La devoción a la Virgen de la Luz inunda las calles en el final de fiesta
La patrona procesiona junto a la talla de San Isidro con gran solemnidad y expectación Los fuegos artificiales en el recinto ferial ponen el broche a la última feria de la comarca
Los cultos religiosos en honor a la patrona, la Virgen de la Luz, pusieron ayer fin a la Feria de Tarifa, la última del calendario comarcal. La jornada finalizó con la procesión de la patrona por las calles de la ciudad y un gran castillo de fuegos artificiales, si bien durante el mediodía la diversión estuvo en el ferial, en el que se congregaron un gran número de personas con el paseo a caballo. Una actividad, organizada por la asociación Amigos del Caballo, que se ha repetido mucho a lo largo de varias jornadas pero siempre con mucha expectación.
También fue el último día de comidas de familias y grupos de amigos, que aprovecharon para pasar un rato de buen ambiente el domingo de feria.
Pasaban las 20:30 horas cuando salió de la iglesia mayor tarifeña San Isidro Labrador, acompañado por la agrupación musical Santa María de los Remedios de Estepona (Málaga). Cientos de personas esperaban en las puertas del templo y en la Calzada el paso del cortejo. La imagen de San Isidro fue portada por 16 costaleros guiados por José Antonio Delgado como capataz y el contraguía Eduardo Valencia.
Poco después salía la Virgen, como cada año muy esperada por cientos de devotos, no sólo de Tarifa sino de otros puntos de la comarca que no se pierden esta salida procesional. La Agrupación Musical Pintor Manuel Reiné acompañó a la Virgen en su recorrido. Flores blancas, en su mayoría claveles y gladiolos, con algunas rosas fue el adorno de la patrona. Todas procedían de la ofrenda floral del sábado por la tarde en el templo. La hermandad se aseguró que las cientos de flores no se perdieran y todos los rincones de San Mateo estaban repletos de ellas.
El paso de la Virgen fue dirigido magistralmente por portado por una cuadrilla de 24 costaleros dirigidos por Francisco López Hoyos como capataz, y los contraguías: Luis Manuel Santos Hoyos y José Muñoz Villanueva.
Junto al paso de la Virgen, acompañando a la junta de gobierno de la hermandad desfilaron de nuevo este año por invitación expresa, representantes de la Hermandad de la Oliva Coronada de Vejer como el hermano mayor, Juan Melero, y el vocal de recuerdo, Juan José Diego.
La Corporación Municipal bajo maza cerró el desfile, con el alcalde de Tarifa, Juan Andrés Gil, a la cabeza. A la cita participaron también autoridades civiles y militares, así como representantes de los diferentes grupos parroquiales, cofradías y hermandades de la parroquia tarifeña. Las reina juvenil, Lola Lara, y la infantil, Valeria Villa, junto a sus damas tampoco se perdieron este último acto de feria.
Un número destacado de mujeres ataviadas con la tradicional mantilla blanca, -entre ellas las ediles del equipo de gobierno-, contribuyó un año más a la solemnidad del desfile.
Tras pasar por las calles Sancho IV el Bravo, la Puerta de Jerez, Colón, la Plaza de San Julián, y la Puerta del Mar, la patrona llegó a su templo, cerca de la medianoche. Numerosos devotos esperaban en cada una de ellas el paso de la Virgen.
Tras la procesión, en el recinto ferial estaba previsto el tradicional castillo de fuegos artificiales y a la gran traca, colocados en la zona del campo de fútbol. La despedida de la feria tuvo en su última noche un gran ambiente.
También te puede interesar