Una clase práctica marca la jornada en el seminario de equitación y discapacidad

Los alrededor de treinta alumnos del Seminario Técnico de Equitación y Discapacidad se trasladaron ayer al Club Hípico San Roque Club, sede de la Fundación Santa María Polo. Según la coordinadora del seminario, María del Carmen Castillo, se trataba de una jornada de acercamiento al mundo del caballo y de las terapias ecuestres.

Castillo expuso que la idea es que los participantes hagan grupos y acompañen a la fisioterapeuta para que comprueben como se trabaja con los niños. "La mayoría, salvo tres o cuatro, han tenido contacto con el mundo del caballo, por lo que hacemos ejercicios de equilibrio, coordinación, visión espacial para que tengan práctica y sepan cómo hacer los ejercicios que después trasladarán a los niños para que ellos hagan lo propio durante la terapia", resaltó la coordinadora.

Castillo incidió además en que se trabaja de manera muy similar con niños con discapacidad o sin ella. "Buscamos los mismos resultados: equitación, posición, equilibrio y una buena formación. Los ejercicios son los mismos, aunque en hipoterapia necesitamos algunos detalles de adaptación, más personas de apoyo; un niño con discapacidad necesita uno o dos auxiliares. Pero los ejercicios básicos son los mismos", apuntó.

La coordinadora explicó que la mayoría de los alumnos que asisten al seminario proceden de carreras relacionadas con la educación, especialmente de magisterio, fisioterapeutas y esta edición también lo realiza un abogado.

En cuanto al acercamiento al mundo del caballo, Castillo ha indicado que "al principio son algo reticentes, pero después pierden el recelo y se lo toman con muchas ganas y mucha ilusión. Tras compartir esta mañana de prácticas al día siguiente la jornada es mucho más participativa porque los alumnos han perdido el recelo por preguntar".