La Línea en blanco y negro

El bombardeo de 1941

  • La Velada veraniega linense de aquel año acabó en tragedia poco tiempo después de finalizar la Guerra Civil

  • Los explosivos erraron su trayectoria y causaron cinco muertes

El bombardeo de 1941

En el verano de 1941, cuando la Línea de la Concepción se preparaba para celebrar sus fiestas veraniegas, esta acabó reviviendo alguno de los momentos más dolorosos de nuestra Guerra civil, que había terminado solo dos años antes.

La Línea se preparaba para celebrar su Velada, que conmemora el nacimiento de la ciudad a mediados de julio. Esta, teñida de posguerra, se vestía como podía de faralaes y se engalanaba con farolillos y volantes, para celebrar su fiesta por antonomasia. No se imaginaban que Benito Mussolini, a unos 1600 kilómetros de distancia, les iba a aguar la celebración... y de la peor manera posible. Sin comerlo ni beberlo, el pueblo se convirtió durante unos minutos eternos en víctima de la Segunda Guerra Mundial. Se destruyeron viviendas y murieron cinco personas. ¿El culpable de todo esto? Además de su jefe, un piloto italiano con muy mala puntería... o mucho miedo a las ametralladoras británicas.

Misión: Bombardear Gibraltar

El 12 de noviembre de 1940, Adolf Hitler firmaría la Directiva 18, en la que enunciaba el plan para la entrada de España en la Segunda Guerra Mundial y para la toma de Gibraltar. Mussolini debía avanzar en el norte de África hacia Egipto y el canal de Suez, lo que con la toma del Peñón debía convertir el Mediterráneo en una enorme Ciudad de vacaciones para el Eje. Gibraltar se había convertido en galería de tiro libre desde el principio de la guerra, y resulta curioso que unos de los que sí le pegaron una fuerte somanta de palos a la colonia británica fuesen los franceses. Los ingleses les habían hundido gran parte de la flota a sus brothers en Mers el Kebir.

El 24 de septiembre de 1940, 83 bombarderos franceses habían aparecido tan campantes sobre el cielo de Gibraltar para devolverles el tupper a los ingleses. Según ABC, “cayeron cien bombas que dejaron Gibraltar bastante destrozada”, algunas de 1.500 kilos. Y es que a los hijos de la République no les había hecho ni pizca de gracia que Churchill convirtiese a 1.300 marineros franceses en comida para peces.

El Peñón de Gibraltar (1941). El Peñón de Gibraltar (1941).

El Peñón de Gibraltar (1941).

Los italianos habían atacado por primera vez la colonia británica aquel mismo verano. Lo habían hecho desde aeródromos en Cerdeña y usando aviones Savoia-Marchetti SM.8., pero solo dos. Nada que ver con los 80 aviones que desplegó Francia para vengar a su Marina. Y así lo hizo. Mandaba, como para cumplir el expediente con su aliado germano, un avión, dos… tres (su récord fue enviar 10 aviones del 132º Gruppo Autonomo Aerosiluranti, el 19 de julio de 1942).

En la noche del 11 al 12 de julio de 1941, un solitario Savoia-Marchetti SM 82 Marsupiale despegaba desde Cerdeña portando en su bodega tres mortíferas bombas que el aparato debía llevar hasta la Bahía de Algeciras. Según leemos en un artículo de Juan José Molina en Archive, sobre las tres de la madrugada del sábado 12 de julio, el SM-82 fue descubierto por los sistemas de detección acústica de la Roca y poco después soltaba su mortífera carga. El piloto seguramente deseaba hundir alguno de los mercantes, pero el fuerte viento de poniente, o la mala puntería del bombardero, en cuanto la antiaérea inglesa empezó a resonar a su alrededor, hicieron que ninguno de los ingenios explosivos acertase su objetivo. Dos de las bombas fueron a parar a la Playa de Poniente, clavándose en la arena sin llegar a explosionar. La tercera bomba, desnortada, era la que iba a amargar las fiestas a La Línea de la Concepción. Hizo impacto en la confluencia de las calles Duque de Tetuán y López de Ayala y su tremenda explosión destruyó tres viviendas. La Línea quedó conmocionada por la tragedia de aquella noche.

Tras el suceso se decretó día de luto y se aplazaron los actos de apertura de la fiesta

Se decretó día de luto y, entre otras resoluciones, se acordó que todos los actos programados con motivo de la apertura oficial de la Velada quedarían aplazados hasta el domingo. Sin dar demasiada publicidad al hecho y tras identificar estos artefactos como italianos, las autoridades españolas se limitarían a plantear una protesta oficial ante los representantes de Mussolini. Según fuentes italianas, desde el bombardeo de La Línea, las incursiones posteriores de los SM-82 habían sido contestadas por fuego antiaéreo procedente de territorio español. Según afirman, aquello era una muestra de sus deseos de vengar las muertes de sus compatriotas, aunque lo más lógico es pensar que en realidad no era más que un intento de hacer respetar el espacio aéreo, como se había hecho en ocasiones anteriores con los aviones franceses.

Un bombardero sobrevolando territorio gibraltareño (1941). Un bombardero  sobrevolando territorio gibraltareño (1941).

Un bombardero sobrevolando territorio gibraltareño (1941).

 

Viviendas destruidas por la bomba (calle Duque de Tetuán). Viviendas destruidas  por la bomba (calle Duque de Tetuán).

Viviendas destruidas por la bomba (calle Duque de Tetuán).

El fallido ataque italiano a Gibraltar se saldó con la muerte de cinco personas: María Caballero Hidalgo, Tomás Caballero Hidalgo, Joaquina Morilla Vega, Julia Rojas Torres y José Luis Valdés Díaz. Sus cuerpos tuvieron que ser desenterrados de los escombros con la ayuda de luces de camiones militares, dado que la explosión afectó al tendido eléctrico y dejó a la ciudad a oscuras. Hubo además numerosos heridos y las autoridades plantearon una mera protesta oficial ante los representantes del gobierno de la Italia fascista, pero Mussolini hizo caso omiso. Durante los tres días siguientes los aparatos italianos violaron el espacio aéreo español y llegaron a soltar de nuevo bombas en nuestro suelo sin causar afortunadamente ninguna baja.

Una bomba hallada cerca del paseo marítimo de Poniente podría ser de esa época

El sábado 12 de julio, con la presencia del Gobernador Civil y las autoridades municipales, tuvo lugar el sepelio de las víctimas en el cementerio de San José. Varios miles de personas acompañaron a la comitiva fúnebre a lo largo de su recorrido por las calles de la ciudad.

Caída de una bomba en La Línea (12 de octubre de 1941). Caída de una bomba  en La Línea (12 de octubre  de 1941).

Caída de una bomba en La Línea (12 de octubre de 1941).

Indemnización con trampa

Al finalizar la guerra el gobierno democrático italiano pagó a España una indemnización de 250 mil dólares por los daños causados por la Segunda Guerra Mundial a personas y bienes de nacionalidad española en La Línea de la Concepción, así como otros daños causados a personas y bienes españoles en el territorio de soberanía española o en el mar durante la guerra. Sin embargo, no está claro si las víctimas vieron algo de aquel dinero.

La cantidad estaba destinada a ser usada para amortizar parte de la deuda contraída por España ante Italia durante la Guerra Civil. España se tendría que hacer cargo de hacer efectivo el pago de las indemnizaciones a las familias de los fallecidos, de los gastos médicos de los heridos y de la compensación a los afectados por la pérdida de sus bienes.

Entrevista a la heredera de las víctimas de la bomba italiana que cayó en La línea, en Radio Juventud. Entrevista a la heredera de las víctimas de la bomba italiana que cayó en La línea, en Radio Juventud.

Entrevista a la heredera de las víctimas de la bomba italiana que cayó en La línea, en Radio Juventud.

La plaza de España de Sevilla alberga la gran bomba FF italiana lanzada desde el avión por error sobre La Línea de la Concepción. Hace un año publicamos en Europa Sur que un equipo de buceadores de la Armada procedentes de la Unidad de Buceo de Cádiz y de la Unidad de Buceadores de Medidas Contraminas tuvo que intervenir para neutralizar una antigua bomba de aviación encontrada en las proximidades del paseo marítimo de Poniente, a 3,5 metros de profundidad en aguas de La Línea. El regalito parecía datar de la Segunda Guerra Mundial, así que bien podría ser una de las bombas soltadas por los italianos contra el Peñón.

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