Un café con Paula

El papá y el embarazo

  • Nuevos estudios demuestran que la implicación emocional del padre una vez que nace el bebé es clave para que el cerebro del hombre cambie con sus cuidados

Una mujer embarazada.

Una mujer embarazada. / D.S.

El otro día mientras trabajaba con unos futuros papás, me decía el padre: “Es que a los padres se nos tiene muy poco en cuenta durante el embarazo y para nosotros también hay muchos cambios y miedos”. Y tiene toda la razón. Me hizo reflexionar en la necesidad de poder atender esta necesidad.

El embarazo es un proceso de cambio vital para la mujer, en él se dan procesos psíquicos muy potentes y cambios a nivel cerebral. Investigadoras españolas del Gregorio Marañón están realizando uno de los mayores estudios sobre este tema y ya se sabe que esos cambios cerebrales son duraderos en el tiempo.Es decir, para ser madre, el cerebro mejora sus estructuras y conexiones. Esto hace que fisiológicamente esta etapa sea especialmente delicada para la mujer y, por eso, de forma biológica el papel del padre es protegerla para que ésta pueda sentirse segura, algo importantísimo para el buen desarrollo del embarazo.

Este papel tan importante a veces les hace sentir exhaustos y secundarios. Normalmente nadie les pregunta a ellos como se encuentran, pues se sobreentiende que bien, y sienten que expresar sus sentimientos, sus dudas y miedos no tiene cabida en su rol de sostén. A veces ese rol está confuso con un rol más machista que masculino por la carga de ser fuerte y no expresar las emociones. Sin embargo, las nuevas masculinidades están aflorando y cada día son más los hombres que quieren vivir el embarazo de forma plena, sintiendo y acompañando a su pareja en este proceso, además de cuidándola y protegiéndola.

Si bien es cierto que durante el embarazo la preparación fisiológica para el nuevo estado la vive la mujer, nuevos estudios están demostrando que la implicación emocional del padre una vez que nace el bebé es clave para que también el cerebro del hombre cambie con sus cuidados. Para que esto ocurra, cuando el bebé llega, el padre necesita haber encontrado su lugar también durante el embarazo, sentirse seguro y escuchado.

Es importante dar su lugar a éste en las decisiones que la pareja va tomando respecto al embarazo y nacimiento, sin olvidar que hasta ese momento siempre estamos hablando del cuerpo de la mujer y ante cualquier desacuerdo ella debe poder elegir libre y convencida. También para esto es importante que el hombre esté preparado para implicarse y ayudar a decidir, pero también para apoyar a la mujer en que tome su propia decisión, sabiendo anteponerla a las propias.

El papel de los padres en el parto, para el que muchas veces no se sienten preparados, es muy importante

Ni que hablar tiene del papel que como acompañante realizan en el parto, para el que muchas veces no se sienten preparados, y la impotencia de no saber cómo ayudar a su pareja es muy grande. De hecho, en muchas ocasiones en las que el parto ha sido difícil y traumático, los hombres también desarrollan, como pasa a la madre, estrés postraumático (TEPT). Es importante también poner el ojo en los dos progenitores en estos casos, pues es muy difícil desarrollar un vínculo seguro con el bebé cuando aparece TEPT en alguno de los papás.

La preparación al parto es la mejor prevención para poder tener un parto sano y que los siguientes meses desarrollemos un vínculo positivo y seguro con nuestro bebé. La importancia de que las mujeres sepan el funcionamiento de sus cuerpos, adquieran seguridad y dejen atrás el miedo es fundamental para que en el momento del parto todo lo aprendido haga su función en la mujer. El padre debe tener y entender la misma preparación, saber que está pasando en cada momento y cómo puede ayudarla, pues el estrés es contagioso y si el hombre lo siente puede transmitirle a la mujer todo esto. Por tanto, no se trata de que el hombre aguante sus emociones, sea fuerte y no muestre que está asustado, sino que pueda formarse con la mamá para que cuando llegue el momento mantener la calma sea algo para lo que está preparado.

Desde la psicología es mucho el trabajo que se hace en este ámbito. La psicología perinatal ayuda a las mamás y a los papás a adaptarse, entender, conocer y sentirse seguros en sus nuevas experiencias. En la consulta ofrecemos ayuda no sólo en psicoterapia, sino también en talleres de preparación como el hipnoparto y el uso de la voz en el parto, que dan muchas herramientas útiles a la pareja para sentirse más unidos, seguros y convencidos. Y aunque la protagonista es la mujer, es un gran espacio para que el hombre pueda expresarse y conectar de manera más profunda con el embarazo y el bebé que está en camino.

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