Quirónsalud

¿Por qué perdemos el olfato?

  • La pérdida de olfato o anosmia puede ser un síntoma de coronavirus, pero también de otras enfermedades graves

  • Según la Organización Mundial de la Salud, cerca del 5% de la población la padece 

Pérdida de olfato

Pérdida de olfato / E.S.

Uno de los síntomas asociados al coronavirus es la pérdida total o parcial de olfato. No es extraño que los pacientes acudan alarmados al especialista cuando perciben que su capacidad olfativa está mermada. Si ello ocurre, efectivamente hay motivo para la sospecha de que tenemos la COVID-19, pero no siempre es así. En su lugar, puede ser señal de la existencia de otro tipo de patologías a las que los expertos nos aconsejan prestar atención.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cerca del 5% de la población padece pérdida de olfato o anosmia, y se calcula que en España esta alteración afecta a 400.000 personas. El Codirector de los Servicios de Otorrinolaringología de los hospitales Quirónsalud Campo de Gibraltar y Marbella el doctor Carlos O´Connor Reina, explica que “este trastorno olfativo impide apreciar cualquier olor y puede venir acompañado de otros síntomas como depresión o falta de apetito. Cuando surge en edad avanzada es un factor que debe ser estudiado ya que puede estar asociado a procesos degenerativos”.

“La causa mayoritaria de la disfunción olfativa se debe a procesos patológicos nasales, sinusales o a ambos, también puede producirse por infección de las vías respiratorias altas (resfriado común y la Covid-19) o debido a traumatismos craneales. Existe una proporción minoritaria de consultas en las que se descubre que la anosmia viene originada por epilepsia, accidentes cerebrovasculares, cirugía cerebral, alteraciones endocrinas, Alzheimer, Parkinson o depresión…”, detalla el otorrinolaringólogo quien resalta el porcentaje menor de pacientes cuya pérdida de olfato ha desvelado dolencias latentes.

Doctor O'Connor, otorrino de Quironsalud Doctor O'Connor, otorrino de Quironsalud

Doctor O'Connor, otorrino de Quironsalud

Debido a la vinculación de los sentidos del olfato y del gusto, la deficiencia del primero repercute inmediatamente en el funcionamiento del segundo. “En la masticación se transfieren olores de los alimentos que se elevan desde la boca a las fosas nasales. Ello explica que se produzca una experiencia olfativa simultánea a la deglución que nos permite percibir el sabor de la comida. La carencia de olfato por tanto provoca la ausencia de sabores”, aclara el doctor Juan Carlos Casado Morente Codirector de los Servicio de Otorrinolaringología de los hospitales Quirónsalud Campo de Gibraltar y Marbella.

Para prevenir la pérdida de olfato, el doctor Carlos O´Connor Reina aconseja “evitar atmósferas que puedan irritar las fosas nasales pero, si es ineludible (lugares de trabajo), hay que usar mascarillas de protección adecuada para minimizar la exposición a las partículas en suspensión del aire”.

El tiempo de recuperación de la anosmia depende de cada caso. Cuando se produce por infección de las vías respiratorias, la alteración del olfato suele ser transitoria y se recupera al cabo de una semana o dos. Pero si la causa de la anosmia está vinculada a disfunciones en el cerebro, la pérdida puede ser irreversible.

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