La hija de la Reina de Corazones cuenta a Broncano en La Revuelta cómo se convirtió en niña espía en Gibraltar en la II Guerra Mundial
Liana Romero, hija de la legendaria Larissa Swirsky, despliega todo el carisma heredado de su madre para conquistar a los espectadores
"Mi madre espió para los nazis y los británicos; me usaba de tapadera"

Algeciras/Era una niña cuando ayudó a su madre, Larissa Swirsky, a realizar operaciones de espionaje para los nazis y luego para los aliados en la Bahía de Algeciras en plena II Guerra Mundial. Entonces no sabía que su progenitora iba a ser conocida como La Reina de Corazones, que jugaría un papel clave en el desenlace del conflicto desde su casa en Puente Mayorga (San Roque) e incluso, que inspiraría al mismísimo Ian Fleming para crear a sus chicas Bond. Ahora, con 92 años, Liana Romero ha vuelto a desplegar todo el carisma que heredó de la gran espía para conquistar a todos los espectadores como invitada de La Revuelta, el programa de David Broncano en RTVE.
Liana explicó que su madre la entrenó desde muy pequeña para que no dijera nada de lo que viera ni oyera, porque sus vidas podían correr serio peligro. Y narró en La Revuelta una de las situaciones de mayor riesgo que vivió al lado de la Reina de Cortazones. Fue en los primeros años 40, en el puesto fronterizo de Gibraltar, cuando un oficial británico obligó a desnudarse a Larissa Swirski delante de ella. Tenía apenas once años. El militar la había detenido porque sospechaba que trabajaba para los servicios secretos del III Reich. Así era. De hecho había tomado con su Minox unas fotos que podían condenarla a muerte si la pillaban. “Mi madre había tomado fotografías de los tanques de combustible destruidos en el puerto”, explicó en el programa, recordando cómo Larissa escondió el carrete dentro de su guante, mientras que a ella le encargó ocultar la cámara en su bota.
“Nos llevaron a un despacho y le dijeron a mi madre: ‘Entre en la otra habitación y desnúdese de arriba abajo, que esta señora la va a monitorear’”, relató Liana. Con gran sangre fría, su madre comenzó a quitarse la ropa, pero sin perder de vista su objetivo: hacer desaparecer la prueba sin levantar sospechas. “Se quitó el guante y, sin que nadie se diera cuenta, lo tiró discretamente sobre un archivador”, explicó. Liana, con apenas 11 años, permanecía en la habitación con la cámara espía escondida en su bota. “A mí ni me miraron, era una niña”, recordó. Finalmente, al no encontrar pruebas , las dejaron ir sin más consecuencias. Pero Liana nunca olvidará aquel peligroso momento por la reacción de Larissa: “Nos dejaron ir y mi madre me compró un kilo de chocolate”, recordó, provocando las risas del público.
Liana aprendió varios idiomas mientras crecía, aunque reconoce que el ruso lo tiene medio olvidado porque solo lo practicaba con su madre. “En ruso no existe la palabra cachondeo”, bromeó con Broncano, para después añadir que la situación que atravesaba su madre era muy peligrosa y que salió viva de milagro: “Está viva gracias a Dios, bueno, estaba”.
Larissa era una hija de aristócratas rusos, descendiente de los Romanov, que se casó con Manuel Romero Hume, un militar sevillano con quien compartiría el resto de su vida. Primero la convencieron los alemanes para que espiara para ellos, prometiéndole que en cuanto invadieran Rusia le devolverían todas sus propiedades, perdidas durante la Revolución Rusa.
Después, terminó al servicio de los británicos, tras enterarse de las atrocidades cometidas por los nazis en Rusia. Fue gracias a una hermana que luchaba en París con la Resistencia y que le describió el infierno de los campos de concentración. Luego abandonó sus actividades en uno y otro bando, cuando la supuesta neutral administración militar franquista toma cartas en el asunto. Su historia la incluyó Carmen Posadas en su novela Licencia para espiar.
Liana Romero ha estado en La Revuelta para promocionar Queen of hearts, película documental producida por The Flow Studio y dirigida por Chema Ramos. En el proyecto, que se ha rodado en Gibraltar y distintas localidades de las provincias de Cádiz y Sevilla, participan Canal Sur Televisión, la Diputación de Cádiz, el Instituto Andaluz de la Mujer, el Gobierno de Gibraltar, el Ayuntamiento de Dos Hermanas y la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía.
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