Este domingo se cumplen 20 años del traslado desde las instalaciones portuarias de Crinavis -hoy Cernaval- del por entonces dique flotante más grande del mundo, construido por Dragados y FCC, hasta el Principado de Mónaco, adonde llegó después de 14 días de travesía para prolongar en seis hectáreas el puerto de La Condamine con una vida útil de 100 años.

El 14 de agosto de 2002 una gigantesca mole tomó la bahía de Algeciras. Las tareas de traslado de este enorme cajón flotante comenzaron a las once de la mañana, aunque el dique no abandonó la Bahía hasta las cuatro de la tarde, aproximadamente. Desplazado por dos remolcadores de grandes dimensiones, el Smitwijs London y el Smitwijs Typhoon, el dique realizó su travesía por el Mediterráneo a una velocidad media de tres nudos.

El gigantesco dique, que supuso una inversión de más de 150 millones de euros, con 165.000 toneladas de peso y 350 metros de longitud (más del doble que la Torre Picasso de Madrid). De hecho, según explicó el director técnico del proyecto, Luis Pesset, fueron las proporciones del dique las que aconsejaron su fabricación en los antiguos astilleros de Crinavis, entonces las únicas instalaciones portuarias del Mediterráneo con una dársena de 15 metros de profundidad bajo el mar, condición que resultaba indispensable para la construcción en seco del dique.

El dique flotante, en la Bahía.

Una vez fabricado el cajón y efectuada la prueba de flotación, el dique fue trasladado al puerto de Endesa, desde donde debía ser remolcado al exterior de la Bahía. Una vez que la gigantesca estructura llegó a Mónaco, se llevó a cabo una de las operaciones más complejas de todo el proceso: la unión del cajón a tierra por medio de una rótula metálica de 650 toneladas fabricada en las instalaciones de la empresa nuclear francesa BEC.

Para asegurar la navegación, en los días previos a su salida al Mediterráneo se llevaron a cabo "exhaustivos estudios" de las condiciones meteorológicas durante la travesía, de las corrientes marinas y del oleaje.

Representantes de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Algeciras y de los ayuntamientos asistieron al acto de botadura del dique. Entre otros, estuvieron el presidente de la APBA, Manuel Morón, los alcaldes de Algeciras y Los Barrios, Patricio González y Alonso Rojas, y los alcaldes accidentales de San Roque y La Línea, Ramón Ramírez y Gabriel Gonzálvez.

El dique, en datos

El dique flotante construido en las instalaciones de Crinavis tenía 19 metros de alto y 350 de largo. Su longitud superaba en más de dos veces la altura de la Torre Picasso y en 100 metros la altura de Torre España. Era casi tan largo como una Torre Eiffel tumbada y fue construido con 43.000 metros cúbicos de hormigón y 13.500 toneladas de acero. Ambos materiales pasaron rigurosos controles para garantizar que el dique dure, al menos, 100 años.

En la gigantesca obra trabajaron de forma directa 700 operarios, además de los 40 ingenieros que desarrollaron el proyecto. La construcción del dique costó al príncipe Rainiero y, por extensión, a los habitantes del Principado de Mónaco, la nada despreciable cantidad de 150 millones de euros.