Turismo

El turismo nacional salva a los campings del Campo de Gibraltar ante la falta de extranjeros

  • Las restricciones de algunos países para viajar a España reduce la llegada de turistas foráneos

Una mujer pasea por el camping de Valdevaqueros, en Tarifa.

Una mujer pasea por el camping de Valdevaqueros, en Tarifa. / Erasmo Fenoy

El Campo de Gibraltar ya se encuentra inmerso de lleno en su segundo verano dentro de la pandemia y los campings de la zona afrontan un periodo estival en el que el acento español será predominante ante la falta de extranjeros, por las restricciones que imponen muchos países a sus ciudadanos a la hora de viajar a España para evitar la propagación del coronavirus.

"Echamos mucho de menos a los extranjeros, prácticamente no hay. Hasta ahora hemos tenido clientes de la zona de Málaga, Sevilla y otras partes de Andalucía y ahora estamos empezando a tener de Madrid, País Vasco y otras zonas de fuera de la Comunidad Autónoma", explica José Antonio Santos, presidente de la Asociación de Campings de Cádiz (integrada en la patronal Horeca) y propietario del Camping Valdevaqueros, en la costa de Tarifa.

Esa falta de turistas de otras nacionalidades provoca que los campings estén registrando un excelente volumen de negocio tan solo los fines de semana: "Los extranjeros normalmente se quedan dos o tres semanas. Alemanes había poquísimos, algún que otro francés ha llegado, pero no como otros años en que el mes de julio suele haber muchos ciudadanos de Francia que vienen aquí", desarrolla Santos, que comenta que el turista español suele reservar por pocos días y en el último momento. "El español quiere alquilar bungalows para dos días, o a última hora. Los extranjeros son más organizados a la hora de reservar", añade.

Una mujer toma el sol en las instalaciones de un camping. Una mujer toma el sol en las instalaciones de un camping.

Una mujer toma el sol en las instalaciones de un camping. / Erasmo Fenoy

El cierre de la frontera con España por parte de Marruecos también supone una merma de ingresos para estos establecimientos: "Nos afecta sobre todo a partir de septiembre, cuando el turismo nacional casi se acaba. Este año ya he perdido casi 40 grupos de extranjeros. Normalmente se concentran aquí unos días, van a Marruecos y luego vuelven de nuevo a pasar algún tiempo".

Los bungalows son lo más demandado, ante la alta incidencia de coronavirus en muchos municipios costeros como Conil y Tarifa. "El tema de los bungalows está funcionando bien, porque así los que lo alquilan no tienen que compartir baño y cocina con el resto del camping. Si vienes en caravana también lo tienes todo, te instalas en tu parcela, con tu toma de agua, tu electricidad, tu propio cuarto de baño, y no tienes mucho riesgo de encontrarte en aglomeraciones", continúa Santos.

Todos los campings de la provincia se encuentran ya abiertos. Tarifa y Conil, con siete, son los municipios que más establecimientos de este tipo tienen, seguidos de Los Caños de Meca, con cinco. La alta incidencia de los dos primeros preocupa a los empresarios del sector. "El verano no va mal, pero estamos un poco asustados con los casos subiendo, lo que provoca un poco de intranquilidad. Hay negocios que han tenido que cerrar varios días por que hubo contagios", expone.

Cartel con las normas higiénico-sanitarias para evitar la propagación del coronavirus. Cartel con las normas higiénico-sanitarias para evitar la propagación del coronavirus.

Cartel con las normas higiénico-sanitarias para evitar la propagación del coronavirus. / Erasmo Fenoy

El año pasado no fue fácil para los campings de la comarca: "Julio y agosto no estuvieron mal, pero solo son dos meses. Luego a partir de septiembre, se movió el público extranjero pero con los cierres perimetrales eso se acabó. Desde otoño a primavera nos fue muy mal", explica el empresario, que añade que "después del cierre perimetral se empezó a mover todo, con gente de Sevilla y Málaga sobre todo".

Santos confía en que esta semana el número de reservas empiece a aumentar: "A partir del 15 de julio es cuando los clientes empiezan a tomar vacaciones más largas y esperamos que en agosto estemos llenos como cada año".

Para evitar contagios en sus instalaciones, los establecimientos han tenido que adaptarse, como explica el representante de Horeca: "No permitimos más de seis personas en una parcela, que además se dividen en dos tiendas de campaña como mínimo, por lo que tenemos menos aforo. En las zonas de baño solo están disponibles un grifo sí y otro no. En la piscina, al estar al aire libre, sí que tendremos mayor aforo que el año pasado".

La limpieza es más exhaustiva y frecuente en tiempos de pandemia. La limpieza es más exhaustiva y frecuente en tiempos de pandemia.

La limpieza es más exhaustiva y frecuente en tiempos de pandemia. / Erasmo Fenoy

A pesar de que ya no es obligatorio portar mascarilla al aire libre cuando se pueda mantener la distancia de seguridad, el empresario prefiere correr los menos riesgos posibles: "Intentamos que la gente utilice las mascarillas en los espacios comunes. Al aire libre no es obligatoria, pero intentamos que también las lleven. Muchos se la ponen en cuanto se lo decimos y no hay problema".

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