Cuando descolgar supone un disgusto

Algo tan inocente como subir una foto a Facebook con una imponente puesta de sol desde Tarifa utilizando un teléfono móvil de última generación puede convertirse en un quebradero de cabeza a la vuelta de correo. La asociación de consumidores Facua alerta de la aplicación de llamadas en itinerancia (roaming) en municipios españoles debido a la invasión de la señal de operadores extranjeros. Un fenómeno al que el Campo de Gibraltar no es ajeno por partida doble: Marruecos y Gibraltar.

En las costas de Tarifa no es difícil recibir la señal de compañías como Meditel y Mor IAM de forma alternativa. Por su parte, los vecinos de La Línea pueden llegar a ver en sus pantallas el logotipo de Gibtel. Bajo estas circunstancias, descolgar una llamada supone abonar el tráfico internacional. En el caso de Internet, las tarifas por megabyte pueden superar sin dificultad los 10 euros en las tres principales operadoras. Y todo ello sin que, en ocasiones, el usuario sea consciente.

Desde Facua explican que en los países de la Unión Europea, las conexiones a Internet a través del móvil en itinerancia se interrumpen al alcanzarse un límite de 50 euros por ciclo de facturación. El cliente debe dar su consentimiento para superar esta barrera. Pero con Marruecos no existe esta posibilidad.

Así, según cálculos de la propia asociación, ver un vídeo de 3 megabytes con una duración inferior al minuto cuesta hasta 35,40 euros con las tarifas de roaming de las compañías españolas. 15 megabytes pueden salir por 177 euros y los poco más de 50 minutos que dura un episodio de una teleserie visto a través de Internet pueden suponer 300 megabytes, lo que traducido a las tarifas de roaming se eleva hasta los 3.540 euros. Algo a todas luces desorbitado, según el colectivo, que reclama la eliminación de las tarifas de itinerancia en la Unión Europea.

Respecto al tráfico internacional con países de fuera de la UE, Facua reclama sanciones a las compañías que se nieguen a aceptar las reclamaciones de los usuarios y que se les obligue a establecer un protocolo permanente para informar a los clientes sobre la situación con el fin de dar una respuesta inmediata a las quejas. Mientras llega, los campogibraltareños y turistas que visitan las playas de Tarifa tienen como único remedio para evitar una factura desorbitada solicitar a su operadora que desactive la itinerancia de su contrato o, más sencilla aún, seleccionar dentro de las opciones del terminal que éste no escoja la red de forma automática. De esta manera, cuando una red extranjera prevalezca sobre la nacional no ocupará el sitio de ésta. No habrá señal, pero tampoco el riesgo de dejarse un sueldo en el móvil.