Las lluvias provocan desalojos en La Estación, Puente Romano y Castellar

El desbordamiento del río Guadarranque ocasiona riadas en la barriada sanroqueña, mezcladas con un vertido que investiga el Seprona · Dos carreteras en Jimena y Castellar quedan cortadas al tráfico

Tres miembros del cuerpo de Bomberos observan la crecida del río Guadarranque.
Tres miembros del cuerpo de Bomberos observan la crecida del río Guadarranque.
Y. G. T. / A. R. / E. B. / Algeciras

16 de febrero 2010 - 01:00

La tregua de los últimos días deja paso a nuevas inundaciones en el Campo de Gibraltar, que se cebaron especialmente con las zonas de La Estación de San Roque y Puente Romano, en Los Barrios, donde hubo evacuaciones de viviendas junto con Castellar, y un sinfín de actuaciones en los municipios.

La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) mantiene para hoy activa la alerta amarilla por lluvias y viento. En cuanto al tráfico, según datos de la DGT, las precipitaciones dejaron nuevamente problemas en Jimena y Castellar. Concretamente, en las carreteras A-2100 en Castellar que une este municipio con Sotogrande (San Roque), el tráfico quedó cortado desde las 12:23 horas entre los kilómetros 0 al 9. En Jimena, la CA-8200, vía que une San Pablo de Buceite con San Martín del Tesorillo, fue cortada a la altura del kilómetro 10, en ambos sentidos, mientras que permanece cerrada la CA-8201 (entre los kilómetros 1,8 y 13) hasta Puerto Gáliz. Por lo tanto, San Martín del Tesorillo volvió a quedar incomunicado por carretera. También hubo problemas, aunque no quedó restringida la circulación pero sí condicionada por las lluvias, en la A-2101 en Jimena, el acceso Oeste a San Martín del Tesorillo, en el punto kilométrico 4,5.

Tras sufrir las embestidas del barro con las anteriores lluvias, lo peor en La Estación de San Roque estaba por llegar. A primera hora de la tarde, el desbordamiento del río Guadarranque a su paso por esta barriada junto al nivel rebosante del pantano -que desde la mañana desembalsaba por la compuerta de fondo 30 metros cúbicos por segundo-, y la marea alta provocaron la inundación de varias calles, especialmente Río y Molino, propiciando la entrada de agua en al menos una veintena de viviendas. Durante gran parte de la tarde se vivieron momentos de angustia, especialmente entre las personas mayores, algunas de ellas tuvieron que ser desalojadas de sus viviendas, mientras operarios de Obras y Servicios se afanaban junto a los propietarios de las casas de estas calles en la sellado con ladrillos y yesos de las puertas. El recinto ferial y el campo de fútbol, convertidos en piscinas, fueron otras imágenes de la tarde en la barriada.

La carretera que comunica La Estación con Castellar y con Los Barrios se cortó a la altura de Los Timbales durante toda la tarde. Algunos vecinos relataron que hacía 20 años que no se producía una inundación de esta magnitud. Por si fuera poco, las aguas estaban mezcladas con algún tipo de hidrocarburos por el olor que desprendían y que provocó más si cabe la indignación de los ciudadanos, -algunos de ellos se quejaron a Europa Sur de la escasa ayuda recibida por los servicios de Emergencia, ya que tan sólo ayudaron a los vecinos Protección Civil y operarios de Obras y Servicios hasta bien entrada la tarde, cuando llegaron los bomberos-.

Agentes del Seprona tomaron muestras al agua y posteriormente, el alcalde, Fernando Palma, que se desplazó hasta la zona más afectada, informó que se abrirá una investigación para conocer de donde procede el vertido, aunque todo apunta que podía ser de alguna nave cercana. El alcalde se quejó de la falta de información de la Junta en cuanto al desembalse -la Delegación Provincial de Medio Ambiente, aseguró que se avisó a los servicios de emergencias-. "Es incomprensible que estas cosas sigan sucediendo en el siglo XXI, a sabiendas de que la Estación es un sitio de riesgo con las lluvias. Espero mayor previsión y responsabilidad en el futuro, y que se nos informe a tiempo para poder actuar con antelación", indicó. Por su parte, el concejal de Seguridad Ciudadana, José Luis Navarro Sampalo, indicó que "sabíamos que el tiempo iba a empeorar por la tarde, pero no que el río corría riesgo de desbordarse.

El concejal de Obras y Servicios, Salvador Romero, añadió que los vecinos estaban muy molestos porque cuando baje el agua, se quedará el olor a gasoil en las viviendas. A las 21:00 horas, la situación no había mejorado, la marea seguía alta y la preocupación era manifiesta ante lo que podía suceder durante la noche. Al cierre de este edición, algunas calles de La Estación continuaban siendo un río y la carreteras que comunica con Castellar y Jimena seguía cortada al tráfico.

En Los Barrios, los vecinos de Puente Romano volvieron a ver sus casas con agua. Seis familias tuvieron que ser evacuadas y fueron reubicadas en casas de familiares, salvo en un caso, donde estaba prevista su pernocta en un hotel. La Policía Local ordenó cortar el tráfico rodado en la zona ya que el agua llegaba con facilidad hasta las rodillas. En torno a las dos de la tarde el nivel volvió a la normalidad, aunque quedó un rastro de lodo a su paso. En muchas viviendas, sus moradores se afanaron en salvar enseres del agua subiendo los electrodomésticos a sillas y mesas. También se registraron grandes bolsas de agua en Benharás y la vega de El Fresno.

En el casco urbano, los principales problemas se localizaron en la urbanización Mirador del Río, donde los bomberos y personal de Arcgisa tuvieron que achicar agua. A las nueve de la mañana, el acceso al colegio San Ramón Nonato, Juan González y los institutos Carlos Cano y Sierra Luna se vio muy perjudicado ya que la avenida Doña Rosa llevaba un palmo de agua que hacía imposible cruzar sin mojarse hasta los tobillos, al igual que en Maestro Quico, Arroyo de Pun y la vía de servicio de José Chamizo a la altura de la oficina de Turismo. La avenida Carlos Cano tuvo que ser cortada hasta que los operarios de Obras y Servicios limpiaron las arquetas para dar salida al agua y barro. El Consistorio habilitó el Plan de Emergencias y los concejales de las distintas zonas evaluaron la situación junto con las patrullas.

Hubo desprendimientos en las laderas de tierra junto a los pisos de la barriada Santa Mónica que llegaron a ocupar parte de la calzada. Sin embargo, en Guadacorte la calle Oropéndola, ojo de todas las miradas por su inundabilidad, no contó con grandes problemas.

En La Línea de la Concepción, el Ayuntamiento informó de que las incesantes lluvias, fundamentalmente entre las 08:00 y las 10:30 horas, provocaron anegaciones puntuales y las necesidad de la intervención del personal municipal. El tráfico se cortó, una vez más, en el camino de Estepona por desbordamiento de los arroyos que de Sierra Carbonera. En el municipio, las lluvias inundaron garajes y sótanos y afectaron a uno de los colectores en la avenida de España. El parque Princesa Sofía también sufrió anegaciones en varias zonas.

El concejal de Mantenimiento Urbano, Julio Sánchez, declaró que prácticamente "toda la ciudad se ha visto afectada porque es imposible evacuar la cantidad de agua caída al mismo tiempo. Cuando ha amainado estas lagunas han ido paulatinamente desapareciendo". Por su parte, los bomberos del parque linense tuvieron que afianzar fachadas en al avenida de España y Gravina, además de atender inundaciones en la calle Gaviotas, el pasaje San José, el barrio de San Bernardo y el Hogar Marillac.

En Jimena, además de la incomunicación de San Martín del Tesorillo, tuvieron que suspenderse las clases en el colegio e instituto, al igual que en el Hozgarganta de Jimena, porque comenzó a entrar agua en las instalaciones.

En Castellar, dos familias cuyas viviendas estaban próximas al río fueron desalojadas y trasladadas a otras que tenían en la misma localidad. Además, las lluvias obligaron al Ayuntamiento a suspender los actos de La Boyal, que se celebran cada 15 de febrero, por el mal tiempo. Desde el Consistorio informaron que la concejalía de Fiestas buscará una fecha alternativa para estos actos, donde se elige a la corte juvenil de la Feria 2010.

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