El alcázar que corona el castillo del viejo Castellar abrirá por fin sus puertas la próxima semana convertido en un pequeño hotel con encanto, según adelantó ayer el consejero delegado de Tugasa -la red hotelera de la Diputación de Cádiz-, Francisco Menacho. El miércoles 1 de abril, la Diputación y el Ayuntamiento castellarense inaugurarán oficialmente el histórico inmueble. Dos días después, el viernes, el establecimiento recibirá a sus primeros clientes y pondrá punto y final a un plan de reforma que comenzó en 2002 y que ha sufrido años de retraso, hasta esta primavera de 2009, a causa de dificultades técnicas y burocráticas.

El hotel Alcázar, resultado de la rehabilitación de una estructura del siglo XIV a cargo del arquitecto y caricaturista José María Pérez González Peridis, cuenta con nueve habitaciones diferentes distribuidas en la laberíntica estructura de la casa señorial antigua. Hay una individual, otra adaptada especialmente a minusválidos (todo el hotel es accesible), varias dobles sencillas, dos dobles con salones abuhardillados, y una suite con dos habitaciones, salón, y una terraza en el torreón del alcázar. En total superan las 20 plazas, y todas tienen las vistas espectaculares de la fortaleza, que se yergue a 300 metros sobre el nivel del mar: el castillo -intuida por íberos, romanos y visigados, y levantada por los musulmanes desde el siglo XIII-, el embalse de Guadarranque, el parque natural de Los Alcornocales, la Bahía de Algeciras, el Peñón de Gibraltar, e incluso la costa de África en días claros. "Las vistas son impresionantes. No hay un emplazamiento como aquél para un hotel", presume Menacho (PSOE), también vicepresidente tercero de Diputación.

El hotel Alcázar tiene una categoría de tres estrellas por las limitaciones propias de su estructura, aunque la gestora Tugasa¡ subraya que sus características corresponden a un alojamiento superior. El precio de las habitaciones oscila entre los 80 y los 140 euros.

Diputación, Junta y Ayuntamiento comenzaron la rehabilitación del edificio en 2002 con el respaldo de fondos europeos. La reforma costó más de dos millones de euros y, tras dificultades presupuestarias y objeciones de Cultura -el inmueble es Bien de Interés Cultural-, culminó en 2007. Durante los dos últimos años, el hotel ha estado preparado para su apertura pero cerrado a causa de la obsoleta e insuficiente red eléctrica que abastece el castillo. Este contratiempo se ha solventado en las últimas semanas con la instalación de una línea específica para el recinto.

El hotel Alcázar se sumará la próxima semana al conjunto de casas rurales que se ubican dentro del recinto amurallado para hacer del viejo Castellar uno de los complejos más singulares y encantadores de Andalucía.