La químicas buscan más química

La industria química española quiere crecer. Y no sólo a través de la ampliación de las plantas ya existentes, sino con la llegada de nuevas compañías que alarguen un tejido empresarial que suma ya el 11% del Producto Industrial Bruto del país, que en 2015 prevé tener casi 60.000 millones de euros de cifra de negocio y que en la última década ha sido capaz de atraer 11.433 millones de inversión extranjera a España. Las perspectivas son positivas: la Federación Empresarial de la Industria Química Española (Feique) prevé que el sector crezca a una media de un 4,5 % anual hasta el año 2030.

La química está entre los diez ámbitos productivos que más inversión foránea atraen en España y presenta un elevado grado de penetración de empresas extranjeras, de entre un 35 y un 55%. También destaca por la internacionalización de sus ventas: el 55% de su producción se exporta, el pasado año fueron 30.104 millones de euros vendidos al exterior, un 156% más que en el año 2000. Estos datos fueron puestos de relieve ayer por el director ejecutivo de ICEX Invest in Spain, José Carlos García de Quevedo, titular junto con Feique de un proyecto que busca captar inversión extranjera para la química y que resalta las fortalezas del país para atraer a nuevas empresas: su posicionamiento en el mercado global, con acceso a Europa, Latinoamérica y el potencial futuro de África; las infraestructuras, la calidad de la mano de obra o los parques tecnológicos.

Unas ventajas aplicables a las zonas industriales del Campo de Gibraltar y Huelva, y a otras de Andalucía, que empiezan a promocionarse como clúster para venderse al exterior. "Andalucía es la región con mayor potencial de crecimiento industrial del Sur de Europa", resaltaba ayer la directora general de Industria, Energía y Minas de la Junta de Andalucía, María José Asensio. Con el objetivo marcado de llegar a un 20% industrial en el PIB andaluz para el año 2020, la representante autonómica expuso en la feria Expoquimia los argumentos de la comunidad para ese crecimiento. El primero, las empresas ya existentes: la química supone ya el 11,3% del PIB industrial andaluz y su cifra de negocio se triplicó entre 2000 y 2012, muy por encima del crecimiento del 54,5% del sector en el conjunto del país. La unión de la Asociación de Grandes Industrias del Campo de Gibraltar (AGI) y la Asociación de Industrias Químicas, Básicas y Energéticas de Huelva (Aiqbe) suma casi 24.000 millones de euros de valor de la producción y 12.300 empleos, recordó, y cuenta con dos puertos, Algeciras y Huelva, que son el de mayor tráfico y el más grande del país. Y no sólo pesan los grandes puertos; la red de pequeñas instalaciones portuarias que salpican la comunidad con más costa del país con más línea costera de la UE también pueden apoyar el crecimiento industrial. Como muestra, dos ejemplos de Almería: Carboneras y el tráfico de carbón y Garrucha y el yeso.

La demanda interna, con 8,3 millones de consumidores en Andalucía y 47,2 en España sería otro punto a favor de la comunidad, que no obstante tiene una de sus grandes fortalezas en su ubicación geográfica, a 14 kilómetros de África, entre el Mediterráneo y el Atlántico y en el paso de los principales. Una población joven y muy formada (dos tercios en edad de trabajar y un 15% universitarios) y diez universidades y 2.000 grupos de investigación son otros puntos positivos. Pero además, resaltó Asensio en Barcelona en la presentación de las ventajas competitivas de España para el sector químico, este cuenta con "un apoyo institucional claro y sin ambages" y con la potencialidad que supone la riqueza minera como suministradora de materias primas.

Expoquimia es el primer paso de comercialización del clúster andaluz, al que deberán seguir otros. Las circunstancias obligan, advirtió el presidente de ChemMed Tarragona, el mayor núcleo químico del país. Según expuso Jesús Loma-Ossorio, la química europea se enfrenta a dos retos: primero, la expansión del shale gas, el gas de pizarra que ha reducido a la mitad el precio de la electricidad y a un tercio el del etileno en los países en los que se extrae y que en Europa y España se encuentra con la oposición social a la técnica empleada para su extracción, el fracking o fracturación hidráulica. Con el apoyo de este suministro energético se están instalando plantas de gran capacidad en EEUU, especialmente en Houston, que serán competidoras. Igual ocurre en Oriente Medio, donde a partir de este año se pondrán en funcionamiento grandes instalaciones que además cuentan con otra ventaja, son empresas estatales, que no buscan beneficios para el accionista. "Esas grandes empresas son una amenaza para Europa". Y el objetivo es claro: "Si se cierran algunas que sean en el resto de Europa".

Para ello, las químicas de Tarragona cuentan con una ventaja (común a muchas otras del país), al ser pequeñas "es más fácil cambiar de especialidades". Sinergias, mano de obra y la salida al mar, cuya ausencia dificulta el mantenimiento de los núcleos industriales del centro del país, son otras ventajas esgrimidas. Aunque para beneficiarse de ellas, los empresarios tienen reivindicaciones. Una de ellas, el establecimiento de redes cerradas de distribución de energía eléctrica, que no sea necesario comprarla a la red general sino usar la del propio site industrial. Y otra, las infraestructuras, con el Corredor Mediterráneo como eje fundamental.

"Necesitamos el compromiso del Ministerio de Fomento" resumía ayer el director general de Feique, Juan Antonio Labat. El proyecto de Presupuestos Generales del Estado no ha satisfecho a los empresarios, que recuerdan que había un compromiso de ejecutar el tramo catalán del Corredor para 2015, el valenciano en 2017 y el andaluz para 2020. Sería un empujón definitivo a la red de infraestructuras, otra de las fortalezas recogidas en el informe Invest in chemicals, invest in Spain elaborado por Feique y el ICEX. En él se exponen 31 razones para invertir en el sector químico español, que cuenta ya con tres núcleos de peso (Tarragona, Huelva y Algeciras, y la Comunidad Valenciana) y otros puntos repartidos en diferentes comunidades autónomas. Este informe forma parte de un acuerdo de colaboración entre la patronal química e Invest in Spain, que incluye también la promoción de los clúster químicos del país en el exterior o el apoyo para trasladar a los ministerios las demandas de las empresas. Como destacaba ayer Labat "el apoyo institucional es importante. Cuando no lo encuentran, las empresas se retiran".