"Hemos mantenido el empleo pese a la crisis y adaptado al futuro"
José Luis Masi Sainz de los Terreros. Exdirector de Acerinox Europa
El exdirector de Acerinox Palmones confía en mejores cotas de producción en 2013 Reivindica el ferrocarril para incrementar la distribución de productos en Europa
-José Luis Masi alcanza la edad de jubilación al frente de la factoría de Acerinox Europa, en Palmones, con la satisfacción del deber cumplido pese a los escollos puestos por el camino como consecuencia de la crisis económica. Llegó al cargo en septiembre de 2001, aunque prácticamente toda su vida profesional ha estado ligada a la compañía, de la que sigue siendo consejero.
-Defina su gestión con unas pocas palabras.
-Muy favorable a nivel personal.
-Y ahora, a la que ha sido su plantilla.
-No hubiera llegado a ser director de la fábrica, ni ésta hubiera llegado donde está, sin ayuda del equipo que he tenido.
-Por tanto, ¿qué balance hace de estos algo más de diez años al frente de la factoría?
-Hay que distinguir dos periodos muy diferentes. Una primera parte, hasta que se inicia la crisis en 2008, donde alcanzamos récords de producción y resultados, con una marcha extraordinaria. En la segunda etapa, ya con la crisis y menores niveles de producción, ha sido más difícil alcanzar resultados económicos pero hemos mantenido el empleo. Es algo muy importante, incluso con menor capacidad de producción utilizada. Durante este periodo hemos conseguido adaptarnos para un futuro en el que no se mantengan niveles de producción tan altos como los de la primera etapa.
-En una situación como la actual, los planes de excelencia que aplica la compañía son básicos...
-En ambos ciclos. Para seguir reduciendo costos, plazos de entrega y mantener la factoría competitiva. Son básicos para seguir siendo referencia en el sector.
-¿Qué ha cambiado en la factoría desde su llegada al cargo, en 2001, hasta hoy?
-Principalmente, han sido cambios muy satisfactorios a nivel medioambiental. No hemos tenido ningún incidente relevante y hemos compatibilizado la actividad industrial con el respeto al medio ambiente. Y, además, con inversiones en eficiencia, se ha logrado reducir el porcentaje de emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera.
-De hecho, el último informe del Carbon Disclosure Project sitúa a Acerinox Palmones como una de las fábricas más eficientes en su clase.
-Efectivamente. Es algo muy importante para la compañía. También se han reducido costos porque ha bajado el consumo de gas natural y aumentado la eficiencia de las líneas de vapor y aire comprimido de la factoría.
-¿Cuál ha sido el momento más dulce de su dirección?
-Cuando estábamos a tope de producción. Cada día hacíamos más y mejores toneladas de acero. Luego, al final, también me deja un muy buen recuerdo la firma del último convenio colectivo. Tenemos garantizado a medio plazo, durante tres años, una estabilidad laboral en la factoría. Y, por supuesto, la creación de Acerinox Europa, en diciembre de 2011.
-¿Y el más amargo?
-Los comienzos, con una huelga bastante dura y larga. Cada uno defendía sus intereses. Al final, tras pasar ese momento, se establecieron unas relaciones laborales con el comité de empresa correctas y favorables para todos.
-Inmersos en un ciclo económico difícil, Acerinox ya ha anunciado que prevé arrojar ligeras pérdidas en 2012. ¿Cómo lleva un director los números rojos?
-Hemos hecho todo lo posible para optimizar los costos y mejorar rendimientos, plazos de entrega, calidades y disminuir reclamaciones. Si el mercado está mal y el margen de venta no es muy alto, supone un problema. Estamos luchando y creo que estamos consiguiendo adaptarnos a la situación. Seguiremos siendo una referencia dentro del mercado del acero inoxidable. De hecho, hemos sido imitados por nuestros competidores en muchos aspectos.
-¿Es Europa la que no termina de despegar?
-Incluso peor que Europa, España. Acerinox Europa registra un descenso más importante en España. Menos mal que no sólo cubrimos el mercado nacional, hubiera sido peor. Al ser ésta una empresa multinacional, con fábricas en Estados Unidos, Sudáfrica y Malasia, hace que no seamos tan dependientes de una cuestión local o nacional.
-En los últimos años de su periodo al frente de la fábrica de Palmones tuvieron que recurrir a varios Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE). ¿Qué valoración hace?
-Con sólo dos ERTE que hemos aplicado durante todo este periodo de crisis, pese a las bajadas importantes de producción, se ha mantenido el nivel de empleo. Creo que es una gestión muy positiva y estoy satisfecho pese a la situación que hemos pasado. Espero que le quede poco a la crisis, porque nuestra previsión es subir la producción respecto a 2012.
-¿Cómo se le explica a la plantilla que hay que aplicar un ERTE?
-Lo entendieron, gracias a la colaboración del comité de empresa.
-¿Y la sociedad? ¿Lo entendió?
-Hubo quien no lo entendió bien. Pero no hay más remedio que optimizar los recursos. Mantener resultados negativos durante mucho tiempo no es sostenible mientras que un ERTE es una situación temporal, transitoria, no definitiva. No es traumático.
-A la vista del resultado, ¿califica de buenas las relaciones que ha mantenido con el comité de empresa?
-Hemos tenido un buen entendimiento. En determinados momentos defendiendo posturas diferentes, pero últimamente ha sido muy positiva.
-Al principio de su dirección se encontró con una huelga leonina. ¿Es difícil mantener la paz social en una empresa como esta?
-No es fácil. Pero con un poquito de responsabilidad empresarial, defendiendo cosas lógicas y que el comité entienda, se alcanza. Creo que hemos hablado el mismo idioma y estado en la misma línea.
-¿La paz social se podría romper por el sector auxiliar?
-Al igual que Acerinox ha tenido que soportar durante la crisis resultados no tan buenos, el sector de servicios también tiene que soportarlos. La compañía no puede mantener una situación muy buena a los servicios y su propia principal pasando dificultades. No creo que hayan soportado más que la principal.
-Las dos primeras contratas con problemas, Balcar y Laribar, ya han recurrido a sendos ERTE...
-Claro. Eso ya lo hicimos en Acerinox. Trazamos el camino.
-Antes habló del holding y de la segregación de Acerinox Europa, con la fábrica de Palmones, ¿qué va a reportar?
-Va a permitir una mayor especialización, una mejora del grupo y el propio negocio industrial.
-¿Qué repercusión ha tenido durante su última etapa como director?
-Al crearse un consejo de administración específico para Acerinox Europa, para la fábrica de Palmones, en sustitución al de Acerinox SA, sitúa la filial al mismo nivel que North American Stainless o Columbus y Malasia. Supone una gestión más directa, más ágil. Entre todas las filiales se reparten los gastos de la cabecera. Crea, además, sinergias entre las diversas factorías y permite la movilidad.
-¿Supone afianzar a Palmones?
-Por supuesto. Estoy convencidísimo.
-¿Deslocalización es una palabra tabú?
-No es tabú. Pero en ningún momento se ha planteado.
-¿Cómo ha sido su relación con el municipio barreño?
-Hemos tenido siempre una buena colaboración con el municipio, en todo lo que hemos podido.
-¿Y con el actual gobierno?
-Normal...
-Lo primero que hicieron fue pedirle dinero...
-(Sonríe). No ha habido una relación fuera de la normalidad.
-Y en el ámbito social, ¿tiene Acerinox suficiente presencia?
-En el propio Campo de Gibraltar, a veces, no se sabe la importancia que tiene Acerinox. Es el principal consumidor de energía eléctrica de toda Andalucía y es una de las empresas con más importancia dentro de la AGI. Posee un grado de ocupación directa de más de 2.000 personas, más subcontratas, con casi otro millar. A veces, cuando nos visitan, la gente no se imaginaba la importancia de la factoría. Aquí está, en Andalucía, en el Campo de Gibraltar, una factoría de la que todos deberíamos presumir. Es puntera en el mundo, tiene muy avanzada tecnología y ha exportado know how a Estados Unidos. La factoría de Estados Unidos se ha construido con know how y asistencia española, andaluza concretamente.
-Pero de cara a la sociedad, hay industrias con más acciones de promoción...
-Somos un poco más endogámicos, pero colaboramos con la sociedad. Tenemos una política de figuración diferente.
-Colaboran con su plantilla con un programa de becas. ¿Qué supone para un director becar a los hijos de trabajadores que, tal vez, acaben trabajando aquí?
-Lo mejor que unos padres pueden dar a sus hijos es formación. La política que tiene Acerinox en cuanto a la entrega de becas para estudios tiene mucha relevancia. También hemos creado dos premios de calidad y seguridad y medio ambiente que han dado bastante éxito.
-También estuvo un periodo al frente de la Asociación de Grandes Industrias (AGI). ¿Qué vínculos estableció?
-Lo recuerdo con mucho cariño. Conocí a empresarios e instituciones y agentes sociales de la zona.
-¿Se va con la espinita del tren sin reformar?
-Como presidente de la AGI, iniciamos fuertemente las gestiones con la línea férrea y me voy con la espinita de que aún no esté. Vuelvo a reivindicar, como todos los entes sociales y económicos, que potenciar el ferrocarril es fundamental no sólo para el puerto, también para la industria. Somos el segundo polo industrial de toda España. Lo necesitamos.
-¿Qué repercusión tendría para Acerinox un tren de altas prestaciones puesto en la puerta?
-Una logística más adecuada y mejores entregas. Seguro.
-¿Será un reto para su sucesor mantener un papel activo en defensa del ferrocarril?
-Mi sucesor ocupará mi puesto en la directiva de la AGI con la misma política de intentar conseguir que se potencie el ferrocarril.
-¿Qué mensaje puede mandar al nuevo director desde la experiencia?
-Que cuide las relaciones laborales. El factor humano es fundamental. Sin él, sin su apoyo, difícilmente se pueden alcanzar niveles de competitividad.
-¿Echará de menos la fábrica?
-No me desvinculo totalmente. Dejo de ser director, pero sigo como consejero de Acerinox Europa. Tendré que venir a los consejos de administración.
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