La provincia de Cádiz crece en población, pero cada vez es más mayor

El análisis del modelo territorial y demográfico en España, y en gran parte de Europa, pone de relieve la convivencia de dos procesos contrapuestos. Por un lado asistimos a una concentración de población y actividades en un número cada vez más reducido de áreas urbanas y, por otro lado, un claro declive o estancamiento de una buena parte de nuestro territorio, especialmente en áreas rurales y en pequeños municipios.

La pérdida de población de muchos municipios es uno de los grandes problemas a los que se enfrentan muchos países en las últimas décadas que ven como amplias zonas geográficas quedan abandonadas a su suerte por la desaparición de servicios básicos y una despoblación creciente. Por otra parte, se observa una concentración de población en determinados territorios, haciendo peligrar su sostenibilidad en términos de sobreexplotación de recursos, fundamentalmente el agua, y de encarecimiento de otros como el suelo, la vivienda, la energía, etc.

Este fenómeno de pérdida de población se manifiesta claramente a escala municipal. Según datos del gobierno de España, de los 8.131 municipios, algo más del 60% ha perdido población en este siglo XXI, y este problema afecta de manera más intensa a los municipios más pequeños, aquellos con población inferior a los 5.000 habitantes. A nivel de provincias, algunas como Asturias, León, Zamora, Ourense o Lugo han perdido en su conjunto población en este siglo, y es en ellas donde el proceso de despoblación es más evidente y acuciante.

Cádiz es una provincia muy singular en lo demográfico: es la segunda de España con menor número de municipios, sólo superada por Las Palmas y, sin embargo, es una provincia con alto nivel de población, situándose como la octava provincia más poblada. Esto hace que haya una alta concentración de municipios muy poblados, con 8 municipios que superan los 60.000 habitantes y sólo 13 por debajo de 5.000 habitantes.

Aunque en un cómputo global, la provincia gana población en los años transcurridos de este siglo XXI, este crecimiento no es homogéneo en todo el territorio y además coincide con un envejecimiento poblacional paulatino que se registra en buena parte de los municipios gaditanos.

De los 44 municipios de la provincia, ya que San Martín del Tesorillo se analiza todavía integrado en Jimena de la Frontera, 16 han perdido población en estos años, siendo el descenso más importante en los casos de Algar, Cádiz, Torre Alháquime, El Gastor, Setenil de las Bodegas, Zahara y Grazalema.

Como se observa, son los municipios de la Sierra los más afectados por este proceso de pérdida de población a los que se suma, llamativamente, la capital de la provincia que ha perdido 26.995 habitantes en estos años.

En el polo opuesto, los municipios que han tenido un crecimiento porcentual más elevado son los de Chiclana de la Frontera, San Roque y Los Barrios.

No obstante, si se analiza con más detenimiento esta evolución demográfica, se observa que los municipios que más crecen en población lo hacen claramente por un crecimiento muy alto de la población con edad superior a los 65 años. Es el caso de Chiclana de la Frontera, de Los Barrios o de El Puerto de Santa María, por ejemplo. Sólo el municipio de San Roque tiene un crecimiento más equilibrado de su población, con incrementos en los tres grandes grupos de edad tratados: de 0 a 15 años, de 16 a 64 años y más de 65 años.

Ahondando en este análisis, es interesante destacar que sólo 6 municipios de la provincia han aumentado su población más joven, aquella menor de 16 años: San Roque, Los Barrios, Conil de la Frontera, Chiclana de la Frontera, San José del Valle y Algeciras. La conclusión es clara y evidente: el crecimiento poblacional de la provincia se explica claramente por un incremento de la población adulta y, muy especialmente, de la de mayor edad. Es cierto que la provincia de Cádiz ha ganado población desde principios de siglo pero también es muy evidente que ha envejecido claramente y que su crecimiento se fundamenta en un aumento significativo de su población más mayor.

Un dato claro de este proceso lo refleja el índice de envejecimiento, calculado por la relación existente entre la población de 65 y más años en un territorio y la de menos de 16. Para el año 2000, el índice calculado para toda la provincia era de 0,61. Este mismo índice para el año 2022 sube hasta 1,11. La lectura de este dato nos viene a decir que en la actualidad es mayor el número de personas en edad avanzada y ya jubiladas, que el de población infantil y jóvenes menores de 16 años.

A pesar de todo esto, la provincia de Cádiz puede presumir de ser una de las provincias de España donde el nivel de envejecimiento es menor, al situarse como la novena provincia en el ranking de España, por debajo, además, del índice medio para todo el país que está en 1,34.

Por último, si se traslada este último análisis a nivel municipal en la provincia de Cádiz, se observa que existe un grupo de localidades donde el proceso de envejecimiento se sitúa muy por encima de la media provincial e incluso muy por encima de la media nacional. Cádiz (2,10), Zahara de la Sierra (2,08), Benaocaz (1,87), Torre Alháquime (1,85) y Grazalema (1,80) encabezan este ranking.

Este grupo de municipios viene a coincidir en gran medida con los que ya se indicaron anteriormente con un balance negativo en crecimiento poblacional en lo que de siglo XXI.