Campo de Gibraltar

La propuesta del distrito equino fija 10.765 hectáreas, la mayoría en Jimena

  • La mesa de trabajo se decanta por el modelo de Wellington (EEUU) para la iniciativa que presentará ante la Junta

La mesa de trabajo del distrito equino para el Valle del Guadiaro abordó ayer una propuesta de límites territoriales y superficie dentro del proceso de redacción de la iniciativa para su traslado a la Junta de Andalucía, administración que debe dar el visto bueno a la creación de esta figura territorial. Los integrantes de la mesa, reunidos en Jimena, acordaron una propuesta inicial con una superficie de 10.765 hectáreas: 7.802 corresponden a Jimena (72,5%); 1.734 al municipio de San Roque (16,1%) y las 1.228 restantes al de Castellar (11,4%). Una superficie para la que se propone un desarrollo inspirado en el modelo que funciona con éxito en Florida (Estados Unidos).

En la reunión de trabajo estuvieron presentes los tres alcaldes -Guillermo Ruiz, de Jimena; Juan Carlos Ruiz Boix, de San Roque; y Juan Casanova, de Castellar- así como representantes de la Fundación Santa María Polo (principal impulsora del proyecto), de la Federación Andaluza de Polo y de las tres empresas que financian este grupo de trabajo: Santa María Polo Club, Ayala España y Dos Lunas.

Respecto a la propuesta de funcionamiento, se corroboró la idea inicial se inspirarse en el modelo que funciona en Wellington (Estados Unidos) frente al de Pilar (Argentina), adaptándolo a la realidad andaluza. En estas recomendaciones preliminares presentadas se preconiza para garantizar una distribución lógica de cargas y beneficios, se debe condicionar el desarrollo de los complejos ecuestres (centros ecuestres más fincas ecuestres). Así, los centros ecuestres deben de ser de polo, de hípica o mixtos, con una superficie mínima de 20 hectáreas y máxima de 35, mientras que el tamaño máximo de la zona anexa, para el desarrollo de explotaciones ganadero-deportivas individuales no superará nueve veces la superficie del centro ecuestre (mínimo 180 hectáreas y máximo 315).

"Deberían estos complejos poder disponer de un número limitado de cortijos en los que albergar equipos de polo de mediano y alto hándicap", expone el informe, que también apunta a que todas las explotaciones individuales deben tener una pista deportiva ecuestre para entrenamiento, un mínimo de cinco cuadras para las dedicadas a la hípica y de 25 en caso de dedicarse al deporte del polo. Según la propuesta que redacta el grupo de trabajo, en los centros ecuestres se podrían permitir como usos complementarios el hospedaje rural, el club social rural, restauración, hostelería y merchandising de artículos relacionados con las actividades ecuestres. Además de cuadras y anexos, unas estancias complementarias para entrenamiento de jinetes, vestuario o sala de reunión de equipo.

Según los estudios preliminares elaborados por la Fundación Santa María Polo, la Vega del Guadiaro cumple con las tres características básicas para lograr este objetivo de un distrito equino: un clima idóneo, infraestructuras turísticas de primer nivel y la cultura del caballo propia de Andalucía. Sin embargo, fallan algunas condiciones particulares, porque si bien existen clubes de polo y de hípica que pueden servir de base para el proyecto así como torneos de primer nivel internacional, la legislación no es claramente favorable y faltan una serie de infraestructuras.

Este proyecto no precisa de subvenciones públicas, porque se puede sostener por la misma iniciativa privada, pero antes hay que solventar una serie de trabas administrativas. Este es el objetivo principal del grupo de trabajo: generar la documentación previa para que desde la Junta de Andalucía se consiga la aprobación de la creación de este distrito equino.

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