Traducta, Carteia y Ceuta: puertos bizantinos (siglos VI-VII d.C.)

el puerto de algeciras a través de la historia

Novedosos descubrimientos arqueológicos muestran que estos enclaves fueron estratégicas bases del ejército bizantino y de los mercaderes griegos que monopolizaron el comercio del Mediterráneo occidental

Sepulturas de época bizantina (siglos VI-VII d.C.) halladas en el foro de Carteia.
Sepulturas de época bizantina (siglos VI-VII d.C.) halladas en el foro de Carteia.
Antonio Torremocha

26 de diciembre 2021 - 06:00

En el año 429 los vándalos, después de atravesar Hispania, embarcaron en Iulia Traducta, cruzando el Estrecho para establecerse en el Norte de África. Según Gregorio de Tours, pasaron 80.000 al mando de Genserico. Como era un pueblo desconocedor de las técnicas de construcción naval, es probable que utilizaran a los carpinteros de ribera y calafates que habitaban en la zona para construir las embarcaciones con las que trasladar tan enorme número de invasores hasta el otro lado del Estrecho.

Los vándalos debieron provocar grandes daños en las factorías de Traducta. Las intervenciones arqueológicas realizadas en las factorías de salazón localizadas en los solares nº 1, 3-5 y 7 de la calle San Nicolás de Algeciras indican que, a partir de esa fecha, se detecta un abandono de parte de las piletas utilizadas y un descenso en la actividad industrial. Sin embargo, los abundantes materiales muebles recuperados en los niveles de colmatación y abandono definitivo de la factoría ubicada en los números 3 y 5, evidencian una reutilización de la misma en los siglos VI y VII, coincidiendo con el establecimiento de los bizantinos en ambas orillas del Estrecho.

En el transcurso de las citadas intervenciones se documentó un nivel de ocupación con una cronología que abarcaba desde mediados del siglo VI hasta principios del siglo VII. Este excepcional descubrimiento ha servido para alargar en casi dos siglos el conocimiento que se tenía sobre la Algeciras tardoantigua. De forma resumida se puede decir que en los solares de la calle San Nicolás, nº 1, 3 y 5 se halló un nivel arqueológico que amortizaba las abandonadas estructuras de la factoría de salazón de pescado compuesto por un depósito que contenía materiales cerámicos y numismáticos. En concreto se recuperaron restos de elementos constructivos, ánforas fragmentadas del tipo Keay LXI –contenedor de aceite de procedencia norteafricana–, fragmentos de ánforas originarias del Mediterráneo oriental (Keay LIII) y un ejemplar completo del tipo "late roman ungüentaria", procedente de la zona sirio-palestina.

Dibujo de las hebillas de bronce cristianas halladas por el profesor Presedo en las tumbas excavadas en el foro de Carteia.
Dibujo de las hebillas de bronce cristianas halladas por el profesor Presedo en las tumbas excavadas en el foro de Carteia.

En lo que se refiere a cerámica de mesa, se exhumaron numerosos fragmentos de "terra sigillata" africana D, de las formas Hayes 99 y 104. La cronología que aporta este tipo de cerámica remite a la primera mitad del siglo VI, dato que viene reforzado por la presencia de varios "nummi" (monedas), entre los que destaca uno perteneciente a Justiniano I acuñado en Cartago. De gran interés fue el hallazgo, unos años antes, en el transcurso de las obras de construcción del Edificio Cristina II, de un vaso de bronce de uso litúrgico fechado en el siglo VII d.C., que hay que poner en relación con la población paleocristiana que utilizaba las lucernas norteafricanas recuperadas en la misma zona, algunas con decoración claramente cristiana, como un crismón o un lancero persiguiendo a una presa. También se recuperaron los restos de una tumba de inhumación en el solar del Edificio Cristina IV, cuyo ajuar estaba compuesto por dos puntas de lanza, un regatón, una hojita de cuchillo y un plato de "terra sigillata" africana D.

En San Nicolás se halló un nivel arqueológico que amortizaba la abandonada factoría

Más reciente es el hallazgo de una necrópolis tardorromana realizado en la calle Doctor Fleming. Como refiere Darío Bernal Casasola, "(en el yacimiento de la calle San Nicolás) se documenta un nivel de ocupación fechado entre la segunda mitad del siglo VI y el primer cuarto del siglo VII d.C., cuya cultura material remite a la parte oriental del Imperio. Se trata, por lo tanto, de un testimonio evidente de la ocupación de Traducta por los bizantinos, momento que debemos relacionar con la otra orilla del Estrecho, en la cual Septem depara ajuares cerámicos similares, también emparentados con la ocupación bizantina de la ciudad".

Lucerna con crismón importada del Norte de África hallada en la factoría de la calle San Nicolás (siglos VI d.C.).
Lucerna con crismón importada del Norte de África hallada en la factoría de la calle San Nicolás (siglos VI d.C.). / Museo Municipal de Algeciras
Ánfora procedente del Norte de África, de los siglos VI-VII d.C., hallada en la factoría excavada en la calle San Nicolás.
Ánfora procedente del Norte de África, de los siglos VI-VII d.C., hallada en la factoría excavada en la calle San Nicolás. / Museo Municipal de Algeciras

Pero si la presencia de los Imperiales en el asentamiento romano situado junto al río de Miel está suficientemente documentada, en la vecina Carteia existen evidencias notables de la existencia de una ocupación de época bizantina sobre la colina en la que luego se erigió el Cortijo de "El Rocadillo". En la necrópolis, fechada en los siglos VI-VII d.C., hallada en el foro carteyense, se recuperó una lápida sepulcral de un tal Nikoalios Makrios, un griego que falleció en el año 616 d.C. En las excavaciones realizadas por el equipo del profesor Presedo en los años setenta, se hallaron dos broches de cinturón de factura bizantina y, en las excavaciones, más recientes, llevadas a cabo por el equipo de la Universidad Autónoma de Madrid, se recuperaron cerámicas africanas y orientales datadas entre los siglos V y VII d.C., así como lucernas procedentes, como las de la calle San Nicolás, de Túnez.

Estos datos arqueológicos hay que ponerlos en relación con los aportados por las fuentes escritas y los estudios realizados sobre la presencia bizantina en los entornos del Estrecho de Gibraltar y que han permitido vincular la Ceuta bizantina, en la costa africana, con Iulia Traducta y Carteia en la costa española. En opinión de Luis Agustín García Moreno, en Iulia Traducta podría encontrarse uno de los puertos de concentración naval de los Imperiales, cuya misión sería la vigilancia del tránsito del Estrecho. La importancia que para Bizancio tenía el control del Estrecho de Gibraltar queda patente cuando el emperador Mauricio, a finales del siglo VI, acometió la formación de un único distrito militar y administrativo con Ceuta, las posesiones imperiales en suelo ibérico y las Baleares, como provincia de Mauritania II y bajo el mando de un nuevo "magister militum". En la zona del Estrecho, Ceuta e Iulia Traducta constituirían el gran eje portuario sobre el que giraba la actividad comercial de la zona y se ejercía el control militar del brazo de mar situado entre ambos enclaves.

Ánfora procedente de la zona oriental del Imperio Bizantino, de los siglos VI-VII d.C., hallada en la factoría excavada en la calle San Nicolás.
Ánfora procedente de la zona oriental del Imperio Bizantino, de los siglos VI-VII d.C., hallada en la factoría excavada en la calle San Nicolás. / Museo Municipal de Algeciras

Pero si bien la continuidad del poblamiento de la zona está documentada hasta, al menos, las primeras décadas del siglo VII, desconocemos cómo se desarrolló dicho poblamiento a lo largo de la segunda mitad del citado siglo y cómo se estructuró la implantación árabe-bereber sobre la hipotética población que aún pervivía en el solar de Iulia Traducta en los primeros años del siglo VIII. Para intentar responder a esas preguntas es necesario acudir a los trabajos de Luis Agustín García Moreno y Helena Vialás sobre lo que aconteció en el Norte de África entre los años 685 –fecha de la segunda toma de Cartago por los ejércitos musulmanes– y el desembarco de Tariq ben Ziyad en la bahía de Algeciras en la primavera del año 711. El acontecimiento del año 685 debió representar una quiebra en el sistema de comunicaciones marítimas establecido entre Bizancio y sus territorios ubicados en el occidente mediterráneo y una desarticulación de las actividades comerciales que repercutiría en las dos bases navales bizantinas situadas en la zona del Estrecho: Septem e Iulia Traducta.

El control del Estrecho de Gibraltar fue de vital importancia para los intereses de Bizancio

Rotas las comunicaciones de la zona con Bizancio, Septem se convirtió en el puerto de concentración de una flota bizantina que actuaría de manera autónoma frente al peligro que representaba la expansión musulmana en dirección al Estrecho. Esta última etapa del epígono poder bizantino en la región pudo estar asentada sobre un gobierno conjunto de ambas orillas que actuaría al margen de las directrices de Constantinopla o bien dependiente de los reyes visigodos de Toledo, bajo la gobernación del llamado Conde don Julián, hasta la toma de Septem por los árabe-bereberes y el posterior desembarco en Gibraltar-Algeciras del 711.

En resumen, se puede avanzar, a la luz de los novedosos descubrimientos arqueológicos realizados en las últimas décadas en Carteia, Algeciras y Ceuta, que cuando los Imperiales ocuparon los territorios meridionales y del sudeste de Spania como resultado de su alianza con el visigodo Atanagildo, los dos puertos más destacados del área del Estrecho (Carteia e Iulia Traducta), con Ceuta en la orilla opuesta, se convirtieron en estratégicas bases del ejército bizantino y de los mercaderes griegos que monopolizaron, desde mediados del siglo VI y hasta bien entrado el siglo VII d.C., el comercio del Mediterráneo occidental y que llegaba hasta la ciudad portuguesa de Mértola, aguas arribas del río Guadiana, en la que se ha hallado una basílica funeraria con enterramientos de los siglos VI y VII con inscripciones en griego, probablemente de comerciantes bizantinos que se instalaron en aquel lejano enclave.

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