España pondrá fin al cambio de hora en 2026: “Ya no tiene sentido”, anuncia Pedro Sánchez

El Gobierno llevará a la UE la propuesta para eliminar el cambio horario semestral, tras años de debate científico y social sobre sus escasos beneficios energéticos y sus efectos negativos en la salud

Cambio de hora 2025: prepárate para volver al horario de invierno

El reloj de la iglesia de la Palma, en Algeciras.
El reloj de la iglesia de la Palma, en Algeciras. / Erasmo Fenoy

España dejará de cambiar la hora en 2026. Así lo ha anunciado este lunes el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quien ha confirmado que el Ejecutivo llevará la propuesta al Consejo de Energía de la Unión Europea para activar el mecanismo que permita poner fin al cambio horario estacional.

“Esta semana volvemos a cambiar la hora, otra vez, y francamente yo ya no le veo sentido”, ha declarado Sánchez durante su intervención. “La ciencia nos dice que ya no supone un ahorro energético, y sí que trastoca los ritmos biológicos dos veces al año. Por eso, hoy el Gobierno de España va a defender en el Consejo Europeo que dejemos de cambiar las horas por fin en el año 2026”.

El presidente ha presentado la iniciativa como un ejemplo de “política útil”, que “escucha a los ciudadanos, también a la ciencia, y los lleva a su legislación”. La propuesta llega con amplio respaldo ciudadano y científico, después de años de estudios que cuestionan la utilidad de esta práctica instaurada hace más de medio siglo.

Un cambio que nació por el ahorro energético... y perdió su sentido

El cambio de hora bianual se implantó en los años 70, durante la crisis del petróleo, con el objetivo de aprovechar mejor la luz solar y reducir el consumo eléctrico. Pero en pleno siglo XXI, los estudios más recientes concluyen que el ahorro real es insignificante, por debajo del 0,5%, según los informes presentados ante la Comisión Europea.

Hoy, el consumo energético depende mucho más del uso de dispositivos electrónicos, la climatización y los electrodomésticos que del alumbrado. Además, la generalización de la iluminación LED ha reducido aún más cualquier posible ahorro, dejando sin fundamento la continuidad de esta medida.

El impacto sobre la salud: sueño alterado, irritabilidad y estrés biológico

El argumento más contundente contra el cambio horario proviene del ámbito sanitario. Los ritmos circadianos se alteran con cada modificación de la hora, lo que provoca trastornos del sueño, irritabilidad, falta de concentración e incluso un aumento del riesgo de infartos en los días posteriores al cambio, según han advertido múltiples investigaciones.

La Sociedad Española de Neurología señala que el cuerpo humano puede tardar hasta una semana en adaptarse al nuevo horario. Los grupos más afectados son niños, mayores y personas con trastornos del sueño crónicos, para quienes el ajuste biológico se convierte en un desafío que repercute directamente en su bienestar.

Europa ya lo votó, pero nunca se aplicó

El Parlamento Europeo aprobó en 2019 eliminar el cambio horario a partir de 2021, con 410 votos a favor y 192 en contra. Sin embargo, la pandemia y la falta de consenso entre los países sobre qué horario mantener de forma permanente paralizaron la decisión.

Seis años después, la propuesta española busca reactivar el proceso europeo y fijar una fecha definitiva: 2026. España se suma así a otros países como Finlandia, Portugal y Polonia, que también han defendido la eliminación de esta práctica.

¿Qué horario se quedará España? El debate que viene

El gran interrogante que se abre ahora es qué huso horario adoptará España de manera permanente. Por su posición geográfica, el país debería regirse por el horario GMT (el mismo que Reino Unido y Portugal), pero desde 1940 mantiene el GMT+1, el mismo que Francia y Alemania.

Los expertos de la Comisión de Racionalización de Horarios abogan por mantener el horario de invierno (GMT+1) de forma fija, lo que favorecería el descanso y los hábitos de sueño. Sin embargo, el sector turístico prefiere el horario de verano (GMT+2) por los beneficios que suponen las tardes más largas para el ocio y la hostelería.

Consecuencias prácticas y oportunidad para racionalizar horarios

Si la medida prospera, 2026 será el último año con cambio horario en España. Los ajustes podrían requerir una revisión de los horarios laborales, escolares y comerciales, pero los expertos apuntan a efectos positivos a medio plazo.

Un horario estable facilitaría la conciliación familiar, la planificación empresarial y podría ser el primer paso hacia una reforma más profunda de los horarios españoles, tradicionalmente más extensos que en el resto de Europa.

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