Verdemar recurre el permiso de investigación minera 'Virgilius II' en pleno corazón natural del Campo de Gibraltar
Los ecologistas recurren el permiso otorgado por la Junta a una empresa que pretende investigar más de 2.700 hectáreas de alto valor ambiental entre San Roque y La Línea
Drainsal, la empresa que opta a los derechos de investigación minera en San Roque y La Línea
Verdemar Ecologistas en Acción ha vuelto a denunciar la amenaza que supone un proyecto minero sobre algunas de las sierras más emblemáticas del Campo de Gibraltar. La organización ha presentado un recurso contra el permiso de investigación otorgado el pasado 15 de septiembre por la Junta de Andalucía a la empresa Drainsal, que afecta a más de 2.700 hectáreas entre los municipios de San Roque y La Línea de la Concepción, incluyendo la Sierra Carbonera, la Sierra del Arca y el Pinar del Rey.
El permiso, denominado “Virgilius II”, fue concedido por la Delegación Territorial de Economía, Hacienda y Fondos Europeos y de Industria, Energía y Minas en Cádiz, y abarca una superficie de 21 cuadrículas mineras (2.710 hectáreas). Su objetivo es realizar estudios para determinar la posible existencia de recursos minerales de la Sección C —minería no energética—, paso previo a una eventual concesión de explotación.
Aunque en esta fase no se autoriza la extracción de materiales, Verdemar advierte que se trata de “una puerta abierta a la minería en uno de los enclaves naturales más valiosos del Estrecho”.
Una zona estratégica y protegida
La Sierra Carbonera, además de su valor paisajístico y ecológico, tiene una importancia estratégica: en su cumbre se encuentran una estación del Sistema Integral de Vigilancia del Estrecho (SIVE) y el Regimiento de Artillería Antiaérea I/74 (Grupo SAM Hawk). También conserva más de un centenar de búnkeres construidos durante la Segunda Guerra Mundial.
El ámbito afectado forma parte del área de influencia del Parque Natural de Los Alcornocales y se integra parcialmente en la Red Natura 2000, en espacios declarados como Lugar de Importancia Comunitaria (LIC), Zona Especial de Conservación (ZEC) y Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA).
“Las sierras del Estrecho poseen un valor ecológico y estratégico único en el planeta; deben ser protegidas, no explotadas”, subraya Verdemar en su comunicado.
Los ecologistas advierten de que los trabajos de prospección podrían provocar alteraciones irreversibles del terreno, con ocupación física del suelo, fragmentación de hábitats y perturbación de las rutas migratorias que cruzan el Estrecho de Gibraltar.
El origen del proyecto y las críticas
El permiso de investigación se enmarca en el Concurso Minero de Cádiz 2023, convocado por la Junta de Andalucía para adjudicar derechos sobre terrenos de concesiones caducadas. En el caso de “Virgilius II”, solo se presentó la empresa Drainsal, con sede en Lora del Río (Sevilla), dedicada principalmente a obras públicas y excavaciones.
Drainsal amplió su objeto social para incluir la explotación de minas y canteras poco antes de optar al concurso.
El alcalde de San Roque, Juan Carlos Ruiz Boix, ya pidió el pasado año a la Junta que aclarara la adjudicación de los derechos y mostró su preocupación por la falta de transparencia. Igualmente apuntó que podrían existir intereses entre esta concesión minera con los rellenos que Gibraltar realiza sobre el mar en la zona del Eastside. En agosto de 2024, Ruiz Boix cuestionó que “lo que viene buscando el Partido Popular es una cantera, quizá caliza, y el interés que pueda tener Gibraltar en la ampliación de algún territorio en ese lado este del Peñón”.
“No entiendo cómo el Partido Popular a nivel nacional viene preguntando, quejándose, y denunciando esas ampliaciones de territorio en Gibraltar y al mismo tiempo, el Partido Popular Sociedad Anónima de la Junta de Andalucía, de Juan Manuel Moreno Bonilla, viene a vender los derechos de más de 2.700 hectáreas de una cantera, sin informar para nada al Ayuntamiento”, sentenció entonces el alcalde de San Roque.
Un aviso ecologista
Para Verdemar, la Junta de Andalucía “no ha valorado la gran sensibilidad ambiental y estratégica” de la zona antes de otorgar el permiso. La organización considera “escandaloso” que se autoricen estudios mineros sin que los ayuntamientos de San Roque y La Línea se hayan pronunciado públicamente.
Aunque el permiso actual solo permite investigaciones preliminares, los ecologistas temen que sea “el primer paso hacia una futura explotación minera”.
“El Campo de Gibraltar no puede convertirse en un laboratorio para la especulación minera. Nuestra riqueza está en su biodiversidad y su paisaje, no bajo tierra”, concluye Verdemar.
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