Miles de fieles renuevan su devoción por el Cristo de la Almoraima en una brillante romería en Castellar

Los chisparreros llevan a hombros entre una multitud a una imagen que tiene más de 400 años de historia

La romería sirve de estreno para la recién creada hermandad

Búscate en las fotos del domingo de Feria de Castellar y la romería del Cristo de la Almoraima

El Cristo de la Almoraima, este domingo en Castellar.
El Cristo de la Almoraima, este domingo en Castellar. / Vanessa Pérez

Los vecinos de Castellar de la Frontera, y una multitud de fieles llegados desde distintos puntos del Campo de Gibraltar y la Costa del Sol, renovaron este domingo primaveral su devoción por el Santísimo Cristo de la Almoraima en una multitudinaria cabalgata agrícola que, como cada año, se celebró en honor de una imagen con más de 400 años de historia. Este año resultó, además, muy especial, puesto que es la primera romería desde la constitución oficial de la Hermandad.

La misa rociera comenzó a las 12:15 en el Santuario del Santísimo Cristo de la Almoraima oficiada por el párroco Daniel Escobar y con la participación del coro rociero Ciudad de San Roque. Tras la ofrenda floral, tuvo lugar el emotivo momento de descolgar al Cristo y situarlo en las andas para que los chisparreros lo porten a hombros a través del recorrido: desde la parte trasera del templo, en la calle Príncipe Juan Carlos, hacia la calle Iryda y de allí por la Avenida Grande hasta subir de nuevo a la parroquia. Todo ello acompañado por la Asociación Caballista Santísimo Cristo de La Almoraima.

Como es tradicional, la imagen recorrió las calles del municipio en procesión, acompañada de cientos de feligreses, vecinos y visitantes. Durante el trayecto se celebró el concurso de embellecimiento de carrozas. Se trata de la famosa Romería de La Cruz, que ya en el año 1927, según consta en fotografías de archivo, se celebraba en la Casa Convento de La Almoraima. Hasta allí ya llegaban entonces vecinos del castillo de Castellar, del núcleo de La Almoraima y de pueblos vecinos del Campo de Gibraltar a celebrar una romería campera en honor al Cristo, que por aquel entonces se encontraba en la Capilla de la Casa Convento. Hoy, casi 100 años después, la fe por Él se ha multiplicado.

El Cristo de la Almoraima, este domingo en Castellar.
El Cristo de la Almoraima, este domingo en Castellar. / Vanessa Pérez

Tras la respetuosa entrada, el Señor de Castellar descansa un año más entre velas de deseos y promesas, así como el olor de las flores, pues se le atribuyen numerosos milagros a lo largo de los años. Esta talla posee una legión de devotos no solo en el Campo de Gibraltar, sino también en la Costa del Sol, como ha podido comprobarse este domingo por el numeroso público asistente.

Tras la romería, la fiesta continuó en la caseta municipal con actuaciones de los grupos Serrano Flamenco, Cat Forever, Los Kipapa, Los Mickis y La Mala Hora antes de los fuegos artificiales a medionoche que, un año más, sirvieron para despedir la fiesta chisparrera.

El Cristo de la Almoraima es una talla de madera que data del siglo XVII, traída al pueblo desde Madrid bajo petición de Beatriz Ramírez de Mendoza, condesa de Castellar y patrona de la Orden Mercedaria. Su imagen, de gran tamaño y belleza, muestra al Cristo crucificado con una expresión serena y al mismo tiempo cargada de espiritualidad. Su realismo y la calidad de la talla la convierten en una de las más apreciadas de la zona, destacando por su expresión de dolor y piedad que refleja la profunda conexión entre el pueblo y su protector. La devoción hacia el Cristo de la Almoraima ha trascendido generaciones, consolidándose como uno de los pilares de la identidad religiosa y cultural de Castellar.

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