Un vecino de la localidad, Elías Quintana Camacho, exigió ayer a la administración local el derecho de seguir explotando el chiringuito La Tabla que se encuentra en primera línea de playa en Casa de Porros desde hace 15 años.

El Consistorio le autorizó en 1992 a explotar la zona como aparcamiento, ante el impago de Medio Ambiente de cierto trabajo de obra realizado por Quintana Camacho en las captaciones de agua de Puertollano. El trato era que Elías Quintana cobrase a cada coche que entrara en el recinto una cantidad de 150 euros y él tenía que asumir las tareas de limpieza del lugar. Además se autorizó a la instalación de una caseta de venta de helados y refrescos, así como una caseta portátil para ducha y urinario. En 2003, a punto de acabar su mandato, Juan Andrés Gil autorizó a Quintana la apertura de un chiringuito, a cambio de un canon anual de 2.500 euros que el vecino abonó.

Ya por aquel entonces la consejería de Medio Ambiente abrió expediente disciplinario contra Quintana Camacho, al edificar en mitad del parque natural y en la zona donde se supone estuvo emplazada la antigua ciudad romana de Mellaria.

Actualmente, el chiringuito ha sido precintado y existe ya un dictamen desfavorable de la Oficina Municipal de Disciplina Urbanística que ordena el derribo de la construcción a cargo de Quintana Camacho.

El vecino denuncia un agravio comparativo contra su persona, ya que en las proximidades hay al menos dos chiringuitos similares -pero estos cuentan con el beneplácito de Medio Ambiente y se levantaron en terrenos privados y no en suelo público-.