PERSONAJES HISTÓRICOS DEL CAMPO DE GIBRALTAR

Juan Martínez Villa y el proyecto portuario de 1859

  • La frustrada empresa del ingeniero jefe de la provincia, basándose en proyectos anteriores, hubiera dotado a la ciudad del puerto que reclamaba desde hacía medio siglo

El curso bajo del río de la Miel y el muelle Comercial o Viejo en una fotografía de Jean Laurent realizada hacia 1876.

El curso bajo del río de la Miel y el muelle Comercial o Viejo en una fotografía de Jean Laurent realizada hacia 1876.

Desde que resurgió Algeciras, a principios del siglo XVIII, y hasta el año 1870, la única infraestructura portuaria con que contó la ciudad consistía en un endeble embarcadero de madera, mantenido por el Ayuntamiento y el Gremio de Mareantes, situado en la orilla izquierda del río de la Miel, junto a su desembocadura, que era arrastrado por las avenidas del río y los temporales marítimos cada invierno.

Los numerosos intentos del Ayuntamiento de Algeciras para lograr que el Gobierno de la Nación, por medio de los ingenieros jefes de la capital de la provincia, dependientes del Distrito de Sevilla, acometieran la redacción del proyecto de construcción de un puerto para que pudieran estar abrigados y atracar los navíos que, para transporte de mercancías y pasajeros, arribaban a la ciudad, se vieron siempre frustrados. Estos navíos debían permanecer fondeados en el surgidero situado junto a la Isla Verde y esperar a que las barcas y faluchos, que estaban varados en el curso bajo del río de la Miel, se aproximaran para poder trasladar las mercancías y los pasajeros a la playa donde luego se estableció la Marina.

En 1820, el regidor don Juan Mendoza expuso a los miembros del Consistorio de Algeciras la necesidad de que se habilitara un puerto que favoreciera el desarrollo del comercio local. En 1842, los regidores Agustín Bustamante y Valentín Sáenz Laguna presentaron una moción al Pleno Municipal para que “asociados el Ayuntamiento con personas ilustradas, se dediquen a proponer las bases, extender los planos de las obras del puerto e indicar los medios para realizarlas”, y, luego, enviar dicho estudio a las autoridades de la Nación. Se nombró una comisión para que elaborara el citado plan y, al año siguiente, el Gobierno Provincial se interesó por el proyecto, solicitando al Ayuntamiento que se lo enviase para que el ingeniero provincial lo analizara y lo remitiera al Gobierno de la Nación. Sin embargo, nunca más se supo de dicho proyecto.

En 1820 existió ya una petición de habilitar un puerto que favoreciese el comercio local

Plano de Algeciras levantado en el año 1857 (Archivo Cartográfico y de Estudios Geográficos del Ejército). Véase la desembocadura del río de la Miel y la carencia de cualquier clase de infraestructura portuaria. Plano de Algeciras levantado en el año 1857 (Archivo Cartográfico y de Estudios Geográficos del Ejército). Véase la desembocadura del río de la Miel y la carencia de cualquier clase de infraestructura portuaria.

Plano de Algeciras levantado en el año 1857 (Archivo Cartográfico y de Estudios Geográficos del Ejército). Véase la desembocadura del río de la Miel y la carencia de cualquier clase de infraestructura portuaria.

En el año 1845, el abogado y ministro don Pascual Madoz, autor de la extensa y documentada obra Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de Ultramar, escribe que “(en Algeciras) desde la playa, donde existe un muelle casi inútil, que en pleamar sirve de desembarcadero, a cuyo sitio llaman la Marina, se va elevando progresivamente la población”. En otro lugar refiere Madoz que “Algeciras, por su posición, debería ser una de las poblaciones más importantes de España; mas, para llegar a ese grado le faltan dos esenciales elementos: el primero es la construcción de un seguro puerto en su bahía y de un seguro muelle, para cuyas obras se presta admirablemente la naturaleza”.

El 20 de octubre del año 1851 se creó el Ministerio de Fomento con el que, con sus distritos regionales y delegaciones provinciales, parecía que, por fin, se iba a poder desbloquear los proyectos para la construcción del necesario y ansiado puerto en la ciudad de Algeciras. Entre los años 1843 y 1859 se llevaron a cabo, desde la Delegación del Ministerio en Cádiz, varios proyectos menores que solo consiguieron que se realizaran algunas obras secundarias, como la reconstrucción del viejo embarcadero de madera, la mejora de la Marina o el encauzamiento del curso bajo del río de la Miel hasta el llamado Puente del Cristo; pero no se acometieron las esperadas obras de infraestructuras portuarias, como eran las de un muelle de mampostería y las de un rompeolas que abrigara las aguas del citado muelle.

Plano con las principales obras propuestas en el proyecto elaborado por Juan Martínez Villa de 1859. Plano con las principales obras propuestas en el proyecto elaborado por Juan Martínez Villa de 1859.

Plano con las principales obras propuestas en el proyecto elaborado por Juan Martínez Villa de 1859. / Archivo APBA

En 1847, el Gobierno encargó, a través del Distrito de Obras de Sevilla, al ingeniero jefe de dicho distrito, Canuto Carroza (el que, con Jaime Font, construyó el famoso faro de Chipiona entre 1863 y 1867) –habida cuenta de que los proyectos remitidos a la Delegación de Cádiz nunca llegaban a las autoridades superiores–, un proyecto de construcción portuaria en Algeciras que consistía en la ampliación del viejo muelle de madera hasta alcanzar los 100 metros de longitud y los 3 de anchura, propuesta que fue rechazada por el Ayuntamiento, porque tales obras no respondían a las aspiraciones y necesidades de la ciudad.

En julio de 1852, el ingeniero provincial se encargó de reformar el citado proyecto que, una vez reformado, fue remitido al Consistorio algecireño el 19 de enero de 1854. Como los concejales encargados de su aprobación continuaban poniendo serias objeciones al proyecto, éste fue devuelto en varias ocasiones a la Delegación del Ministerio de Fomento en Cádiz para su reformado hasta el año 1859. En el fondo, lo que subyacía era la oposición municipal a que se acometieran unas obras que no eran la construcción de un muelle de mampostería y de un rompeolas para que lo defendiera de los temporales, como deseaban la autoridad municipal y los comerciantes de la ciudad.

La zona portuaria en el año 1859 según fotografía de Charles Clifford. Véase la Marina y el varadero o astillero situado al sur del río de la Miel. La zona portuaria en el año 1859 según fotografía de Charles Clifford. Véase la Marina y el varadero o astillero situado al sur del río de la Miel.

La zona portuaria en el año 1859 según fotografía de Charles Clifford. Véase la Marina y el varadero o astillero situado al sur del río de la Miel.

Por fin, en el año 1859, el ingeniero jefe de la provincia, Juan Martínez Villa, usando como base los proyectos elaborados con anterioridad, redactó uno nuevo que venía a satisfacer las aspiraciones del Ayuntamiento y que, de haberse llevado a cabo, hubiera dotado a la ciudad en 1859 del puerto que venía reclamando desde hacía medio siglo. El proyecto de este ingeniero, que se tituló “Proyecto de un Puerto de Arribada y Refugio en Algeciras” (y que se conserva íntegro en el Archivo de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Algeciras) fue apoyado por el Ministerio de Guerra, que necesitaba contar con un buen muelle en la bahía de Algeciras para el embarque de tropas y material militar con destino a la Guerra de Marruecos.

El proyecto de Martínez Villa consistía en: a) construcción de un malecón de escollera o dique de abrigo entre la punta del Rodeo y la Isla Verde, b) construcción de un muelle de escollera de 260 metros que arrancara en la margen izquierda del río de la Miel y llegara hasta la denominada piedra de la Galera, c) encauzamiento del curso bajo del río, d) construcción del muelle de ribera en la playa de la Marina y e) construcción de una casa para la Capitanía del Puerto y de otra para el faro o luz del puerto. Algunas de estas obras fueron recuperadas en 1908 por el “Proyecto de un Puerto de Refugio en Algeciras”, del que fue autor el Ingeniero Director de la Junta de Obras del Puerto, José Rodríguez de Rivera.

La ciudad no tuvo otra infraestructura portuaria pública que no fuese el malecón

El proyecto del ingeniero Juan Martínez Villa fue aprobado por Real Orden el 3 de mayo de 1862. No obstante, como los posteriores proyectos de un puerto para Algeciras que se mandaron redactar por el Ministerio de Fomento en 1887 (cuyo autor fue el ingeniero Luis de la Orden), 1891 y 1895 (éste redactado por Enrique Martínez y Ruiz de Azua) quedó en el olvido. La ciudad no dispuso de otra infraestructura portuaria, de carácter público, que no fuera el malecón, construido por el Ayuntamiento en 1870, entre la desembocadura el río de la Miel y la Marina, conocido como muelle Comercial y, desde que la Compañía del Ferrocarril de Bobadilla a Algeciras erigió, en la orilla derecha del río, el llamado muelle de Madera entre 1893 y 1894, muelle Viejo.

El primer proyecto para la construcción de un puerto en Algeciras, después de un siglo de fracasados intentos, no se hizo realidad hasta que, una vez creada la Junta de Obras del Puerto el 10 de Agosto de 1906, redactó el ingeniero director, José Rodríguez de Rivera, en 1908, aprobado por Real Orden de 13 de septiembre de 1911, cuyas obras se iniciaron dos años más tarde con los trabajos de construcción del primer trozo del muelle de la Galera.

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