El regreso de Trump a la Casa Blanca amenaza el acuerdo sobre Gibraltar y las relaciones con Marruecos
España en el mundo en 2025: perspectivas y desafíos
Un informe del Real Instituto Elcano advierte de que un enfoque hostil del mandatario estadounidense contra la UE y la debilidad de España arrinconarían las posiciones de Moncloa en Bruselas
La coyuntura perjudicaría la gestión de las "delicadas relaciones" con el país alauita y la "finalización" del tratado sobre el Peñón tras el Brexit
¿Qué le espera al Campo de Gibraltar si la UE y Reino Unido no acuerdan un tratado sobre el Peñón tras el Brexit?

Algeciras/El impacto del regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, que protagonizará la geopolítica y la economía global durante 2025, puede suponer una amenaza para la firma del esperado tratado entre la Unión Europea (UE) y Reino Unido sobre Gibraltar, así como para la normalización de las relaciones con Marruecos, dos hitos que marcarán el desarrollo del Campo de Gibraltar en los próximos años.
Así lo considera el informe España en el mundo en 2025: perspectivas y desafíos, publicado por el Real Instituto Elcano con el resultado del análisis de 40 de sus investigadores sobre temas tan diversos como la influencia e imagen exterior del país, la globalización y el desarrollo, la seguridad, el clima y la energía, la economía y la tecnología, Europa, la vecindad, América Latina, China-EEUU, la relación transatlántica y Asia, así como la democracia, los derechos y el género.
En cuanto a la influencia y la imagen exterior, el informe describe la posibilidad de un escenario pesimista en el que el presidente Donald Trump despliega su "hostilidad" hacia la UE "en general (a través de la imposición de aranceles y menos apoyo en relación con Ucrania) y hacia España en particular, considerando su reducido gasto militar, el reciente reconocimiento de Palestina y la acción diplomática hacia Cuba y Venezuela, que no se considera suficientemente agresiva". "La presión de EEUU dificulta y reduce los márgenes de la política exterior, lo que perjudica la gestión de las delicadas relaciones con Marruecos y la finalización del acuerdo con el Reino Unido sobre Gibraltar", subraya. Además, esgrime como posibles obstáculos la falta de unidad entre los Veintisiete, entre los que continúan progresando las fuerzas euroescépticas, y el hecho de que "el gobierno sea débil y esté situado a la izquierda de la tendencia hegemónica en Europa" que arrinconaría las posiciones de España en Bruselas. "A nivel interno, la inestabilidad parlamentaria del gobierno, el no contar con nuevo presupuesto, y el fuerte disenso entre el PP y el PSOE impiden afirmar una posición coherente ante todos esos retos, afectando a la influencia y el prestigio internacional de España", concluye.
En un escenario opitimista, este 2025 se mantendría la unidad europea y los países lograrían "una postura equilibrada de cara a posibles negociaciones de alto el fuego con Rusia impulsadas por la nueva Administración Trump". "España define estratégicamente su implicación de los últimos años en Ucrania y Oriente Medio como muestras de una política exterior proactiva, con perfil propio en la defensa de valores e intereses nacionales, y compatible con su condición euroatlántica. Eso le sirve además para presentarse al mundo como potencia media coherente con el derecho internacional y facilitadora de puentes geopolíticos con el sur global". Como resultado de este enfoque, "la diplomacia de EEUU adopta un enfoque pragmático e identifica a España, con quien no tiene problemas de desequilibrio comercial, como socio útil en América Latina y aliado estratégico, considerando las bases militares y el anuncio del gobierno de aumentar el presupuesto de defensa". Por este camino, se abrirían las aduanas en Ceuta y Melilla y se incorporaría Gibraltar al espacio Schengen. "El gobierno, como principal referente de la segunda gran familia política en las instituciones europeas y con un sólido desempeño económico, es capaz de liderar decisiones consensuadas en la UE. La polarización interna se acota a los temas domésticos y los dos grandes partidos inician un nuevo periodo de acercamiento en los temas de Estado que refuerzan la reputación internacional de España", concluye.
El informe estima que aunque España en 2025 "estará guiada por el deseo de protagonismo en ámbitos geográficos y temáticos estratégicos y se verá favorecida por la buena marcha de la economía", hay ciertos "condicionantes" que podrían afectarle negativamente. La llegada al poder de Trump marcará este año porque "su disruptiva agenda puede complicar la relación transatlántica y agudizar el enfrentamiento (de Estados Unidos) con China". No se puede extraer de momento una conclusión clara, ya que "está por ver el enfoque que adoptará en su nueva presidencia: maximalista y combativo o transaccional y desideologizado". Trump asumirá el poder el próximo lunes y con su presidencia es probable que se confirmen "las tendencias proteccionistas y el debilitamiento de los mecanismos de gobernanza multilateral", con posible efecto negativo sobre la marcha de la economía.
Situación
Gibraltar no es parte integrante de Reino Unido. El Gobierno de España la considera "una colonia británica en territorio español". Por tanto reclama que este territorio le sea reintegrado y sostiene "plenamente lo dispuesto por Naciones Unidas sobre esta cuestión". Tras el Brexit, los acuerdos UE-Reino Unido sobre Gibraltar necesitan del acuerdo previo de España, según establece la cláusula número 24 de las Orientaciones del Consejo Europeo para la negociación del Brexit, que señala que, una vez producido, ningún acuerdo entre la Unión Europea y Reino Unido podrá aplicarse al territorio de Gibraltar sin el visto bueno del Ejecutivo español.
En octubre de 2021, el Consejo Europeo adoptó una Decisión para entablar conversaciones con vistas a un acuerdo entre la UE y el Reino Unido acerca de Gibraltar, sobre cuya base la Comisión Europea (CE) comenzó a entablar negociaciones formales con el Gobierno británico. Estas continúan sin que se haya alcanzado todavía un acuerdo. El objetivo, según la CE, es establecer un acuerdo amplio y equilibrado "habida cuenta de la especial situación geográfica y las especificidades de Gibraltar". Y apostilla: "El acuerdo debe entenderse sin perjuicio de las cuestiones de soberanía y jurisdicción".
El proceso tiene sumidos en la incertidumbre a varios sectores económicos del Campo de Gibraltar, cuyo futuro depende muy directamente de cómo se resuelva esta compleja situación, bien con un tratado que elimine la Verja o con un no acuerdo que endurezca el tránsito por la frontera.
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