Campo de Gibraltar

Los restaurantes de Jimena sufren problemas de abastecimiento por las heladas del invierno

  • Algunos establecimientos optan por comprarlos de proveedores y otros directamente a particulares

Los restaurantes y bares del municipio siguen ofreciendo platos cocinados con setas en su menú, sin embargo, la falta de este producto por las lluvias y heladas ha hecho más complicado guardar este producto en las neveras. El cierre de la lonja también ha hecho que la muchos restaurantes hayan buscado otras formas de abastecimiento. La mayoría compra a mayoristas, que se dedican todo el año a la venta de setas. Otros han optado por la venta directa a particulares, que vienen directamente del campo y ofrecen el producto a los hosteleros. Este es el caso del restaurante La Bodeguita de Jimena. Su dueño, Miguel Córdoba, señala que han esperado a la temporada para comprar las setas, fundamentalmente chantarellas, boletus, y níscalos. Además, asegura que este año se han cocinado muchas menos que años atrás. No obstante, apunta que ha comprado a particulares porque los precios son similares. En años anteriores, ha comprado en la lonja micológica y los precios son prácticamente los mismos.

Como casi todos los bares y restaurantes del municipio, la venta de menús elaborados con setas se produce fundamentalmente durante las jornadas micólogicas, a la que acuden muchos ciudadanos con ganas de probar las distintas variedades del parque de Los Alcornocales.

Otros establecimientos como Mesilla de los Ángeles y La Tasca afirman que sus ventas se han realizado a proveedores, incluso comprando setas que no son de Jimena, ya que esta temporada ha sido bastante mala por la falta de sol y las numerosas lluvias. Dentro de la escasez con respecto a años anteriores, la chantarella y el boletus han sido las variedades más fáciles de comprar. Otras como la trompetilla negra, la lengua de vaca, o la trompeta de la muerte son mucho más escasas y su precio es superior a la chantarella, por lo que en muchos locales ni siquiera han estado en el menú.

En el restaurante El Anón han optado por ofrecer platos de setas sólo el fin de semana ante la escasez de productos. Sus responsables señalan que pueden cocinar de tres a cuatro kilos al día, principalmente trompetas negras, chantarellas y boletus. En este restaurante adquieren sus productos a Antonio Ocaña, mayorista de Castellar, aunque señalan que también se nutren desde Portugal. Sólo durante las jornadas micológicas pudieron tener una carta especial con más platos. "Han salido pocas setas, sólo han venido variedades como la crespa, pero no las trabajamos en nuestra carta", señalaron desde el establecimiento.

En Las Rejas, otro de los puntos donde se podían comer platos con setas en Jimena, se muestran críticos con la organización de las jornadas micológicas. "El mismo día de las jornadas no llegó apenas nadie, porque las setas tuvieron que venir de fuera y los expertos lo sabían. Fue un desastre", destacan. En este establecimiento han retirado los platos con setas y apuestan por centrarse en los de caza. "Para las jornadas tuvimos que comprar setas de Zamora, Salamanca o incluso Nueva Zelanda", apunta.

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