Campo de Gibraltar

Las fortificaciones del Estrecho, declaradas Lugar de Memoria Democrática

  • La Junta une el enclave de la comarca a la lista de los espacios emblemáticos vinculados a la represión franquista

Un búnker en ruinas en la playa de Getares.

Un búnker en ruinas en la playa de Getares. / eURoPA sUR.

La Junta de Andalucía declaró ayer tras la reunión semanal del Consejo de Gobierno Lugar de Memoria Democrática las fortificaciones del Estrecho, además de otros catorce enclaves. La zona declarada abarca una vasta extensión de la comarca y ocupa terrenos de Algeciras y La Línea de la Concepción, entre otros.

El lugar fue uno de los principales proyectos llevados a cabo por el régimen franquista en los primeros años de la posguerra para garantizar la estabilidad de la frontera entre España y Gibraltar.

En concreto, unos 30.000 reos llegaron entonces a vivir y trabajar, prácticamente como mano de obra esclava, en el Campo de Gibraltar. Los convictos encarcelados por la represión realizaron trabajos muy duros tales como el desbroce y allanamiento del terreno, la construcción de pistas y la descarga y acarreo de materiales, además del levantamiento de búnkeres anticarro y nidos de ametralladoras.

La construcción de caminos e instalaciones militares abarcó todo el vértice sur de la provincia de Cádiz. El legado se puede apreciar desde Conil hasta Punta Mala, en San Roque, e incluso Estepona, ya en Málaga.

Tierra adentro las obras llegaron hasta Jimena de la Frontera y Gaucín, pero también a Jerez de la Frontera, Rota, Vejer, San José del Valle, El Puerto de Santa María o Alcalá de los Gazules.

En la provincia de Cádiz se ha valorado positivamente, además de las fortificaciones pertenecientes a la sierra algecireña, la fosa común del cementerio de San Roque en Puerto Real, segunda cavidad en el número de exhumaciones (180) de Andalucía, después de la de Málaga.

Asimismo, a esta cifra se unen: la Plaza de la Constitución de Baena junto a su cementerio y al refugio antiaéreo Plaza de España de Villanueva de Córdoba, por la provincia cordobesa; la Colonia de Víznar, por Granada; el convento de Santa Úrsula, el campo de concentración de Santiago e Higuera de Calatrava y la cárcel vieja de Úbeda, en la provincia de Jaén.

El resto de zonas declaradas lo componen: la esquina de la Alameda de Colón en la que fue asesinado el sindicalista Manuel García Caparrós y el Palacio de la Aduana, en Málaga; la Jefatura Superior de Policía de la Gavidia, la sede de la Capitanía General de la Gavidia y el lugar en el que fue herido de muerte el obrero Francisco Rodríguez Ledesma.

La cifra de zonas declaradas ayer se une al medio centenar que el gobierno andaluz ha aprobado hasta la fecha. Los dos primeros sitios reconocidos formaron parte de la vida del padre de la patria andaluza, Blas Infante. Se trata de la residencia del casareño en Coria del Río (Sevilla), conocida como Casa de la Alegría, y el lugar en el que fue fusilado el 11 de agosto de 1936, también en Sevilla.

La propuesta de estos nuevos espacios como Lugares de Memoria Democrática compete a un grupo de trabajo especializado, en el que se analizan y valoran los proposiciones por expertos en la disciplina.

La posterior acreditación requiere del aprobado del Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía tras un informe exhaustivo con documentación sobre los enclaves y su evolución histórica.

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