanos que gira en torno al centenar de ejemplares está recibiendo el tratamiento estacional contra esta especie, lepidóptera y tóxica, que puede generar urticaria en los seres humanos y problemas de salud en perros y otros mamíferos pequeños.
El control de la procesionaria consiste en frenar la expansión de las larvas con su erradicación. La teniente alcalde y concejal de Obras y Servicios, Tamara Trujillo, recuerda que la oruga aparece de marzo a junio y que es una plaga forestal cuyo tratamiento se realiza en esta época del año.
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