Los embalses del Campo de Gibraltar pierden casi 7,1 hm³ en el último mes, pero siguen muy por encima de los niveles de 2024

Los embalses del Campo de Gibraltar han perdido un total de 7,09 hectómetros cúbicos de agua en el último mes, en plena temporada estival, en la que aumenta el consumo y la evaporación por calor se deja notar. Sin embargo, la situación sigue siendo notablemente mejor que la del año pasado por estas fechas, gracias a las abundantes lluvias registradas durante la pasada primavera que hicieron que la comarca saliera de la situación de sequía severa, en la que estaba desde octubre de 2021.

Según los últimos datos actualizados hasta este domingo, 20 de julio, el volumen conjunto embalsado en Charco Redondo, Guadarranque y Almodóvar es de 130,18 hectómetros cúbicos, frente a los 133,27 hm³ de hace un mes, lo que supone una bajada del 5,3%. A pesar del descenso, el agua almacenada sigue duplicando con creces la cantidad disponible en julio de 2024, cuando apenas se alcanzaban los 64,11 hm³. Charco Redondo baja de 57,05 a 55,47 hm³ (-1,58); Guadarranque pasa de 75,54 a 70,51 hm³ (-5,03) y Almodóvar desciende de 4,68 a 4,20 hm³ (-0,48)

En total, los tres embalses han reducido su volumen en 7,09 hm³ en un mes. La caída más significativa se ha producido en el embalse de Guadarranque, con una bajada de más de cinco hectómetros cúbicos.

Una primavera que salvó el año

Pese a esta pérdida estacional, la comparativa interanual muestra una imagen mucho más optimista. En la misma fecha del año pasado, el agua acumulada en estos tres embalses apenas superaba los 64 hm³. La situación ha mejorado notablemente gracias a las lluvias registradas entre marzo y mayo de este año, que dejaron acumulaciones superiores a los 950 mm en todos los sistemas del Campo de Gibraltar.

En la actualidad, Charco Redondo se encuentra al 70,06% de su capacidad, frente al 32% de hace un año. Guadarranque está al 84,8%, más del doble que en 2024, mientras que Almodóvar alcanza el 73,94%, frente al 68,66% del año pasado.

La mejora con respecto al año pasado proporciona un colchón de seguridad para afrontar algo más de dos años con un hipotético (e improbable) escenario sin nuevas precipitaciones, dado que el Campo de Gibraltar demanda cada año unos 50 metros cúbicos para cubrir las necesidades de abastecimiento a la población, regadío, usos industriales e incluso la evaporación propia de la temporada estival.