Campo de Gibraltar

La oposición al nuevo fondeadero se reactiva con una concentración

  • El Ayuntamiento de San Roque se suma a Verdemar para hacer una cadena humana en Torreguadiaro

  • Prevén un daño ambiental y económico de ubicarse frente a Sotogrande

Una protesta anterior contra el fondeadero.

Una protesta anterior contra el fondeadero. / e.s.

La oposición a un nuevo fondeadero de la Autoridad Portuaria Bahía de Algeciras (APBA) frente a las costas de Sotogrande se reactiva. Mañana Verdemar Ecologistas en Acción ha convocado una protesta a las 13:00 en Torreguadiaro, a la que se ha sumado el Ayuntamiento de San Roque. Mostrarán así su oposición a un proyecto que a su juicio pone en peligro los valores ambientales de la zona y el turismo de alto poder adquisitivo por los que se caracteriza Sotogrande.

La convocatoria se realiza a partidos políticos, colectivos y ciudadanos en general, a los que se invita a formar una cadena humana mañana en la playa de Torreguadiaro. Cuenta con el apoyo del Ayuntamiento de San Roque a través de la Delegación de Medio Ambiente, que preside Juan Serván, que junto al alcalde accidental, Juan Manuel Ordóñez, ha anunciado su participación en esta iniciativa.

Ordóñez destacaba ayer que "es un encuentro muy importante, para el que pedimos el apoyo de los ciudadanos para mostrar su rechazo a las pretensiones de la Autoridad Portuaria de ubicar en nuestra costa un fondeadero de buques". Además de la repercusión en el turismo, Ordóñez entiende que "la presencia de estos buques afectaría negativamente al Parque de los Alcornocales, en la zona de Borondo y Guadalquitón".

El Consistorio viene trabajando desde el pasado año en contra de esa propuesta de la APBA, con reuniones con vecinos y empresarios para recabar apoyos. En ellas se instó a que todos los vecinos, colectivos y administraciones que rechazan el fondeadero presionaran a los miembros del consejo de administración de la APBA para que, en caso de que se votara este punto, lo hicieran en contra.

La ampliación del espacio portuario fue llevada en dos ocasiones al consejo de administración de la APBA (en marzo y abril de 2017), siendo retirada en ambos casos del orden del día debido a las presiones de distintos colectivos y administraciones, como el Ayuntamiento de San Roque. Según este proyecto, el fondeadero está previsto desde donde terminan las aguas en disputa con Gibraltar, en la zona linense de Torrenueva, hasta la frontera con Málaga. Por lo tanto, afectaría a parte del litoral linense y, en cuanto al sanroqueño, a las zonas de Alcaidesa, Borondo, Guadalquitón, Sotogrande, Torreguadiaro y Cala Sardina.

La APBA anunció en mayo de 2017 que iba a paralizar la tramitación del fondeadero en el litoral turístico sanroqueño hasta conocer el resultado de un estudio de alternativas. Quería contar con una segunda opinión técnica sobre el fondeadero previsto frente a las costas mediterráneas de San Roque y La Línea. Esto supuso que el expediente quedase paralizado a expensas del resultado de dicho estudio. Sin embargo, Manuel Morón, presidente de la APBA, hizo hace unos meses unas declaraciones en las que sostenía que "no hay otro lugar" para este fondeadero, retomando el proyecto.

Según denuncia el Consistorio sanroqueño, el fondeadero supondría la presencia constante de barcos con actividad en el Puerto de Algeciras frente a estas costas, "en las que se ubican playas con gran número de visitantes, enclaves turísticos y espacios naturales, además de que en sus tres caladeros se realizan tradicionalmente faenas de pesca". Además del impacto visual que generaría está el temor a contaminación de las aguas y atmosférica, "lo que frenaría en seco el desarrollo turístico de la zona y sus perspectivas de crecimiento económico sostenible".

Verdemar explica que provocaría una presión antropogénica significativa sobre los hábitats bentónicos, con especial atención a los hábitats biogénicos y protegidos que representan puntos calientes de biodiversidad y son clave para asegurar los servicios y funciones del medio marino: praderas de fanerógamas marinas, hábitats de roca infralitoral y circalitoral, fondos de maërl, comunidades profundas de corales de aguas frías, comunidades dominadas por pennatuláceos, agregaciones de esponjas circalitorales y profundas y jardines de coral.

Los ecologistas añaden que otro de los graves problemas será el asentamiento de especies invasoras, como la Caulerpa racemosa y la Lophocladia lallemandii. Las embarcaciones se trasladan de un punto a otro, por lo que "la falta de planificación en las zonas de fondeo puede favorecer la proliferación de estas especies" invasoras.

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