Cortes de tráfico y atascos kilométricos marcan la segunda jornada de huelga indefinida del metal en el Campo de Gibraltar

La Guardia Civil tuvo que dispersar a los manifestantes en la carretera de acceso a La Línea para reabrir la circulación de vehículos

Las protestas en ambas bahías protagonizan la continuación de la huelga del metal en Cádiz

La Guardia Civil dispersa a los manifestantes del sector del metal que cortaban la carretera de acceso a La Línea, este martes
La Guardia Civil dispersa a los manifestantes del sector del metal que cortaban la carretera de acceso a La Línea, este martes / E. S.

La segunda jornada de huelga indefinida en el sector del metal en el Campo de Gibraltar ha colapsado la circulación en la zona este de la comarca durante la mañana de este martes. Los cortes de tráfico realizados por los manifestantes en la carretera de acceso a La Línea han obligado a la Guardia Civil a cerrar el acceso a la vía, lo que ha derivado en retenciones kilométricas.

Pasadas las 6:30, los trabajadores de empresas auxiliares de Moeve y otros centros ocuparon la calzada de la CA-34. La Guardia Civil había despejado previamente la vía para evitar los atascos vividos en el primer día de protestas. Varias patrullas cerraron el paso desde la A-7 por el cruce del Toril, en San Roque, y desde Puente Mayorga, lo que dejó a los más de 200 manifestantes concentrados en medio del asfalto desierto, a los que se sumó otra pequeña comitiva en el acceso al pantalán, por Guadarranque.

Los ánimos se mantuvieron tranquilos durante buena parte de la mañana ante la atenta vigilancia de los agentes. El momento curioso lo protagonizaron un par de vehículos que atravesaron el corte y acabaron en la rotonda ante los manifestantes. El conductor de una furgoneta acabó aplaudido cuando se retiraba tras un momento de confusión.

Momento en que una furgoneta llega frente a la concentración, en la carretera de acceso a La Línea
Momento en que una furgoneta llega frente a la concentración, en la carretera de acceso a La Línea / Vanessa Pérez

La interacción con el mando de la Guardia Civil desplazado a la zona resultó clave para reabrir el tráfico en varios momentos. El primero de ellos fue para permitir el paso por Guadarranque a los autobuses que transportan a los empleados de Moeve que debían dar el relevo al turno de noche. El segundo, ya en la entrada principal, comenzó en torno a las 9:00 y duró unos 15 minutos, lo que permitió aliviar las kilométricas colas que se habían formado en la A-7 y desbloquear la salida de La Línea hacia San Roque.

Tras el tiempo acordado, la Guardia Civil volvió a cerrar el tránsito para que los trabajadores volvieran a la calzada. Pasados unos minutos, el mando de la Benemérita negoció una apertura definitiva que encontró el rechazo de los presentes, por lo que se acordó una nueva apertura momentánea sobre las 10:00.

Con el paso de los minutos la tensión iba en aumento y, durante la interrupción del tránsito, un vehículo llegó a la rotonda. Tras intentar saltarse el piquete, aceleró bruscamente frente al control de los agentes y casi atropella a algunos huelguistas. Algunos le lanzaron piedras en respuesta y rompieron la ventanilla del conductor, aunque sin dejar heridos.

En torno a las 12:00, con los ánimos más caldeados, los agentes instaron a los manifestantes a retirarse de la carretera y poner fin a su manifestación contra su voluntad. Varias patrullas con equipos de disuasión que aguardaban en el entorno acudieron y acabaron por disparar con armas de fogueo para poner fin a la concentración. Los trabajadores del metal acabaron retirándose, aunque mantuvieron la protesta en el ramal de acceso al parque energético de Moeve, como en jornadas anteriores.

Los cortes de tráfico derivaron todo el tránsito de acceso y salida de La Línea por la carretera del Higuerón, que acabó colapsada y bloqueó la circulación en el municipio linense. El alcalde, Juan Franco, alzó la voz para denunciar las consecuencias que sufre su ciudad pese a no tener “ni un metro cuadrado de suelo industrial”. En un comunicado ha lamentado que “el caos circulatorio está rozando la peligrosidad social”, con pacientes que han perdido citas médicas, escolares sin posibilidad de llegar a clase y trabajadores completamente bloqueados.

Este miércoles volverán las movilizaciones a los principales centros de trabajo de empresas del sector del metal, en lo que apunta a ser una reedición de los sucesos de este martes, aunque no se descartan nuevos piquetes que puedan cortar algunas vías de circulación de la comarca.

Vehículos desviados por la Guardia Civil por el corte de la CA-34, en el cruce del Toril, en la mañana de este martes
Vehículos desviados por la Guardia Civil por el corte de la CA-34, en el cruce del Toril, en la mañana de este martes / Vanessa Pérez

Quejas sobre el convenio

Pese al apoyo que recibió este lunes en el Campo de Gibraltar el preacuerdo firmado por UGT y la patronal Femca, rechazado en el global de la provincia, el descontento con el documento centró muchas de las conversaciones. "La diferencia por el voto respecto a Cádiz es porque aquí las empresas respetan más el convenio, pero allí en los astilleros dicen que no son fábricas y no pagan pluses como el de tóxico", comenta un trabajador, que vaticina que el conflicto puede quedar resuelto durante la semana.

Otro de los presentes critica el proceso de firma del preacuerdo y valora que "no es normal que UGT firme con la patronal por su parte sin tener en cuenta a CCOO". En uno de los corrillos se escucha cómo comentan algunos trabajadores que "el convenio son nueve años y, mientras se negocia, se encaja en 12 al final", contando con los habituales retrasos.

"A mí me quedan más de 30 años para jubilarme, tenemos que luchar por mejores condiciones", resalta uno de los más jóvenes de la protesta, que manifiesta su compromiso a aguantar "lo que haga falta" hasta conseguir un convenio que consideren positivo. "Nosotros queremos estar o en casa o trabajando, no aquí perdiendo dinero", señala.

Camiones en cola frente a la entrada de la fábrica de Acerinox
Camiones en cola frente a la entrada de la fábrica de Acerinox / Vanessa Pérez

Calma en otros puntos

La tranquilidad ha imperado en el resto de los centros de trabajo de la comarca, a excepción de cortes como el desarrollado en la entrada de Acerinox, en Palmones. Allí, los 150 trabajadores concentrados cortaron el acceso a la fábrica de los camiones, lo que formó una retención de los mismos en el polígono. La Guardia Civil optó por cortar el carril de entrada a la planta para evitar que los vehículos de gran tonelaje colapsaran la zona. En Indorama otra comitiva se reunió para visibilizar la protesta, como en días precedentes, aunque sin interrupciones del tráfico ni otros movimientos.

"A ver si consiguen un acuerdo pronto, aunque dudo que sea rápido", comenta un trabajador de la central térmica de Los Barrios, reunido con los compañeros de otras contratas en Acerinox. De cara a las siguientes jornadas, augura que la situación puede ser más tensa, a medida que el conflicto laboral se demore. "En situaciones así ves a padres de familia enfrente de los agentes, no es normal", puntualiza con la esperanza de que el convenio colectivo del metal en la provincia llegue lo antes posible.

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